Odisea en el espacio

Hay cosas ahí arriba, sobre nuestras cabezas. NASA: La aventura del espacio trae a Madrid el equipo y la tecnología de la conquista espacial, pero también, a través de ellos, una narración de una gesta heroica. “En esta exposición queremos hacer hincapié en el aspecto humano de esta aventura”, dijo José Araújo, productor ejecutivo de la exposición. En efecto, a través de las salas se ven los trajes espaciales que protegen a los astronautas de las condiciones extremas que rodean a nuestro apacible planeta o las estrecheces en las que tenían que vivir, a veces días enteros sin levantarse de un incómodo asiento (como en las misiones Mercury o Gemini) durante los trayectos espaciales. La muestra se abre al público el próximo viernes 16 en el Pabellón XII del Recinto Ferial Casa de Campo.

Desde los soñadores que vieron la aventura espacial en su cabeza cuando no había ni aviones (los escritores de ciencia ficción que se conmemoran en una sala de aspecto steampunk), hasta los últimos transbordadores espaciales (hay una impresionante maqueta a tamaño real del Atlantis, a la que se puede entrar), pasando por la paranoia y parafernalia de la carrera espacial en los años 60: J.F. Kennedy, el Sputnik de los “malvados” soviéticos, la Guerra Fría o las portadas de la revista Life sobre los avances en la materia.

“La relación de la NASA con Madrid es estrecha”, dijo con orgullo Carlos González, comisario artístico de la exposición y ex subdirector Madrid Deep Space Communications Complex, en Robledo de Chavela, una de los tres que tiene la Nasa en el planeta para comunicarse con vuelos lejanos, el Deep Space, “aquí recibimos la primera foto de Marte, tomada por la sonda Mariner, y retransmitimos los mensajes del Apolo 11 cuando alunizó”. Ya lo dice el refrán, “de Madrid al cielo”.