‘Caganers’ anónimos pero centenarios

Las estrellas del pesebre de esta Navidad serán Shakira y Gerard Piqué, si tenemos en cuenta el éxito que han tenido la cantante y el futbolista después de transformarse en escatológicos caganers. El origen de estas figuras navideñas, lejos de ser una moda importada como son otras muchas, se han de buscar en una tradición del siglo XVIII que ha acabado siendo una de las producciones más características de la imaginería catalana (a pesar que también están presentes en los pesebres valencianos, murcianos, napolitanos o portugueses, donde se les conoce como cagones o pastore che caca).

Se puede comprobar que son figuras con una larga popularidad en la ya tradicional Fira de Brocanters que, entre el 10 y el 18 de diciembre, reunirá 200 de estas figuras en Una exposició per treure's la barretina que hace años que coleccionan los Amics del Caganer. Agrupados por categorías: músicos, ángeles, demonios, médicos, guardias civiles, capellanes o frailes, una de las cosas que más llama la atención es que la moda actual de convertir personajes de la política, del deporte o de la música en caganers es reciente. Antes eran humildes pastores o campesinos, —la mayoría con una barretina en la cabeza, un cigarro en la boca o incluso limpiándose el culo con un papel--, los que enseñaban el culo a todos, sin importarles que pasasen cerca los mismísimos Reyes Magos.

Los caganers son uno de los reclamos de esta Fira que celebra la 45a edición, situada en plena Diagonal de Barcelona, junto a la plaza de Francesc Macià. Pero no es el único. Los 18 expositores ponen a la venta cerca de unos 3.600 objetos, muchos de los cuales modernistas y art déco, piezas de coleccionismo y decoración, libros, bisutería, teléfonos, cuadros, objetos de culto y un largo etcétera. La mayoría tiene casi un siglos de historia (el límite para pasar a ser una antigüedad), pero también hay muchos objetos creados alrededor de los años 60, sobre todo de decoración que vuelven a tener una segunda oportunidad en los comedores de hoy.

"Hay una tendencia a unificarlo un poco. El límite en los gustos no son tan claros", asegura Nati Company, presidenta del Gremi de Brocanters de Catalunya. "Buscamos sobre todo el público joven para que se anime a comprar piezas e, incluso, se lance a coleccionar. Si hace unos años alguien no hubiera comenzado a conservar estos caganers que exponemos, se habrían perdido para siempre", reflexiona Campany, que asegura que la crisis no está afectando el sector. "No conozco ningún brocanter que haya tenido que cerrar por la situación actual", explica. En todo caso, la Fira que comienza el sábado permite adquirir objetos que son casi únicos. Una buena oportunidad de ser originales en el que compramos, en estos días donde muchos de los establecimientos venden los mismos objetos de regalo para Navidad.