Emilio Cendón: “Los cánones están sobrevalorados”

El enigma que Emilio Cendón (Vigo 47 años) trata de resolver en Delante de las meninas (Caniche, 2024) no solo atañe a la perspectiva de la escena que capturó el célebre lienzo, o al porqué del autorretrato que Velázquez metió en el cuadro, ni siquiera se trata de desentrañar los motivos que llevaron al gran maestro sevillano a plasmar esa escena doméstica del alcázar madileño al final de su carrera. Es todo eso y mucho más. Una suerte de manifiesto artístico, sencillo y directo, que surge de su obsesión por Las Meninas. Cendón reprodujo en su piso de las inmediaciones de la plaza de Tirso de Molina, a la infanta Margarita y compañía, y estudió el cuadro a fondo durante ocho años. Antes se licenció en Bellas Artes, trabajó en el proyecto Fotomatón y como profesor, y fue distinguido por Photoespaña.

¿Cuándo supo que se dedicaría al arte?

Cuando llamé a la Facultad de Arquitectura de A Coruña para anular la prematrícula.

¿Qué título recomendaría para entender mejor el arte?

Caos y magia, el libro sobre The KLF de John Higgs. Es más un libro de arte que de música.

¿Qué obra de arte le convirtió en fotógrafo?

Mis propias pinturas. Empecé pintando, pero no podía permitirme almacenarlas ni transportarlas, entonces cambié el lienzo por la cámara. Yo quería pintar pero estaba fuera de mi alcance, así que he tratado de hacerlo con fotografía.

¿Y qué libro en escritor?

Los sonámbulos, de Arthur Koestler.

Si pudiera hablar con Diego Velázquez, ¿qué le diría?

Le preguntaría, ¿me he acercado a los hechos o me he desviado mucho?

¿En qué museo se quedaría a vivir?

En Venecia.

¿Qué libro tiene abierto en la mesilla de noche?

Uno de conversaciones con J. G. Ballard, Para una autopsia de la vida cotidiana, de Caja Negra.

¿Uno que no pudo terminar?

Casi cualquier novela que empiezo.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Pegado a ti, de los hermanos Farrelly. Una maravilla.

¿La última serie que vio de un tirón?

Atlanta.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?

Forever in my life, de Prince, en su versión en directo desde el Staples Center en 2004.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

El promedio, el estándar, los cánones.

¿Qué foto le habría gustado sacar?

Me conformaría con acompañar a Nan Goldin o a Weegee por sus paseos nocturnos por Nueva York y ver cómo hacían lo que hacían.

¿Cuál es el suceso histórico que más admira?

Creo que la aparición de las primeras vanguardias, del impresionismo al cubismo, pasando por el dadá y el surrealismo. Ampliaron mucho las miras del mundo que les tocó vivir.

¿Qué encargo no aceptaría jamás?

En principio diría sí a todo, luego ya vería yo qué hacer.

De no haber sido artista sería…

Solo un 20% de Emilio.