‘L’últim dia’: la consagración de Alejandro Bordanove
El fructífero tándem artístico de Lluïsa Cunillé y Xavier Albertí entrega una de esas propuestas tan aparentemente sencillas que pierden toda su gracia si se cuentan
La relación entre la dramaturga Lluïsa Cunillé y el director Xavier Albertí funde la profesión con la amistad y se inició treinta años atrás, en un lejano 1994. Una veintena de espectáculos juntos son el ejemplo palpitante de este tándem artístico que ha evolucionado en paralelo, y que ahora nos acaba de ofrecer su último fruto. L’últim dia es un espectáculo 100% Cunillé y 100% Albertí, un monólogo que convierte a Alejandro Bordanove en el gran actor que muchos ya intuíamos que era. La relación profesional entre Bordanove y Albertí también incluye diversos montajes, y este caso me hace pensar como el director nos confirmó –definitivamente– que Rubén de Eguía es un excelente actor con En mitad de tanto fuego.
L’últim dia es una de esas propuestas tan aparentemente sencillas que pierden toda su gracia si se cuentan. El último día de la vida de un joven transcurre entre cosas tan mundanas como una piscina, la visita al abuelo, un bocadillo de queso o un café con leche. Tanto la escritura de Cunillé como la dirección de Albertí presuponen la inteligencia del espectador y dejan un espacio para que cada uno extraiga sus propias conclusiones. Alejandro Bordanove ha crecido como intérprete ante nuestros ojos, desde que nos deslumbrara hace unos años como protagonista de L’alegria, el texto de Marilia Samper. Su voz y su mirada son ahora más graves, y la tensión corporal que muestran sus gestos denotan turbulentas aguas subterráneas. Cunillé, paseadora profesional, conoce en profundidad los secretos de la ciudad, de sus platos combinados y de sus cines. La ciudad es, de nuevo, un personaje más.
L’últim dia incluye un pequeño regalo musical: la interpretación del mismo Xavier Albertí, al piano, del Adagio de la última sonata de Schubert. Teatro de cámara y de proximidad: palabra, mirada y silencio. Un espacio escénico como la Sala Atrium tiene todo el sentido del mundo con propuestas como esta: decidir si nos convertimos en detectives o en guardaespaldas está en nuestras manos.
‘L’últim dia’. Texto: Lluïsa Cunillé. Dirección: Xavier Albertí. Sala Atrium, Barcelona. Hasta el 28 de julio.
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