_
_
_
_

Un drama tópico sobre la Guerra Civil: no podía faltar Lorca

El autor australiano Andrew Bovell y el director español Julián Fuentes Reta tejen una rocambolesca historia familiar demasiado obvia y agotadora por la acumulación de dramas

Consuelo Trujillo y Borja Maestre, en 'Canción del primer deseo', de Andrew Bovell.
Consuelo Trujillo y Borja Maestre, en 'Canción del primer deseo', de Andrew Bovell.JAVIER NAVAL
Raquel Vidales

Este espectáculo parece querer condensar todos los traumas que dejó la Guerra Civil española. Un republicano fusilado, una viuda amordazada, el exilio, la memoria enterrada, una niña robada, un franquista sin escrúpulos, una respetable familia de fachas podrida por dentro, la represión de la homosexualidad, incesto, abusos sexuales. No falta de nada. Tampoco Federico García Lorca: el tópico de los tópicos. La acumulación de desgracias es tal que acaba produciendo un efecto rebote y cierto distanciamiento. Quizá tenga que ver en ello la manera en que fue concebido el texto. El autor es Andrew Bovell, respetado dramaturgo australiano al que conocemos bien en España por los exitosos montajes que ha hecho el director Julián Fuentes Reta de sus obras Cuando deje de llover (2014) y Las cosas que sé que son verdad (2019). Fuentes Reta es también el responsable de este tercer estreno, Canción del primer deseo, pero en este caso no se trata de la puesta en escena de una pieza ya existente como las dos anteriores, sino de un trabajo de nueva creación a la carta, nacido de la colaboración entre ambos creadores y los actores de la producción a partir de “numerosos testimonios, de nuestras propias historias y las de nuestros mayores, más los cientos que, desgraciadamente, se parecen entre sí”, explica el director en el programa de mano. Es decir, una suma de dramas que exige una destilación bien medida para que el resultado no derive en melodrama. Por ahí naufraga este trabajo.

Bovell es un maestro del drama familiar. Los construye como laberintos emocionales y desarrolla en paralelo varios planos temporales hasta que al final el puzle se resuelve. No feliz ni infelizmente: lo que hace es llevarnos a un viaje por el pasado para que entendamos por qué los personajes actúan como actúan en el presente. Así eran Cuando deje de llover y Las cosas que sé que son verdad y ahora también Canción del primer deseo. Empieza en el patio de una casa con pozo con una mujer que parece haber perdido la memoria. Es una metáfora de la España que perdió la suya voluntariamente con la esperanza de que así desapareciera el dolor. A partir de ahí, la obra va desenterrando todo lo que la familia de esa mujer ha ido echando al pozo con el paso de los años y ha hecho que sus hijos sean unos desgraciados. Hay otras metáforas evidentes. Por ejemplo, dos pares de gemelos que reflejan las dos Españas. O el personaje del homosexual que se identifica con Lorca. Pero el poeta fusilado no es solo un tropo, sino que se alude directamente a él y hasta el título de la obra deriva de su poema Cancioncilla del primer deseo.

Todo está muy bien entrelazado, ya hemos dicho que Bovell es un experto tejedor de historias familiares: la protagonista aquí es la propia España, reflejada en la familia de la mujer sin memoria. Pero en muchos momentos la obra resulta demasiado obvia y además todos los dramas de un país no pueden caber en una sola estirpe. O sí, pero más destilados. En este caso, la acumulación resulta rocambolesca y agota.

La puesta en escena de Fuentes Reta, por suerte, es bastante contenida y rebaja el melodrama. Pero el tono solemne impuesto a los actores, en cambio, hace que pierdan naturalidad y verdad.

Canción del primer deseo

Texto: Andrew Bovell. Versión: Jorge Muriel. Dirección: Julián Fuentes Reta. Reparto: Consuelo Trujillo, Pilar Gómez / Olga Díaz, Borja Maestre y Jorge Muriel. Teatro de la Abadía. Madrid. Hasta el 14 de mayo.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Raquel Vidales
Jefa de sección de Cultura de EL PAÍS. Redactora especializada en artes escénicas y crítica de teatro, empezó a trabajar en este periódico en 2007 y pasó por varias secciones del diario hasta incorporarse al área de Cultura. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_