Jabois novelista

Manuel Jabois (Sanxenxo, Pontevedra, 1978) publica su tercera novela, Miss Marte. Antes, en 2008 y en gallego, publicó A estación violenta, y en 2019, Malaherba. Por en medio, colaboraciones periodísticas y columnas, que han hecho de su autor uno de los columnistas más leídos, valorados y (mal) copiados.

La excusa argumental de Miss Marte es el documental que una periodista quiere realizar en un pueblo de la costa gallega sobre la desaparición, en 1994, de una niña de dos años. Estamos en 2019 y hace 25 años de todo ello. Esa niña desapareció durante la boda de su madre, la enigmática y excéntrica Mai, miss Marte. Ambas llegaron como abandonadas por un platillo volante un año antes y, desde ese día, nada fue igual. Las dos cambiaron las vidas de un grupo de amigos y del pueblo.

Miss Marte es una novela con todas las noticias buenas. Al acabar su lectura te dan ganas de tener el teléfono de su autor, llamarle, dar las gracias y colgar. Sí, es ese tipo de libro. El planteamiento —en el que, a partir de una estructura coral, periodística, de aventis, de mirada interior y exterior de personajes, lugares y momentos— funciona desde unas premisas casi de cliché. Seguimos a su autor en la intriga de un misterio —la desaparición de una niña en un pueblo costero norteño, casi un subgénero—. Jabois empieza a contarnos la historia y su música hace que le sigamos hasta el final. Maneja tempos, estribillos y melodía. El hablar directo, casi confesional, con la pirueta lúcida de alguien que mira, ve y encuentra las palabras justas para frenarte en seco. Crea un mundo tan personal y, al mismo tiempo, generoso con el lector que, más que leer, vives en sus 200 páginas. Además, cuenta con un personaje que lo imanta y enloquece todo, Mai, la madre de la niña. Un personaje que, en manos de otro, podría haberse convertido en un agujero negro, pero que no sucede aquí al decidir su autor que, a medida que transcurra el libro, cambie nuestra percepción, vayamos entendiendo, cuidando, casi perdonando.

Con la trama, está la reconstrucción de 25 años atrás. Una recuperación más emocional que nostálgica. Nadie añora aquel que era en esta novela. Sí se añora —como un precio que se quiso pagar— el impacto de las primeras veces o la imposibilidad de imaginar el mal, la pérdida o el dolor. La mirada de Jabois es lúcida al mismo tiempo que evocadora. Conseguir ambas cosas entraña toda la dificultad posible. Todo está aquí en su punto, el bisturí emocional y las charlas de bar, los bolsillos hacia fuera, la playa y los secretos que mejor no se desvelen nunca. Funcionan las distintas voces, los dos personajes que enhebran todo —Berta, la directora del documental, y el narrador, testigo de aquel verano y periodista local—. Y para finalizar, es impecable cómo el novelista Jabois ha retenido al columnista Jabois. Porque la tentación del lirismo 24 horas abierto, de la frase brillante, del diálogo cincelado, se aborta quedando todo eso siempre al servicio de la novela. No hay exhibicionismo ni un sonajero en cada párrafo. Jabois se exigió no dejar todas las jugadas para su pierna buena. Ahora sabemos que tiene dos buenas.

'Miss Marte'

Manuel Jabois
Alfaguara, 2021
208 páginas. 17,90 euros

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