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América Latina sigue marcando el camino de la crónica

De Martín Caparrós a Patricia Nieto pasando por Jon Lee Anderson, el periodismo de largo aliento sigue brillando en la región

Una barca surca el río Amazonas a su paso por Perú.
Una barca surca el río Amazonas a su paso por Perú.Alamy Stock Photo
Alfonso Armada

Entre el 15 de julio y el 15 de septiembre de 1939, Michal Skibinski, que entonces tenía ocho años y vivía cerca de Varsovia, escribió cada día una frase en un cuaderno. Frases como “He visto un precioso pájaro carpintero” (28 de julio) o “Han empezado a racionar el pan” (13 de septiembre) acotan un tiempo en el que, supimos luego, estalló la II Guerra Mundial. La libreta fue de mudanza y mudanza hasta que llegó a manos de un sobrino de Michal llamado Marcin, de quien fue la idea de publicarlo. Con delicados acrílicos de Ala Bankroft, el resultado es He visto un pájaro carpintero, un libro entre la poesía, la crónica y la ilustración. Skibinski, que se hizo sacerdote para sordos y hoy tiene 89 años, dejó pinceladas de memoria y emoción en un niño asomado a la historia.

Portada de 'He visto un pájaro carpintero'.
Portada de 'He visto un pájaro carpintero'.Fulgencio Pimentel

No basta para entender el mundo, pero sí para asombrarse, aspiración de toda buena crónica, algo por lo que abogan Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) y Agus Morales (El Prat de Llobregat, 1983) en El viejo periodismo, una conversación entre plumillas de dos generaciones. “No voy a llamarte periodista y escritor —¿los periodistas no saben escribir?—”, ironiza Morales, director de la revista 5W, adalid del largo aliento. A Caparrós, perro viejo, le “jode” la “influencia” de “ese periodismo atildado, pasteurizado, tan seguro, tan satisfecho de sí mismo, tan bien afeitado que podríamos llamarlo Periodismo Gillette. (…) Es esa influencia del periodismo a la americana, que está tan en boga y que a mí me parece particularmente triste”. El librito (cabe en la palma de la mano) no tiene desperdicio: “¡Pará! Decir ‘periodismo de datos’ es otra cosa que me enerva (…), el periodismo es juntar datos, y tratar de ponerlos de una manera inteligible. Hablar de periodismo de datos es como hablar de medicina de remedios” (Caparrós). “¿Para ti están en el mismo cajón ficción y no ficción?” (pregunta Morales), y responde el argentino: “Todo es escritura. La única diferencia fuerte es el pacto” (no inventar). Agus Morales da en el clavo: “No sé si sé escribir, pero sí sé escuchar” (una virtud para el periodismo y para la vida). Y cuando se atreve con algo inusual en un cronista: “La poesía no es ficción”.

En Los años de la espiral (la segunda década del siglo XXI, marcada por la volatilidad y la desaparición de tendencias anteriores), Jon Lee Anderson (Long Beach, California, Estados Unidos, 1957) prueba una vez más por qué es uno de los grandes reporteros de nuestra época. Sin caer en el Periodismo Gillette, su prosa está siempre al servicio de la historia, nunca del lucimiento personal, no carga la suerte, va levantando capas de la cebolla (aquí venezolana, cubana, panameña, nicaragüense, haitiana, colombiana, mexicana, brasileña…) para que el lector juzgue. Hay fogonazos, como “el paquete” (selección de noticias y entretenimiento que se distribuye en memorias usb y que es la mayor empresa cubana, con 45.000 “empleados” y una audiencia millonaria), y luces largas, como ‘El señor de la miseria’ (centrado en la Torre de David caraqueña, símbolo del fracaso de Venezuela, de cómo todo lo que pudo ir mal fue mal). Este libro es la demostración de que las crónicas de largo aliento piden ser encuadernadas. No se trata de fetichismo de la mercancía. No leemos igual. Además del gran reportaje sobre La Habana de Padura, y estelas como “el cuento chino” del canal de Nicaragua, la historia en la que vemos a otro Jon Lee es la de los mashco piro (tribu de la jungla peruana de Madre de Dios, que cuando se ve asaeteada a preguntas se desvanece). Este viaje a la Amazonía peruana recoge un debate ético entre antropólogos sobre qué hacer con los “aislados”, amenazados por todas las codicias.

Portada de 'Los escogidos', de Patricia Nieto.
Portada de 'Los escogidos', de Patricia Nieto.La Caja Books

“Es un muerto del agua, dice alguien al pasar. Levanto la mirada y veo a un hombre alejarse. (…) Se sienta en el suelo, desgonzado. La muralla de muertos le sostiene la espalda, cierra los ojos y respira hondo”. Hay muchas formas de arrancar una crónica, de meternos de golpe en una escena. La de Patricia Nieto (Sonsón, Colombia, 1968) es inconfundible, con las preguntas en alto desde ya: “¿Cuáles palabras susurró o —quizá— gritó mientras le quitaban la vida?”, o: “Margaritas para un escogido podría llamarse el cuadro que observo. Las flores bordean los cuatro lados de la lápida pintada de celeste. Dos letras apenas dominan el plano y significan que allí descansa un desconocido”. Las letras son NN (nomina nescio, guerrilleros y víctimas sin nombre que no han dejado de bajar el río Magdalena desde 1948). Allí, a Puerto Berrío, se fue la cronista a contarlo. Todo un contrapunto al estilo de Jon Lee Anderson, si bajamos por el espinazo sintáctico de América. La prosa de Nieto es caudalosa por la riqueza de sus afluentes, pero escribe breve, como quien busca pepitas de oro: “El agua del Magdalena es insabora y tibia aunque ahora el viento trae una lluvia fría que aporrea mi cara (…). ‘El agua seda’, recuerdo a una isleña diciéndolo frente al mar”. Hay figuras que la crónica redime, como Francisco Luis Mesa Buriticá, Pacho: “En 24 años como propietario de la funeraria San Judas, Pacho dice haber puesto sus manos sobre 786 cuerpos de personas sin identidad conocida. Gente de las acequias, de las ciénagas, de los pozos, de los riachuelos, del río Magdalena. Muertos del agua”. Como la autora dice en un estremecido epílogo, su profesión de fe (“recuerdo a quienes he conocido a la vera del pabellón de los olvidados”) es este libro. Continuar mientras haya luz, y palabras.

Su mes en el ‘Open Arms’ le sirvió a Yolanda Álvarez para reflexionarlo ahora en este libro lleno de técnica y ética periodística

Poder migrante hubiera llegado más lejos si Violeta Serrano (León, 1988) se hubiera dejado persuadir por su alma de cronista, no por el ensayo. A partir de la tesis de que quienes se han visto obligados a dejar todo atrás no son enemigos a temer, y de que “nos conviene convertir a los migrantes en nuestros aliados”, el libro vibra con calas como la de Melilla (‘La única verdad es la realidad’), donde da voz a un guardia civil, y se critica a los medios “que llegan allí con la historia que quieren contar” y “no escuchan, no quieren comprender lo que pasa realmente”.

Todo lo que no hace Yolanda Álvarez (Burjassot, Valencia, 1974) en Náufragos sin tierra. A bordo de la misión más dura del ‘Open ­Arms’. Ella sabe que un periodista no es un activista. Su mes a bordo del Open Arms le sirvió para contarlo en directo en RTVE y reflexionarlo ahora en este libro lleno de técnica y ética periodística. Están las voces (Hortensia: “Nadie quiere dejar su país para marcharse lejos”; Daniel: “Si me devolvéis a Libia, estoy muerto”), las emociones (“Sentí una rabiosa tristeza”) y la lucha contra los lugares comunes (“Aquello no era lo que algunos tildaban de ‘efecto llamada’, se trataba más bien de un efecto huida: para salvarse, tenían que escapar como fuera del horror”). He visto un pájaro carpintero. Han empezado a racionar el pan. La poesía no es ficción.

Portada de 'El viejo periodismo', de Martín Caparrós y Agus Morales.

EL VIEJO PERIODISMO

Autores: Martín Caparrós y Agus Morales.



Editorial: 5W, 2020.



Formato: tapa blanda (154 páginas, 12 euros).



Portada de 'Náufragos sin tierra', de Yolanda Álvarez.

NAÚFRAGOS SIN TIERRA

Autora: Yolanda Álvarez.



Editorial: Roca, 2020.



Formato: tapa blanda (237 páginas, 17,90 euros).



Portada de 'Poder migrante', de Violeta Serrano.

PODER MIGRANTE

Autora: Violeta Serrano.



Editorial: Ariel, 2020.



Formato: tapa blanda (254 páginas, 18,90 euros) y e-book (10,99 euros).



Portada de 'Los escogidos', de Patricia Nieto.

LOS ESCOGIDOS

Autora: Patricia Nieto.



Editorial: La Caja Books, 2020.



Formato: tapa blanda (218 páginas, 16 euros).



Portada de 'Los años de la espiral', de Jon Lee Anderson.

LOS AÑOS DE LA ESPIRAL. CRÓNICAS DE AMÉRICA LATINA

Autor: Jon Lee Anderson.



Traducción: Daniel Saldaña París.



Editorial: Sexto Piso, 2021.



Formato: tapa blanda (707 páginas, 29,90 euros).



Portada de 'He visto un pájaro carpintero', de Michal Skibinski y Ala Bankroft.

HE VISTO UN PÁJARO CARPINTERO

Autor: Michal Skibinski.



Ilustración: Ala Bankroft.



Traducción: Ewa Katarzyna Moloniewicz y Abel Murcia.



Editorial: Fulgencio Pimentel, 2020.



Formato: tapa dura (136 páginas, 19 euros).



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