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LIBROS | CRÍTICA DE 'LA MUERTE DEL SOL'

Infierno sonámbulo

Yan Lianke construye una novela llena de verdad y locura en ‘La muerte del sol’

Jesús Ferrero

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La muerte del sol, de Yan Lianke.

Toda vez que la novela pierde narratividad y se adentra en el narcisismo y el solipsismo, es invadida por un maremoto de obras que recuperan los elementos fundamentales de la narratividad: personajes conmovedores, historias intensas y bien configuradas, espíritu lírico, épico y dramático: la novela real y total, la que aborda el mundo con verdadero sentido de la multiplicidad, con visibilidad y capacidad para arrastrar al lector y transportarlo a un mundo que, a la vez que suplanta la realidad, la dilata y la ilumina con el poder de una radiación. Es lo que hace Yan Lianke en La muerte del sol, una novela donde la vida es una pesadilla narrada por un idiota en cuya mente se funden indisolublemente la inocencia y la clarividencia.

El idiota nos cuenta lo que ocurre en un pueblo invadido por la plaga del sonambulismo. Todas las costumbres se trastocan y emerge el infierno. La aldea se llena de golems dispuestos a consumar sus deseos más secretos. El pueblo se convierte en la dimensión de lo inconfesable materializándose bajo la campana de sombra que lo envuelve.

Yan Lianke se permite la ironía cervantina de incluirse como personaje en la narración, retratándose como un escritor en plena sequía creadora. No conviene desvelar más elementos porque la novela se explica a sí misma y a la vez multiplica sus sentidos en la mente del lector. Tiene muchos antecedentes que la crítica olvida: el cuento de La bella durmiente; El país de los ciegos, de Wells; Bajo el bosque lácteo, de Dylan Thomas; algún capítulo de Cien años de soledad… Pero de esa tradición occidental (así como de la china) Yan Lianke sabe sacar lo mejor para crear una novela llena de verdad y de locura, donde, a la vez que consigue un gran efecto de realidad, conquista altas cotas de fantasía y de originalidad, sin renunciar a la alegoría y a la fábula moral. Y todo en un universo expresionista donde no es difícil ver una imagen de la ilimitada insensatez de nuestros días. Cuando concluyes la lectura, el universo de la narración se agranda en tu cabeza. El mundo se tambalea, el mundo recupera su oscilante y misteriosa naturaleza.

La muerte del sol, de Yan Lianke.

La muerte del sol 

Autor: Yan Lianke.


Traducción: Belén Cuadra.


Editorial: Automática, 2020.


Formato: 420 páginas. 24 euros.


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