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Paraísos en la cabeza

Carlota Gurt agrega en sus relatos a la ambigüedad otro elemento de la escritura, el emocional, ese que no sabes bien a qué atribuir

J. Ernesto Ayala-Dip
Portada de 'Cabalgar toda la noche', de Carlota Gurt.
Portada de 'Cabalgar toda la noche', de Carlota Gurt.Navona

Los 13 relatos que conforman Cabalgar toda la noche, de la escritora y traductora catalana Carlota Gurt, no son de los que se olvidan al cabo de leerlos. Dejan un regusto ambiguo, pero enormemente saludable desde el punto de vista literario. La ambigüedad ya es un signo de bondad narrativa en todo cuento que se precie. Incluso diría que es una obligación ineludible. Precisamente por eso las teorías más relevantes en torno a este género siempre apuntan a esa insoslayable regla de oro. A todo ello, Carlota Gurt agrega otro elemento a la ambigüedad de la escritura, el emocional, ese que no sabes bien a qué atribuir, si a un estilo, a una forma de ir aglutinando en torno a un argumento señales incómodas, impredecibles, apuntando a la postre a un desenlace turbador.

Trataré de argumentar esta sensación al lector, dicotomía que tan bien casa con este libro. La razón con que está construido y el sentimiento que concita. Elijo uno de los cuentos, ‘El verano eterno’, una pieza que comienza siendo como una comedia de equívocos y termina como termina. Cómo termina no lo diré, obviamente, pero sí diré lo que me dejó, la sensación de que en esta pieza está la esencia estilística y filosófica (en el sentido que tenía para Edgar Allan Poe el concepto de filosofía asociada al cuento) de todo el libro. Hay una frase que enuncia su protagonista que resume su sentido: “La realidad es un estorbo y nunca se parece al paraíso que tengo en la cabeza”.

A los personajes no sólo les pasan cosas, sino que además esas cosas tienen mucho que ver con lo que tienen en sus cabezas. Y lo que tienen no siempre es lo que esperaríamos que tuvieran o que les sucediera. En Cabalgar toda la noche no hay hechos maravillosos, ni alucinatorios, pero sí hay paraísos que sólo ellos entienden y necesitan para sobrevivir, incluso para ser felices a su manera. Otro cuento se titula ‘El día de la liberación’, donde una mujer decide desaparecer. Pero no lo hace a la manera predecible, vista y no vista. Lo hace poco a poco, miembro a miembro, ante la mirada perpleja de su hijo. Me ha gustado mucho este libro. Sigamos a su autora porque promete más.

Portada de 'Cabalgar toda la noche', de Carlota Gurt.

CABALGAR TODA LA NOCHE

Autora: Carlota Gurt.


Traducción: Carlos Mayor.


Editorial: Navona, 2020.


Formato: tapa blanda (184 páginas, 17 euros).



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