España extradita a Rusia a un checheno que pidió asilo por torturas
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
España acordó ayer la entrega en extradición a la Federación Rusa del supuesto terrorista checheno Murat Ajmedovich Gasayev, a pesar de las insistentes peticiones para que no lo hiciera de Amnistía Internacional y de Human Right Watch alegando que será sometido "de nuevo" a torturas en dicho país. Gasayev está acusado por la fiscalía de su país de pertenencia a banda armada, estragos, asesinato, tentativa de asesinato, detención ilegal de carácter, robo de uso con finalidad y tenencia de armas, municiones y explosivos, todo ello con finalidad terrorista.
Gasayev fue detenido en la localidad valenciana de Mislata en diciembre de 2006. Llegó el 3 de junio a España, donde pidió asilo político. El ruso checheno alegó que tras ser detenido en Ingushetia a finales de agosto de 2004 fue acusado de un ataque armado contra dependencias gubernamentales en dicho territorio perpetrado en el mes de junio de ese mismo año. Después de tres días preso, fue liberado en el campo, sin cargo alguno, después de que un grupo de soldados simulara que iba a fusilarlo.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional apoyó su entrega a Rusia el 8 de febrero de 2008, una vez que obtuvo garantías de la fiscalía de aquel país de que Gasayev "no sería condenado a muerte ni a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional" y de que su detención sería supervisada por el Comité de la ONU contra la Tortura.
