Los profesores de FP con más experiencia y especialización irán más atrás en las oposiciones en Madrid por una puntuación “injusta”
Comisiones Obreras denuncia que a los antiguos docentes técnicos de Formación Profesional se les valora menos el tiempo trabajado
E. no ha podido pasar sus vacaciones de paz. En lugar de desconectar en casa o en algún lugar lejos de Madrid, esta profesora de 60 años ha pasado el mediodía del miércoles bajo el sol de mediodía protestando frente a la Consejería de Educación, junto a cerca de 30 docentes más de Formación Profesional (FP). E., que lleva ocho años dando clase en la pública, se ha presentado a las oposiciones de reposición en junio con la esperanza de tener una plaza para seguir dando clase de Animación Sociocultural e Integración Social. El examen ha ido bien, pero no los puntos del baremo. Por la forma en que la Comunidad de Madrid ha aplicado la ley estatal ha perdido puntaje en el apartado de experiencia profesional y, ahora, teme quedar atrás en la lista y perder la plaza. E. sabe que en una oposición, cada punto cuenta.
“Me quitaron la mitad de puntos. Debí tener 5, el máximo, pero me dieron solo 2,5″, cuenta E. mientras sostiene una sábana que lleva escrito en aerosol el mensaje “S.O.S Internos FP”. A ella, por ley, la cambiaron de cuerpo de profesores hace un año. Antes trabajaba bajo la categoría 591 (antiguos profesores técnicos de Formación Profesional) y, ahora, por la LOMLOE, es categoría 590 (profesores de secundaria). Ese cambio, que parecía simple, le ha costado que el sistema no evalúe toda su experiencia. De haber estado siempre en la misma categoría, cada año valdría un punto. Pero, según interpreta Madrid, por el cambio de grupo, ahora cada año que ella estuvo como 591 solo vale medio punto. “Yo ya tengo una edad y no estoy para esto”, reniega E.. A su lado, otros profesores afectados cantan: “Mal baremados, estamos exiliados”.
E. es una de los 840 profesores en Madrid, que según Comisiones Obreras, terminarán más atrás en las listas de las oposiciones por cuenta de una puntuación “injusta” de su experiencia laboral. Aunque el origen del problema está en las leyes estatales, otras comunidades autónomas han resuelto el dilema para evitar que los docentes resulten afectados, como explica el sindicato. “La Comunidad de Madrid es la única que hace una interpretación tan restrictiva de la norma”, explica Aida San Millán, responsable de Enseñanza Pública en CC OO.
Este año, que hubo concurso, 2.750 profesores de la Comunidad de Madrid se la jugaban para obtener una de las 478 plazas disponibles para el Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria (590). Su lugar en la lista de reposiciones dependía de la nota de las oposiciones y el baremo. De un total de nueve puntos del baremo, cinco los da la experiencia docente; cinco puntos, la formación académica; y dos puntos, otros méritos.
El problema está en la forma en que se ha puntuado la experiencia: por cada año en especialidades del mismo cuerpo al que se opta, se les da un punto; pero si ha sido en especialidades de distintos cuerpos al que se opta, se les da medio punto. Los profesores que eran del grupo 591 y ahora son del 590 esperaban que cada año de experiencia en su antiguo grupo les valiera por un punto porque, a fin de cuentas, su categoría en esencia es la misma y porque ellos no decidieron voluntariamente cambiarse de grupo, sino que fue una decisión estatal.
Sin embargo, docentes como E. se llevaron una sorpresa cuando vieron que su experiencia en el 591 valía la mitad. Esto los envió varias casillas abajo en la lista provisional, por debajo de profesores de secundaria que tienen menos años trabajados o especialización en sus áreas pero que, por siempre haber estado en el 590, les llevan ventaja. Los baremos definitivos se publicarán en la segunda quincena del mes de julio.
La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO, Isabel Galvín, advierte de que esto puede dejar a algunos profesores con amplia experiencia y formación en el paro. “Estamos ante una reconversión de plantilla de la FP que va a desplazar a los especialistas por profesores con antigüedad más valorada que la suya por estar en otro cuerpo. Esto va a dejar sin trabajo a muchos profesores y va a afectar a la calidad de la oferta de los centros públicos de FP”, asegura Galvín.
Eso es lo que se teme B., que lleva 14 años en la pública, dando clase en Procesos de Gestión Administrativa en la FP. B. es economista, ha sido correctora técnica de libros de su área y lleva años dando clases impuestos y programas informáticos necesarios para la economía. “Pero me va a pasar en las listas gente con 23 años, decenas de personas por delante, solo porque son del grupo de profesores de secundaria y su año de experiencia vale un punto; mientras los míos, medio punto”, critica B. Quedar atrás en la lista le puede costar la plaza o, en el “menos peor de los casos”, no tener prioridad para elegir un instituto o en la zona que mejor le venga. B., que podría trabajar en una consultora pero que es docente por vocación, no descarta irse a la privada. “Somos de los profesores de FP que menos cobramos, que llevamos años sin contrato fijo, ¿y ahora esto?”, cuestiona.
Si B. viviera en otra comunidad autónoma, como Castilla-La Mancha, no tendría ese problema. El año pasado, por ejemplo, la Junta de Castilla-La Mancha rectificó el baremo luego de que, al elaborar las listas de las bolsas de trabajo para interinos, también le quitara la mitad del puntaje a los profesores de la FP que pertenecían a la anterior categoría. Pero para B., irse a esa comunidad no es una opción, porque en Madrid está su vida y su familia.
CC OO se reunió con la Consejería de Educación el pasado 20 de junio y le exigió un cambio al baremo; pero la respuesta fue negativa. “La Comunidad de Madrid se ha ajustado a la legislación estatal vigente, que además es normativa básica del Ministerio de Educación”, ha justificado Educación a este diario.
La Red PT FP, una asociación de profesores técnicos de FP que defienden los derechos laborales de esta categoría, advierte de que el espíritu de la norma estatal es que los docentes de ese antiguo cuerpo “mantengan los méritos a pesar del cambio”. “Lo contrario es ir contra el espíritu de la ley”, responde por correo electrónico, Vicent Tamarit, secretario de la red. Cuenta que esta complicación se previó cuando ese cuerpo de profesores desapareció. Tamarit muestra documentos de convocatorias de otras comunidades como Andalucía, Aragón y Región de Murcia en las que se indica que a los docentes del extinto cuerpo se les tendrá en cuenta la experiencia de su anterior categoría para aplicar a plazas del cuerpo de profesores de Enseñanza Secundaria.
“Esto es atentar contra los derechos laborales. No se pueden perder los derechos adquiridos”, se queja H., otra profesora, que lleva 10 años en el área de servicios socioculturales y que tiene experiencia en trabajo y orientación a alumnos en riesgo de exclusión social. “Yo llevo todo junio despertándome por las noches y diciendo: no me lo puedo creer, que esté casi que igual que como empecé. En 2010 tuve muy buena nota en las oposiciones, pero me quedé sin plaza, porque no tenía suficiente experiencia. Y ahora que la tengo, no se me valora”, se queja H.
CC OO, ante la negativa de la Comunidad de Madrid, optará por la vía legal y por las movilizaciones. En este momento, avanza una campaña de reclamaciones individuales de los afectados y el sindicato ha enviado una carta a la Consejería y al Ministerio de Educación pidiendo una reunión y soluciones urgentes. “Al ministerio le pedimos que requieran a Madrid. El baremo es estatal, pero se está produciendo un agravio comparativo en Madrid y el Estado debería ampararles”, comenta Aida San Millán, de CC OO.
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