Digitalización, una necesidad para la educación superior en Latinoamérica
La era digital sugiere un cambio en la educación tradicional de las universidades; la IFC propone modelos de tecnología que enriquecen la enseñanza en universidades de la región y hablará de ello en una conferencia los días 6 y 7 de marzo en Ciudad de México
A pesar de los avances en la última década, América Latina y el Caribe aún enfrenta brechas significativas en la educación superior. Según un informe reciente de la UNESCO, la Unicef y la Cepal, la región no alcanzará las metas de educación planteadas por la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Estas desigualdades afectan a diversos grupos de la población, limitando el acceso a la educación superior y perpetuando la inequidad social.
La tasa bruta de matrícula en educación superior en Latinoamérica es del 40% por debajo del promedio mundial, que es 57%. Además, los estudiantes de familias de bajos ingresos tienen menos posibilidades de acceder a las universidades. Otra brecha importante es la de género, y es que aunque las mujeres tienen mayor participación que los hombres en la educación superior, aún hay muy baja participación de ellas en carreras STEM, relacionadas con las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.
En 2023, el desempleo juvenil en la región alcanzó 14,4% según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Cifras del Banco Mundial demuestran que aumentar los logros académicos de una persona en América Latina puede aumentar el potencial de ingresos en 17,7%. Esto impulsaría a su vez la innovación, la productividad y competitividad de la región, reduciendo desigualdades sociales y económicas.
Si bien la pandemia afectó a la población económicamente y retrasó los niveles de ingreso a universidades, también ayudó a entender la importancia de la digitalización en los estudios y principalmente en universidades. La plataforma HolonIQ asegura que el 76% de las instituciones de educación superior en América Latina consideran que el aprendizaje en línea tiene ahora un papel fundamental en la forma de estudiar.
Alejandro Caballero es especialista en educación de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial. “La digitalización no solo nos obliga a repensar los modelos tradicionales de enseñanza, aprendizaje y desarrollo de habilidades, sino también la gestión misma de las instituciones y de todos los servicios relacionados con la vida académica y extracurricular de los estudiantes”, explica.
La IFC creó el Programa Digital para Educación Terciaria D4TEP, que ayuda a las universidades a utilizar la tecnología mediante herramientas de automatización de procesos administrativos para facilitar la experiencia educativa de los estudiantes. Este programa ha sido empleado en Colombia, Perú, Ecuador y México. Además, crearon Vitae, un programa que ayuda a emplear a los graduados de instituciones de educación superior de todo el mundo, guiando a las instituciones en el mercado laboral con el fin de elevar los estándares. Este programa ya se aplica en 20 universidades de Latinoamérica.
Además, la IFC está organizando su novena conferencia mundial sobre educación los días 6 y 7 de marzo en la Ciudad de México, un evento que tiene como fin promover la educación superior asequible y de calidad, con especialistas que profundizarán en la innovación digital, los nuevos modelos operativos y soluciones de aprendizaje para garantizar que los estudiantes de educación superior de países de ingresos bajos y medios puedan tener éxito en el mercado laboral actual.
La educación superior es un pilar fundamental para el desarrollo de América Latina. Abordar las brechas existentes es crucial para construir una sociedad más justa e igualitaria. Los gobiernos de la región e instituciones como la Unesco y la Corporación Financiera Internacional juegan un papel importante en la promoción de políticas públicas que favorezcan la educación superior de calidad para todos.