El G-20 reclama con urgencia más ayuda humanitaria en Gaza y más protección a los civiles
La declaración final de la cumbre de Río incluye un tímido pronunciamiento sobre la guerra de Ucrania
La primera de las dos jornadas de la cumbre del G-20, el club de las mayores economías del planeta, que se celebra en Río de Janeiro (Brasil), culminó este lunes por la noche con la adopción de la declaración final de los líderes. El documento, difundido por el país anfitrión, recalca “la necesidad urgente de ampliar el flujo de asistencia humanitaria” a la franja palestina de Gaza y “exige el levantamiento de todas las barreras a la prestación de asistencia humanitaria a gran escala” sin mencionar a Israel ni a Egipto, que controlan los lindes. El G-20 se muestra mucho más parco respecto a la guerra de Ucrania, iniciada por Rusia (miembro del club). Tras mencionar el sufrimiento humano y los impactos negativos de la contienda en el este de Europa, da la bienvenida a las iniciativas “a favor de una paz justa y duradera”.
La declaración final, de 85 apartados y 22 páginas, no incluye notas al pie de ningún país y ha sido apoyada incluso por Argentina, la más reticente en esta ocasión. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, estaba empeñado en plantear asuntos que concitan amplísimos consensos, como la lucha contra el hambre y la pobreza, para asegurarse el éxito de este cónclave que culmina el regreso de Brasil a la liga de los países relevantes tras el ostracismo que vivió durante el mandato de Jair Bolsonaro.
Pese a sumarse a la mayoría, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha difundido un comunicado en el que detalla sus muchas discrepancias con el texto pactado por el G-20. A pesar de las críticas del argentino, el documento incluye referencias a la igualdad de género, el impuesto al patrimonio de los superricos, la Alianza contra el Hambre y la Pobreza y el compromiso de acelerar los pasos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo sostenible pactados por el mundo en la ONU.
El párrafo dedicado a la invasión israelí de Gaza y de Líbano y el dedicado a la invasión rusa de Ucrania son la parte de la declaración de líderes que mayor esfuerzo ha requerido por parte de los negociadores sdurante las últimas semanas. Las dos cumbres anteriores, la de India y la del Indonesia, estuvieron atascadas por la formulación de la postura común sobre la guerra de Ucrania.
El que se refiere a Oriente Próximo es más largo —tiene 147 palabras en el original en inglés— y contundente de los dos: apoya un alto el fuego. La referencia a Ucrania es de 77 palabras meramente descriptivas. En cierta manera, refleja la posición de Brasil, mucho más terminante respecto a Israel que respecto a Rusia.
Los europeos del G-20 querían endurecer la declaración sobre Ucrania después del ataque ruso contra las infraestructuras eléctricas del fin de semana, pero la presidencia brasileña se ha resistido.
El representante de Rusia en el cónclave, el canciller Serguéi Lavrov, ha aprovechado el G-20 para reunirse bilateralmente con el presidente chino, Xi Jinping, y reforzar sus lazos. “Estamos realmente en un nivel sin precedentes en [lo que respecta a] el desarrollo de nuestras relaciones estratégicas de asociación integral”, ha dicho Lavrov durante el cónclave, según Interfax, citada por Reuters.
La declaración reafirma el “pleno compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”. El párrafo, que chocó con la oposición del Gobierno de Milei durante la cumbre ministerial celebrada en julio en el marco de las negociaciones del G-20, recoge la necesidad de alentar “el desarrollo liderado por las mujeres” y “la participación y el liderazgo plenos, igualitarios, efectivos y significativos de las mujeres en todos los sectores y en todos los niveles de la economía, lo cual es crucial para el crecimiento del PIB mundial”.
La premisa de este apartado, y lo que rechazó en reiteradas ocasiones el presidente argentino, es que “todas las mujeres y niñas enfrentan barreras particulares debido a diversos factores, como la falta de acceso a la atención médica, la educación, el desarrollo profesional, la igualdad salarial y las oportunidades de liderazgo”. El G-20 condena expresamente “toda forma de discriminación contra mujeres y niñas” y recuerda el compromiso del grupo con “poner fin a la violencia de género, incluida la violencia sexual, y combatir la misoginia” dentro y fuera de internet.
El texto pactado reafirma el apoyo de los líderes a los migrantes y el compromiso con “lograr un mundo más inclusivo, en consonancia con las políticas, legislaciones y circunstancias nacionales, garantizando el pleno respeto de los derechos humanos y sus libertades fundamentales independientemente de su situación migratoria”.
Al mismo tiempo, reconoce “la importancia de prevenir los flujos migratorios irregulares y el tráfico ilícito de migrantes, como parte de un enfoque integral para una migración segura, ordenada y regular, respondiendo al mismo tiempo a las necesidades humanitarias y las causas profundas del desplazamiento”. Un enfoque que choca con la política migratoria que pretende impulsar Donald Trump a partir del 20 enero, una etapa que prometió estrenar con deportaciones masivas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.