El giro de Maduro en las redes: de nuevo rey de TikTok a cargar contra ellas
El presidente de Venezuela carga contra muchas de las aplicaciones y pide que se deje de usar Whatsapp porque se utiliza “para amenazar” al país
Una vez al mes, un mensaje de Whatsapp activa la red que hace posible el despacho de millones de bolsas de los Clap, el programa con el que el presidente Nicolás Maduro ha compensado a los venezolanos ante la pérdida del valor del salario y del poder adquisitivo del bolívar. Ahora, el mandatario ha pedido a sus seguidores eliminar esta aplicación de mensajería y ha declarado la guerra a las redes sociales en las que lleva años invirtiendo dinero y esfuerzos.
El servicio de mensajería también se usa para hacer una compra, cuando la junta de condominio notifica que llegó el agua o el gas o cuando la maestra da instrucciones sobre las tareas. Es de uso cotidiano para los venezolanos que tienen la familia extendida en casi ocho millones de migrantes y es la principal vía a través de la cual la gente se informa, en un país en el que más de 400 medios han cerrado en dos décadas y la mayoría de los que están activos sufren censura.
Maduro aseguró haber desinstalado la aplicación propiedad de Meta de su teléfono. Ahora está pidiendo a la gente que se pase a la rusa Telegram o a la china WeChat. “¡Fuera Whatsapp!”, increpó esta semana. Su argumento es que junto a otras redes sociales como Instagram, X y TikTok se han usado para incentivar el odio contra los seguidores y funcionarios de su Gobierno. “Yo voy a romper relaciones con Whatsapp, porque la están utilizando para amenazar a Venezuela”, dijo. Esta es parte de su ofensiva en la nueva crisis política que se ha desatado tras las elecciones presidenciales, en las que fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral sin haber presentado todos los resultados.
Un 93% de la gente que tiene internet en Venezuela usa Whatsapp, según Social Guest. Criminalizar el uso, advierten activistas digitales, sería dinamitar un importante puente de comunicación. “Así como en grupos de Whatsapp se articula el PSUV y los jefes de calle que reparten el Clap, también se articula el movimiento opositor y de la sociedad civil”, advierte Luis Serrano, coordinador de Redes Ayuda, una ONG que defiende los derechos digitales.
“Imponer la vigilancia gubernamental y sembrar el terror por tener una aplicación busca desarticular cualquier mecanismo de la sociedad civil y de los partidos políticos de oposición con la retórica del miedo, busca impedir que la gente se exprese y se organice”, dice Serrano. El Gobierno ha llamado a delatar a quienes hayan protestado contra los resultados de las elecciones. La gente ha cambiado sus configuraciones de seguridad e incluso ocultado sus fotos de perfil para evitar ser identificados.
Maduro no habló directamente de bloquear esta aplicación en el país, para lo que se requeriría infraestructura y filtros costosos. Pero durante una reunión con el alto mando militar les encomendó la tarea de armar una estrategia para regular las redes sociales digitales. Hace tiempo que el chavismo viene amenazando con ejercer mayor control en espacios digitales. Desde 2017, la llamada ley contra el odio ha servido para encarcelar a personas que han publicado mensajes críticos al Gobierno en X o en sus estados de Whatsapp o grabado algún video satírico sobre Maduro en TikTok.
A la par, el mandatario se ha procurado una omnipresencia comunicacional. En la campaña electoral hizo un importante esfuerzo en TikTok y logró colarse entre las tendencias para llegar al voto joven. Su propaganda colonizó los espacios publicitarios de todas las plataformas. Desde hace años, un ejército de tuiteros coordinados por instituciones del Estado impulsa etiquetas para posicionar mensajes favorables a su Gobierno. “Es verdad que han logrado contaminar la conversación, imponer tópicos y temas que no existen, pero a pesar del esfuerzo comunicacional que hacen no lograr capitalizar en votos ni restarle votos a su competencia”, sostiene Serrano.
En medio de la nueva gesta por legitimarse como ganador de las elecciones del pasado 28 de julio sobre las que no hay todavía resultados oficiales, Maduro también ha declarado al magnate Elon Musk su enemigo. En televisión también se repite una y otra vez que Jeff Bezos, de Amazon, está implicado en la conspiración. La razón es que la oposición publicó los resultados de las actas electorales que logró recoger con sus testigos en una página web alojada en los servidores de la empresa estadounidense, donde también están millones de sitios de todo el mundo. Así se ha alimentado la narrativa anti Estados Unidos que caracteriza al chavismo.
Para Serrano, la invitación a migrar a Telegram y WeChat es parte de lo mismo, pero tiene implicaciones para la seguridad de los usuarios. “En términos de privacidad estas aplicaciones son mucho más vulnerables. WeChat tiene un esquema de seguridad básico y Telegram no tiene cifrado de extremo a extremo, como Whatsapp, y las conversaciones se guardan en los servidores de Telegram. Si un usuario es vulnerado en Telegram puedes tener acceso a las conversaciones previas”, advierte.
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