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Alfonso López-Chau, rector y candidato presidencial peruano: “La Constitución defiende intereses mezquinos; hay que cambiarla”

El rector de la Universidad Nacional de Ingeniería, conocido por acoger a manifestantes de las regiones que marcharon en contra de Dina Boluarte, ha creado con jóvenes un partido de centroizquierda

Pablo Alfonso López-Chau
Alfonso López-Chau, rector de Universidad Nacional de Ingeniería de Perú, en la entrevista con EL PAÍS en su casa en Lima.SEBASTIAN CASTAÑEDA
Renzo Gómez Vega

Hace un año y medio, Alfonso López-Chau (El Callao 73 años) fue noticia por albergar en el campus de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) a estudiantes y civiles de la sierra sur del Perú que habían viajado a Lima con una consigna: propiciar un adelanto de elecciones tras la destitución de Pedro Castillo por su frustrado autogolpe. Mientras en San Marcos, la otra universidad pública de renombre, la Policía ingresó, desalojó y agredió a otros manifestantes, López-Chau logró que las tanquetas se retiraran, realizando diversas gestiones.

Por aquel incidente, el rector de la UNI fue tildado de “terrorista” y, además, debió justificar su decisión ante el Congreso y la Contraloría. Pero al mismo tiempo despertó la gratitud y simpatía de otro sector de la población que empezó a prestarle atención a su liderazgo. Este doctor en Economía, con militancia en partidos de izquierda, encabeza ahora su propia agrupación política llamada Ahora Nación que tentará el poder a mediados de 2026.

López-Chau recibe a EL PAÍS en su casa, un departamento en el distrito limeño de Miraflores. Aunque la línea es muy delgada, no desea que se le asocie como un rector proselitista. Su periodo en el rectorado concluye en noviembre de 2026, por lo que pedirá licencia en las semanas más cruentas de la contienda electoral. A diferencia de otros precandidatos que centran su discurso en la mano dura y la lucha contra la inseguridad ciudadana, López-Chau habla de doctrina, unidad y división de poderes. Su marco ideológico son pensadores que analizaron el Perú desde distintas miradas como José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre, Jorge Basadre y Víctor Andrés Belaunde. “No es una pose política, sino un convencimiento intelectual”, sostiene.

Un manifestante proveniente de Puno sostiene un cartel de protesta en en la Universidad Nacional San Marcos, en Lima (Perú), en enero de 2023.
Un manifestante proveniente de Puno sostiene un cartel de protesta en en la Universidad Nacional San Marcos, en Lima (Perú), en enero de 2023. Mauricio Morales

Pregunta. ¿Esta tarde hablaremos con el rector o el candidato?

Respuesta. Con el militante de Ahora Nación. Así se llama el partido. Y para efectos prácticos soy un precandidato. Porque quiero formar un frente.

P. Señala que no desea postular en un vientre de alquiler. ¿Qué hace distinto a Ahora Nación?

R. Un vientre de alquiler es un partido que te invita a su plancha, lo cual puede tener consecuencias políticas porque no sabes qué ideologías puedes encontrar allí. Ahora Nación es un partido formado a raíz de un reencuentro: una reunión entre los jóvenes del tercio superior de la Universidad Nacional de Ingeniería que acogieron a los universitarios del Cusco y Puno que vinieron a Lima a marchar en contra de este Gobierno. En esa realidad nace el partido, un partido socialdemócrata de centroizquierda.

P. Vivimos una polarización política donde quien se ubica en el centro es acusado de tibio.

R. Es cierto, hay un sector que hace ese tipo de señalamientos, pero ese sector corresponde a una extrema derecha o extrema izquierda. ¿Cómo se resuelve el problema? Debatiendo. Confrontando ideas. No hay otra regla. Yo promuevo el debate. Donde me digan, allí estaré y ganaré.

P. Se tiene mucha confianza…

R. Eso se llama seguridad programática.

P. Usted llegó a tentar una curul en el Congreso, ¿no es así?

R. En 1995, con un partido que se llamó Apertura para el Desarrollo Nacional. Esa fue la única vez. Pero era una apuesta al Congreso sin cabeza y nos fue mal. Cuando no hay una cabeza te va mal.

P. ¿Recuerda cuántos votos obtuvo?

R. Muy pocos. Casi nada. Era el momento más fuerte de (Alberto) Fujimori y cualquier voz contestataria era vista como un peligro inminente. Yo no me avergüenzo de esa experiencia. Hice campaña escribiendo artículos periodísticos en un diario.

P. ¿Qué de diferente tiene este contexto para que haya tomado la decisión de encabezar una agrupación política a estas alturas de su vida?

R. He intentado muchas veces armar un partido con la idea de nación, pero no tenía resultados. Carecía de recursos y fracasaba. Optaba por la unidad de la izquierda, pero cuando veía que se partía me retiraba y me iba a mi casa. Lo que ha ocurrido ahora es suerte. ¿Qué fuerza tenía yo para formar un partido? Los jóvenes lo han hecho. Se han identificado con mi pensamiento. Siempre he pensado que esto requiere de un gran frente que agrupe a la izquierda democrática y los sectores progresistas. Solo un bloque histórico nos ayudará a vencer los enormes desafíos de un país como el Perú.

P. ¿Qué aspira a representar?

R. A este bloque donde empresarios y nacionales se compren el pleito del país. No hay proyecto nacional de solo empresarios, como tampoco de solo trabajadores o de solo militantes de extrema derecha o de solo militantes de extrema izquierda. El proyecto nacional representa a todos o no representa a nadie. Y eso no es un romanticismo. Eso existe en los pueblos. Un acuerdo donde ingresa la fuerza programática, intelectual, moral y organizativa.

P. ¿En qué se basa para considerar que la idea de una coalición es posible en un país tan fracturado?

R. En que el Perú no ha tenido una revolución burguesa, capitalista, en el cabal sentido del término. Una revolución burguesa supone una Constitución reconocida por las partes. Y toda Constitución que se respeta tiene tres columnas: la defensa de la soberanía, la cohesión social y ser clara en cómo se transmite el mando y el poder. Esta, de 1993, no la tiene. Más que una Constitución es una Carta surgida de un golpe de Estado que divide a los peruanos.

Legisladores en el Congreso de Perú, en julio de 2023
Los legisladores esperan la llegada de la presidenta peruana Dina Boluarte dentro del Congreso, en Lima, en julio de 2023. Aldair Mejia (AP)

P. ¿El cambio de Constitución es una de sus banderas?

R. Sí. No nos une y defiende intereses mezquinos y particulares. Por eso también planteo que el Perú debe tener tres grandes partidos: uno de derecha, otro de centro y uno de izquierda. Es necesario.

P. En el último tiempo hemos tenido un Ejecutivo débil y un Congreso muy decisivo. ¿De qué manera su agrupación buscará tener una representación amplia en la Cámara?

R. La historia del Perú es una historia de intrigas y traiciones porque no hemos tenido Estado de derecho. El Perú es más casa y menos hogar, más Estado y menos nación. Ese es el tema de fondo. Como estoy seguro que es así, no pretendo que Ahora Nación resuelva los problemas del país, sino que más bien sea un factor para llevar a la gran unidad.

P. ¿Qué opina de sus eventuales contendores: Antauro Humala y Keiko Fujimori?

R. Antauro Humala dice que recuperará Arica. La política no es eso. La política es teoría y práctica. No siempre es bueno pensar y no actuar, pero siempre es malo actuar sin pensar. Nunca la pistola a la política. Eso es muy irresponsable. El etnocacerismo para mí tiene bases fascistas con una diferencia: el fascismo tiene doctrina, principios, recontra equivocados, pero este no tiene nada. Es una copia. Y en cuanto al fujimorismo, el cargo más grave que le imputo es haber pervertido el alma de la nación. Eso es peor que la corrupción. Porque en la perversión, líderes rateros generan seguidores rateros. No hay espíritu de grandeza.

P. ¿Qué le inspira la presidenta Boluarte y su histórico 5% de aprobación?

R. A mí me da mucha lástima porque está en un mate ahogado: no le han hecho jaque, pero no se puede mover. En los primeros días de su mandato yo le sugerí que convocara a un gabinete de unidad nacional y que llamara a elecciones. Y también que le diera un lugar a la universidad, que es una de las cosas que propongo. La universidad crea mercados con ciencia, tecnología y educación, y eso a cualquier gobernante lo viste. Es esencial reivindicar a los maestros. Si Dios quiere que llegue (a ser presidente), voy a privilegiar a las universidades, construir laboratorios, cortar el hecho de que un profesor tenga que trabajar en otro sitio para completar su sueldo. Por eso a mis militantes les exijo tres cosas: estudiar, investigar y servir. En una generación cambiamos esto. Se llama gerencia del conocimiento.

P. ¿Le teme a la delgada línea de ser rector y a la vez candidato a la presidencia?

R. Es una línea delgada que intento resolver de esta manera: solo salgo por invitación oficial de un alcalde o un rector y opino después de las cuatro de la tarde, sobre todo sábado y domingo. Luego estoy todo el día en la Universidad Nacional de Ingeniería. Eventualmente, he surgido porque el ciudadano exige que seamos más directos y frontales. Me aconsejaron que no sacara la cabeza tan pronto porque me la iban a cortar. Pero ya no me importó. Están cooptando todos los poderes del Estado. Lincoln decía que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Estas autoridades la han cambiado a su medida: es el gobierno de la mafia, por la mafia y para la mafia. El pueblo escogerá. Todas las mentes sensatas están viendo lo que está pasando con el país.

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Renzo Gómez Vega
Periodista y escritor. Ha escrito en los medios peruanos 'El Comercio', 'La República', el semanario 'Hildebrandt en sus Trece' y 'Salud con Lupa'. Fundador de la revista digital 'Sudor'.
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