Obama anuncia que enviará 3.000 militares para luchar contra el ébola
La ONU cifra en mil millones de dólares el combate contra el virus, 10 veces más de lo calculado El Banco Mundial ha aprobado la donación de 105 millones para los tres países más afectados
Estados Unidos desplegará 3.000 efectivos del Ejército en África Occidental y creará un centro de operaciones en Monrovia, Liberia, para coordinar los esfuerzos de la comunidad internacional contra el brote de ébola, que ha matado ya a 2.461 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una crisis “sin parangón”.
“Estamos preparados para proporcionar el liderazgo y las infraestructuras con las que sólo contamos nosotros”, dijo Obama durante su visita a la sede del Centro de Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta (Georgia). El presidente aseguró que la probabilidad de que la enfermedad llegue a EE UU es “extremadamente baja” pero ratificó su compromiso para impedir que se extienda a más países en África. “Hay pacientes que simplemente están esperando a morir. Y no tendría por qué ser así”.
Obama aseguró que la comunidad internacional “tiene la responsabilidad” de actuar y que, de no ser así, la epidemia puede tener “consecuencias económicas y políticas” en todo el mundo. “Si no detenemos la epidemia, cientos de miles de personas pueden resultar infectadas”. EE UU se compromete a liderar una estrategia que controle la epidemia, responda a la crisis humanitaria, coordine la ayuda internacional y, de cara al futuro, establezca un sistema público de salud sostenible en la región.
El anuncio de Obama se produjo este martes después de múltiples peticiones de ayuda de quienes trabajan sobre el terreno —organizaciones como Médicos sin Fronteras—, de los llamamientos de la OMS a la comunidad internacional para evitar “una catástrofe humanitaria”, y del acto de contricción de la Unión Europea que la víspera hizo autocrítica y reconoció que se han perdido “semanas muy valiosas” porque su respuesta a la crisis ha llegado “con retraso”. La Casa Blanca, a través del portavoz Josh Earnest defendió su respuesta. La movilización de trabajadores del Centro de Control y Prevención de Enfermedades hasta la zona es “una de las más amplias hasta la fecha”, dijo.
El plan de EE UU incluye la creación de un pasillo aéreo para el envío de ayuda humanitaria, la construcción de hasta 17 hospitales en la región, con 100 camas cada uno, así como el entrenamiento de 500 profesionales médicos cada semana. Entre los recursos que aportará Washington también se encuentra un hospital para tratar a los médicos y enfermeras que están cuidando a los pacientes de ébola y que son los más vulnerables al contagio. Dado que el virus aún carece de tratamiento (las autoridades no han confirmado que los estadounidenses que sobrevivieron se curaran gracias a un suero experimental) EE UU enviará miles de botiquines destinados a los hogares en la zona afectada —50.000 llegarán a Liberia esta misma semana—, y miles de pruebas para impedir y detectar nuevos contagios. Los efectivos militares ayudarán en labores de logística, reparto de recursos, entrenamiento de nuevos profesionales médicos y la instalación de los nuevos hospitales.
Tanto el presidente Obama como el Departamento de Defensa y el CDC trasladaron a la opinión pública su preocupación ante la posibilidad de que la epidemia se agrave y no sólo se extienda a más países sino que el virus logre mutar más rápidamente. Funcionarios del Pentágono afirmaron este lunes que se trata de un brote “extraordinario y serio” y que su objetivo es impedir que se convierta en una epidemia con alta posibilidad de contagio.
El esfuerzo de EE UU coincide además con la petición de Naciones Unidas para impedir que “colapsen totalmente” los sistemas de salud de Liberia, Guinea y Sierra Leona, donde se ha concentrado la epidemia. La secretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, reveló ayer que ahora en estos tres países están perdiendo la vida más personas por enfermedades comunes, ya que las autoridades médicas no alcanzan a proporcionar la atención y tratamientos necesarios. Amos estima que se necesitarán 1.000 millones de dólares para responder a la epidemia, una cifra diez veces superior a la estimación realizada hace un mes.
La Organización Mundial de Salud (OMS) anunció ayer que el ébola ya se ha cobrado la vida de 2.461 personas y ha registrado un total de 5.000 casos. El organismo asegura además que el brote “no tiene parangón en los tiempos modernos”. La gravedad de los términos empleados por los organismos internacionales coincide con el tratamiento dado por EE UU a la crisis, que considera una “amenaza” para su seguridad nacional.
EE UU ha desplazado hasta la fecha a un centenar de especialistas a la zona, con una inversión de 175 millones de dólares en equipación, entrenamiento de profesionales y campañas de prevención. Se espera que el presidente Obama invite a la comunidad internacional a unirse a esta iniciativa durante la reunión de urgencia convocada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para mañana. Según declaraciones de Samantha Power, embajadora de EE UU ante la ONU, el encuentro será una de las raras ocasiones en que el organismo se ha reunido para tratar una crisis sanitaria.
Por el momento, China ya ha respondido al llamamiento a la comunidad internacional con el envío de nuevos profesionales médicos a Sierra Leona, que se sumarán a los 174 ya desplegados en este país para impulsar la detección de nuevos contagios. La OMS dio la bienvenida al compromiso chino, insistiendo en que la necesidad “más urgente” es precisamente la llegada de efectivos a la zona.
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