Desarticulada en Málaga una banda de 23 narcos polacos y españoles

La policía ha desarticulado una banda de narcotraficantes polacos en la Costa del Sol y se ha incautado de 1.000 kilos de hachís en una operación conjunta con las policías polaca, francesa y danesa. La cúpula del grupo, con un largo historial delictivo en su país y que se habían trasladado a Málaga, son "pesos pesados del crimen organizado" que cometieron "los delitos más graves, por los que podrían pasar muchos años en la cárcel", según el responsable de la Oficina Central de Información de la Policía de Polonia, Pawel Poltorzycki.

El grupo criminal se dedicaba al tráfico de hachís y marihuana destinados a Austria, Alemania, Francia, Dinamarca y, sobre todo, Polonia, con envíos por carretera en los que un vehículo ejercía como lanzadera, seguido de otro en el que estaba oculta la droga.

De los detenidos, 12 son de nacionalidad polaca y dirigían la banda, y hay también siete españoles, dos ucranianos, un lituano y un alemán, que se dedicaban a otras tareas como el cultivo de la marihuana, informa Efe. Además de las detenciones y la droga intervenida, se han bloqueado inmuebles en España y Polonia valorados en casi dos millones y cuentas bancarias y vehículos por 137.900 euros, además de casi 45.000 euros en efectivo, armas y otros efectos.

El líder de la banda, apodado el bandido, tuvo "mucho protagonismo en los años 90 como cabecilla de un grupo de alcance nacional en Polonia dedicado a todo tipo de actividades ilegales, incluidos los homicidios". Por ello, fue detenido y encarcelado, pero al salir de prisión en 2010 aprovechó que algunos miembros de su grupo se habían trasladado a España para afincarse aquí y montar otra banda, en este caso "de alcance internacional", según Poltorzycki.

El cabecilla, detenido en Marbella, residía en una vivienda valorada en 1,5 millones de euros y "pasaba desapercibido al llevar una vida totalmente normal", han precisado los responsables policiales españoles que han participado en la operación.

Esta actuación, en la que han intervenido también las policías de Francia y Dinamarca, comenzó en septiembre de 2015, cuando se detectó la presencia de estos individuos y, gracias a la información de Europol, se comprobó que tenían delitos "muy graves" en Polonia.

Las informaciones sobre estos individuos se vieron reforzadas por sendas incautaciones en abril y mayo de dos cargamentos enviados desde España, uno de 75 kilogramos en Dinamarca y otro de 35 kilos de marihuana en Francia. En junio, otra furgoneta con destino a Polonia fue interceptada en Valdepeñas (Ciudad Real) con 170 kilos de hachís, y posteriormente se registró un domicilio de Marbella donde se almacenaban 930 kilos de hachís.

La última fase se desarrolló de forma coordinada en Polonia y España, con ocho registros en viviendas de las localidades malagueñas de Marbella y Estepona y en Lebrija (Sevilla). El responsable del centro contra el terrorismo (ECTC) de Europol, Manuel Navarrete, ha resaltado la importancia de la colaboración internacional para enfrentarse a estos grupos "policriminales", porque "no existen fronteras, pero gracias a esta cooperación los delincuentes saben que no hay sitio donde se puedan esconder".

Según Navarrete, Europol es "una herramienta que se pone en valor cuanto más se usa" frente a las "amenazas globales" de grupos "que se mueven con gran rapidez de un país a otro".