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Diecisiete soldados muertos tras un ataque terrorista en el centro de Malí

La ofensiva fue rápidamente reivindicada por un movimiento político-militar de nueva creación

José Naranjo
Cascos azules de la MINUSMA, el 14 de julio, en Kidal.
Cascos azules de la MINUSMA, el 14 de julio, en Kidal.SOULEYMANE AG ANARA (AFP)

Un ataque terrorista que tuvo lugar este martes en Nampala, localidad situada en el centro de Malí cerca de la frontera con Mauritania y a unos 500 kilómetros de Bamako, ha provocado la muerte de diecisiete soldados malienses, según ha anunciado el Gobierno de este país. La ofensiva ha sido reivindicada por dos grupos diferentes, un movimiento de defensa de la identidad peul que surgió hace tan solo un mes y el grupo yihadista Ansar Dine que opera en el país desde el año 2012. La situación de seguridad en el centro de Malí se ha deteriorado de manera notable en los últimos dos años con el nacimiento de nuevos grupos rebeldes y la extensión hacia el sur de la violencia que corroe al norte del país.

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El ataque tuvo lugar este martes cuando decenas de asaltantes fuertemente armados y a bordo de pick-ups se lanzaron contra el cuartel militar de Nampala, una localidad estratégica situada en la región maliense de Ségou, cerca de la frontera con Mauritania y paso hacia el sur desde la región de Tombuctú. El ministro de Defensa, Tièman Hubert Coulibaly, ha confirmado la muerte de 17 soldados así como la existencia de 35 militares heridos. Se trata de uno de los ataques con más víctimas mortales que tienen lugar en Malí desde que el norte del país fuera recuperado de las manos de grupos yihadistas tras la Operación Serval liderada por Francia en la primera mitad de 2013.

La ofensiva fue rápidamente reivindicada por un movimiento político-militar de nueva creación, la Alianza Nacional para la Defensa de la Identidad Peul y la Restauración de la Justicia (ANSIPRJ), que vio la luz el pasado mes de junio liderado por Oumar Aldjana después de varios actos represivos dirigidos contra miembros de esta comunidad étnica. La zona central de Malí y en concreto las regiones de Ségou y Mopti han sido el reciente escenario de atentados y escaramuzas protagonizados por otro grupo, el Frente de Liberación de Macina, que también se autoproclama defensor de la comunidad peul.

Sin embargo, una segunda reivindicación que apunta a un posible ataque coordinado, se produjo horas después. El grupo yihadista Ansar Dine, creado por el rebelde tuareg Iyad Ag Ghali en 2011 y uno de los principales responsables de la desestabilización del norte de Malí en los últimos años, se proclamó autor de este ataque, más en concreto su célula del sur autodenominada el batallón de Macina.

El portavoz del Gobierno, Mountaga Tall, ha asegurado que las Fuerzas Armadas malienses se han hecho con el control de la ciudad y del campo militar y que están procediendo a operaciones de búsqueda de los asaltantes. “Haremos que este ataque terrorista coordinado que ha tenido lugar contra nuestras posiciones en Nampala sea objeto de una respuesta apropiada”, dijo el ministro Coulibaly. El presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, convocó este martes una reunión de urgencia con sus ministros y anunció la apertura de una investigación.

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Este ataque coincide con un momento de tensión en Malí por la aplicación de los acuerdos de paz de Argel que suponen la integración de grupos rebeldes en la administración del norte del país. Hace una semana esta tensión vivió su máxima expresión en Gao, principal ciudad del norte, cuando los jóvenes se manifestaron por el deterioro de sus condiciones de vida y dos de ellos murieron a manos de las fuerzas de seguridad. Asimismo, destacados generales como Ag Gamou o Didier Dacko han manifestado su rechazo a la aplicación de estos acuerdos en la región de Kidal, principal feudo de los independentistas tuaregs.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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