Occidente advierte a Erdogan ante la profundización de la purga en Turquía
La cifra de detenidos tras el golpe se eleva a 6.000
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha ahondado en la purga desencadenada tras el intento de golpe de Estado del viernes en Turquía. El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, elevó a más de 6.000 la cifra de detenidos en relación con el fallido levantamiento militar. Los Gobiernos de Estados Unidos, Alemania y Francia expresaron su inquietud ante la magnitud de la ola de arrestos. “[El golpe] no puede convertirse en un cheque en blanco para Erdogan”, advirtió el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, mientras EE UU pedía a Ankara que no vulnere su compromiso con la democracia.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, precisó a su vez: “Hemos instado [a los turcos] a no llegar tan lejos como para crear dudas sobre su compromiso con el proceso democrático”. El presidente Barack Obama había llamado antes a la contención a los dirigentes turcos. El ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, advirtió por su parte contra una “venganza arbitraria” tras la asonada en Turquía.
Entre los más de 6.000 detenidos se encuentran altos mandos del Ejército —como el coronel Alí Yazici, asistente militar personal del presidente—, así como jueces, fiscales y altos funcionarios del Estado. “Limpiaremos este virus de todas las instituciones”, advirtió el domingo el propio jefe del Estado.
El desglose oficial de arrestados revela que 2.839 militares se encuentran en calabozos castrenses y que 426 jueces y fiscales se hallan entre rejas tras haber sido acusados de estar implicados en el golpe o de estar afiliados a la cofradía Hizmet controlada por los gülenistas, islamistas rivales de Erdogan. El Ejecutivo ha dictado además órdenes de arresto contra integrantes del Tribunal Supremo, del Consejo de Estado y de la institución equivalente al Consejo Superior del Poder Judicial en España.
Fuentes del Gobierno turco han asegurado que la redada masiva pretende evitar que los golpistas puedan reorganizarse y lanzar nuevas amenazas contra el poder legítimo. Analistas de la prensa turca advierten de que Erdogan puede estar utilizando el fallido levantamiento militar para desembarazarse de rivales que amenazan su hegemonía desde el propio aparato del Estado.
Muchos de los soldados de reemplazo que participaron en el golpe afirmaron que sus oficiales les dijeron que se trataba de unas maniobras. El máximo órgano rector de la judicatura ha suspendido de sus funciones a 2.745 magistrados y fiscales por su supuesta relación con la organización de Fetulá Gülen, exiliado en Estados Unidos y cuya extradición va a ser solicitada por el Gobierno de Ankara. El clérigo musulmán aseguró anoche que no se siente “preocupado” ante la posibilidad de un proceso para ser entregado a la justicia turca si el Gobierno del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo, según sus siglas en turco) reúne, como pretende, pruebas concluyentes en su contra.
Fuentes militares revelaron anoche, por otro lado, que el avión en el que Erdogan regresaba a Estambul la noche del viernes fue hostigado por dos cazas F-16 de los golpistas que llegaron a fijar en su radar el aparato del presidente y que sin embargo renunciaron a derribarlo. Otros dos F-16 leales al Gobierno que protegían el avión oficial de Erdogan se vieron también amenazados por los sistemas de armamento electrónico de los dos cazas golpistas.
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