Tusk, sobre Boris Johnson: es “absurdo” comparar a la UE con Hitler
La respuesta del presidente del Consejo Europeo contrasta con el silencio institucional de Bruselas
Los dirigentes europeos llevan semanas conteniéndose para no intervenir en el inflamado debate sobre un posible Brexit. Pero la controvertida comparación de la Unión Europea con los proyectos que acometieron Hitler y Napoleón, aireada por el exalcalde de Londres Boris Johnson, ha colmado la paciencia del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. “Cuando oigo eso no puedo permanecer callado. Ese argumento tan absurdo debería ser ignorado si no lo hubiera formulado uno de los políticos más influyentes del partido gobernante [en Reino Unido]. Boris Johnson ha traspasado los límites del discurso racional y ha demostrado amnesia política”, ha atacado este martes Tusk, la cabeza visible de los Estados miembros en Bruselas.
Donald Tusk es un estratega capaz de pactar con el Gobierno británico un acuerdo que implica cesiones europeas para evitar la salida de este país del club comunitario, pero también un político dispuesto a despojarse del caparazón del lenguaje diplomático. El presidente del Consejo ha aprovechado una visita a Dinamarca, un país también con fuerte sentimiento euroescéptico, como Reino Unido, para responder con contundencia a Johnson.
El pasado domingo, en una entrevista en el Sunday Telegraph, el exregidor londinense acusó al club comunitario de seguir los pasos de Adolf Hitler y de Napoleón Bonaparte en su intento de crear un superestado paneuropeo. Las declaraciones de Johnson al diario para el que trabajó como corresponsal en Bruselas -y donde escribe una columna semanal- levantaron un gran revuelo en Reino Unido a poco más de un mes de la consulta sobre el Brexit. La media de las últimas encuestas da una ventaja de tres puntos a la opción de que Reino Unido permanezca en la Unión.
Frente a las analogías que equiparan el proyecto europeo al de dictadores, Tusk ha defendido la Unión Europea como el principal cortafuegos contra los conflictos en Europa. “Finalmente tendremos que empezar a recordarnos una verdad banal y quizás aburrida: que la única alternativa a la Unión es el caos político, la vuelta a los egoísmos nacionales y, en consecuencia, al triunfo de tendencias antidemocráticas que pueden llevar a que la historia se repita”, ha enfatizado en Copenhague, en presencia del primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen.
Tres posturas para un mismo pensamiento
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea pese a la oposición del primer ministro británico, David Cameron, elude hablar del Brexit.Consciente de la escasa simpatía que despierta en Reino Unido, tanto Juncker como sus comisarios han renunciado a participar en la campaña por el sí a la UE.
Donald Tusk ha decidido pronunciarse sobre este debate tras las invectivas del exalcalde londinense Boris Johnson. Por iniciativa propia, sin aguardar las preguntas de los periodistas, Tusk consideró "absurdo" el símil con Hitler y Napoleón y acusó a Johnson de "amnesia política".
Martin Schulz, presidente de la Eurocámara, mantiene una postura intermedia. Evita entrar en debates, pero alertó, en una reciente entrevista, sobre una posible "implosión de la UE" por el Brexit.
Mejor juntos
Sabedor del recelo que provoca, tanto en Reino Unido como en Dinamarca, la defensa de una UE cada vez más estrecha, Tusk ha querido cerrar esta crítica con unas dosis de pragmatismo. El club comunitario es “una herramienta común, no un superestado”. Pero los países europeos “tendrían que afrontar [crisis como] la migratoria, la agresión de Rusia y la incertidumbre económica también sin la UE”. Y ha concluido: “La cuestión es si los países por sí solos pueden lidiar mejor con los problemas. Al menos para mí, la respuesta es clara”.
La cúpula europea –principalmente la Comisión, el brazo ejecutivo de la UE, que se excluyó desde el primer momento de la campaña por el referéndum británico y que este mismo martes ha rehusado respaldar las palabras de Tusk- ha evitado hasta ahora apoyar públicamente el sí a la UE por miedo a crear el efecto contrario: la movilización de los partidarios del no. Pero Tusk, poco acostumbrado a morderse la lengua en los asuntos candentes, ha justificado su intervención: “Todo el mundo en Europa tiene derecho organizar referendos e incluso a plantear las cuestiones más duras. Pero nosotros, los defensores de la UE, también tenemos el derecho, incluso la obligación, de defender nuestra visión de Europa”.
La incógnita es si estas palabras de Tusk abrirán la vía a discursos similares desde Bruselas o si el resto de dirigentes se atendrá a su intención inicial de permanecer públicamente al margen. Fuentes diplomáticas y comunitarias consideran que, tras el alegato del presidente estadounidense, Barack Obama, a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE, lo más deseable es que sean otros primeros ministros europeos, más que los altos cargos de Bruselas, quienes se pronuncien sobre el referéndum del 23 de junio.
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