La UE respalda detener a los refugiados que rehúsen registrarse
Los ministros del Interior discuten medidas para reactivar las reubicaciones
La Unión Europea endurece la lista de remedios que aplica a la crisis de refugiados. Los ministros del Interior de los 28 socios respaldaron este lunes el recurso a las detenciones de extranjeros que rehúsen cooperar en sus procesos de identificación y registro. El comunicado acordado por los ministros insta a usar plenamente todos los instrumentos disponibles, entre ellos “medidas coercitivas, incluida, como último recurso, la detención por un periodo máximo necesario para completar los procedimientos” de registro.
Las normas actuales ya permiten retenciones de refugiados, pero en casos muy excepcionales. Entre ellos figura la necesidad de verificar la identidad o nacionalidad de la persona, la evaluación de su solicitud (si no se puede hacer sin el internamiento) y la toma de decisión sobre el derecho al asilo. Esa vía restringida que ahora se anima a usar pretende suavizar un problema que la mayor parte de países dice afrontar: que los refugiados rechazan registrarse en el territorio donde son detectados porque su objetivo es alcanzar Alemania, el país junto con Suecia que ofrece el sistema de asilo más generoso.
“Por primera vez hemos discutido qué hacer ante la falta de cooperación de los refugiados, que tienen derechos pero también deberes. El derecho al asilo no será posible si el demandante rechaza cooperar con las autoridades”, argumentó el ministro luxemburgués de Inmigración, Jean Asselborn, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE.
Centros de control
Conscientes de que el refuerzo de estas reglas no bastará para acelerar la principal novedad que aplica Europa en esta crisis, el reparto de refugiados entre países, los ministros acordaron medidas adicionales. Los Estados de la ruta de los Balcanes (la que ha conducido desde Grecia hasta Alemania a la mayor parte de los 710.000 migrantes arribados a Europa en lo que va de año) habilitarán centros de procesamiento de solicitudes de asilo.
Se trata de establecer un nuevo control para identificar a todos aquellos que hayan entrado en Europa por las vías habituales (Grecia e Italia) pero no se hayan registrado en ninguno de esos dos países.
El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, exhortó a revitalizar las decisiones que la UE aplica con cuentagotas pese a la magnitud de la crisis. “Estamos avanzando, pero no es suficiente. Es tiempo de cambiar la marcha y cumplir”, advirtió.
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