Los grandes jugadores de ajedrez han desarrollado habilidades mentales que en los jugadores aficionados están dormidas, como adquirir una memoria de elefante, según revelaron las conclusiones de los estudios del equipo del profesor Ognjen Amidzic, de la Universidad de Konstanz en Alemania. Y sí, la memoria es un aspecto a tener muy en cuenta en esto de ser espabilado.
"Es uno de los factores de la inteligencia por el que tenemos capacidad de aprender y así, posteriormente, tomar nuestras decisiones. Sin ella no se es capaz de decidir en situaciones vitales de mayor o menor importancia", señala la catedrática Gruart.
Lo bueno del ajedrez, además, es que es un juego de dos, y, sugiere la experta, "aunque memorizar palabras, hacer cálculos matemáticos o aprender números de teléfono son actividades interesantes, es mucho mejor si estas tareas se realizan en un contexto de interacción social".
Otras investigaciones de la Universidad de Irán apuntan, además, que el ajedrez es una herramienta muy útil para los estudiantes a la hora de potenciar capacidades metacognitivas y destrezas para resolver problemas matemáticos. "Sin duda, es un juego que requiere una gran capacidad mental", afirma Gruart.
Así que no dude a la hora de elegir pasar la tarde a la sombra de un árbol mientras disfruta de unas partidas de ajedrez.