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Alemania multará a los padres que no se informen sobre vacunación

Este jueves el Gobierno del país aprobará una ley que obliga a que las escuelas infantiles identifiquen a los progenitores que rechacen informarse

getty

La necesidad de que los niños lleguen vacunados a las escuelas infantiles es obvia. Varios niños juntos en un aula son un foco de virus en el que los pequeños están predispuestos a sufrir catarros, gastroenteritis u otitis, entre otros, sobre todo el primer año de escuela. Y los padres deben ser responsables de estos riesgos. He informarse sobre los plazos de vacunación es un primer paso. Esto es lo que ha tenido en cuenta el Gobierno alemán.

Este jueves, 1 de junio, las autoridades alemanas aprobarán una ley por la que sancionarán con multas de hasta 2.500 euros a aquellos progenitores que se nieguen a recibir información sobre los planes de vacunación infantil antes de matricular a sus hijos en una guardería. La escuela infantil, por su parte, está obligada a informar a las autoridades sanitarias de los padres que rechacen cualquier tipo de asesoramiento sobre cómo inmunizar a sus hijos.

"No podemos ser indiferentes con el hecho de que aún mueran personas por el sarampión. Por eso vamos a reforzar las normas de vacunación", asegura el ministro de Sanidad alemán, Hermann Gröhe, al diario 'Bild', informa EFE.

En Alemania no es obligatoria la vacunación

En Alemania, la inmunización de los niños es voluntaria, pero desde que en 2015 el país sufrió un brote de sarampión, la canciller alemana, Angela Merkel, modificó la legislación y obligó a los padres que querían matricular a sus hijos en una guardería a entregar un justificante que asegurara que habían sido informados sobre los planes de vacunación. A pesar de ello, eran las propias escuelas infantiles las que decidían si comunicaban o no la identidad de los padres que se negaban a recibir dicha información a las autoridades sanitarias.

Las leyes de vacunación están siendo reforzadas en toda Europa, donde la caída de la inmunización ha causado un aumento en enfermedades como el sarampión, la varicela y las paperas, según ha asegurado el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

Italia, por ejemplo, ha aprobado una ley que establece la vacunación obligatoria para los niños de 0 a 6 años y sanciones a los padres que no cumplan con el calendario. En el caso de la escuela primaria, con los mayores de seis años, los padres deberán pagar una multa si sus hijos no están correctamente vacunados, aunque el incumplimiento del calendario de vacunación no impide el ingreso en los centros educativos. Además, el país se ha visto salpicado por casos de antivacunas como el de una enfermera que está siendo investigada por, supuestamente, no inocular el suero a unos 500 niños.

El auge del movimiento antivacunas

En los últimos años, el auge del movimiento antivacunas ha resucitado enfermedades consideradas erradicadas, como sucedió con el sarampión en Estados Unidos, por desconocimiento o desconfianza, basada en falsas creencias, como que las vacunas provocan autismo. En algunos casos, la intención de vacunar o no confronta a padres y madres, que llegan hasta los tribunales. El último caso conocido llegó desde Alemania, donde el Tribunal Supremo del país sentenció permitir a un padre vacunar a su hija, con la que no convive, en contra de la opinión de la madre, con la que comparte la custodia de la menor, nacida en 2012. También se han dado casos similares en otros países, como Reino Unido, cuandouna madre alegaba que “las vacunas contienen productos que no quiero que estén en los cuerpos de mis pequeños". Así se defendió una madre vegana de dos niños británicos -de dos y cuatro años- que fue sentenciada por un juez a inmunizarlos. "No es natural inyectarse metales. Va en contra de mis creencias pinchar a mis hijos con productos que vienen de células animales o que han sido testadas en ellos”, denunciaba.

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