España se mueve para ganar hoy su tercer Nobel de ciencia
El microbiólogo Francis Mojica es uno de los candidatos a recibir el premio de Medicina
España ha ganado más premios Ig Nobel, la parodia de los Nobel, que galardones auténticos. El último en conseguirlo fue Severo Ochoa, que investigaba en la Universidad de Nueva York (EE UU) y tenía doble nacionalidad cuando le concedieron el Nobel de Medicina en 1959, y anteriormente lo logró Santiago Ramón y Cajal. Fue recompensado en 1906 por haber sido el primero en ver el cerebro como un tejido compuesto por unidades interconectadas: las neuronas. Hace más de un siglo.
La comunidad científica española y las autoridades se han movilizado para que este lunes no ocurra lo de siempre. Hoy, a las 11:30, el microbiólogo Francisco Juan Martínez Mojica, conocido como Francis Mojica, de la Universidad de Alicante, puede ganar el premio Nobel de Medicina. “Me consta que él es uno de los 273 científicos candidatos, porque las entidades que le han nominado se han puesto en contacto conmigo para pedirme información”, afirma el genetista Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid.
La técnica CRISPR, basada en el trabajo de Mojica, permite modificar el ADN humano con una eficacia sin precedentes
En 1993, cuando tenía 30 años, Mojica estudiaba la supervivencia de unos microbios en el ecosistema extremo de las salinas de Santa Pola (Alicante). Observó en su ADN unas misteriosas secuencias que se repetían y le picó la curiosidad. Las bautizó CRISPR y se volcó en su investigación, prácticamente sin ayudas. En 2003, él solo, hizo su gran descubrimiento: aquel sistema, capaz de cortar y pegar ADN de manera rápida y eficaz, era una defensa de las bacterias frente a los ataques de los virus.
Este verano, científicos chinos han comenzado el primer ensayo de superedición de ADN en humanos con tumores de pulmón muy agresivos, gracias a la revolucionaria técnica CRISPR, desarrollada en los últimos años a partir del trabajo de Mojica. La herramienta, avance del año 2015 para la revista Science, es la gran promesa de la medicina actual y está en todas las quinielas para llevarse hoy el Nobel. La pregunta es si Mojica estará entre los premiados.
“El momento eureka del CRISPR lo tuvo Francis, eso es indiscutible”, defiende Montoliu, que emplea la técnica para crear modelos animales de enfermedades raras humanas. Fuentes de la Secretaría de Estado de I+D+i sostienen que su responsable, Carmen Vela, “ha puesto durante el último año el nombre de Francis Mojica sobre la mesa en todos los foros nacionales e internacionales que ha podido”. En junio, el microbiólogo de la Universidad de Alicante ganó el Premio Rey Jaime I de Investigación Básica, en cuyo jurado estaba la propia Vela y 21 galardonados con el Nobel. Fue un importante golpe de efecto para introducir el nombre de Mojica en la comunidad de nobeles.
"Colegas extranjeros de mucho prestigio me dicen que no tengo ninguna posibilidad, por ser de la Universidad de Alicante y por ser de España”, afirma Mojica
Sin embargo, el propio investigador sabe cuán difícil es que un español gane un Nobel de ciencia. “Colegas extranjeros de mucho prestigio me dicen que no tengo ninguna posibilidad, por ser de la Universidad de Alicante y por ser de España”, resume. El de los Nobel es un circuito que en ocasiones se retroalimenta. Casi el 30% de los galardonados, por ejemplo, son judíos. EE UU cuenta sus premios por centenares. Reino Unido, Alemania, Francia y Suecia copan el resto de trofeos, con decenas para cada país. Y los antiguos premiados dominan las nominaciones del futuro.
“De la observación del mundo de los Nobel parece deducirse que hay circuitos de influencia”, opina Jorge Barrero, director general de la fundación Cotec, dedicada al fomento de la innovación como motor de desarrollo social y económico. Entre 2008 y 2011, Barrero fue jefe de gabinete de la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia. “En nuestra agenda estaba averiguar cómo entrar en esos circuitos de influencia, cómo empujar para que España ganara un premio Nobel. Y es algo que nos planteamos retomar ahora desde Cotec”, detalla.
Hoy, Mojica tiene muchas cosas a su favor. A comienzos de año, el genetista estadounidense Eric Lander publicó un artículo en la prestigiosa revista Cell, titulado “Los héroes del CRISPR”. Mojica aparecía como el primer de ellos. Y el reconocimiento no es baladí: Lander es presidente del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard. Y también es copresidente del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente de EE UU, Barack Obama.
El jurado del Premio Princesa de Asturias galardonó a una investigadora francesa y a otra estadounidense por el desarrollo de la tecnología CRISPR, pero no a Mojica
Mojica descubrió el sistema inmune de las bacterias, pero fueron los siguientes héroes del CRISPR los que desarrollaron la herramienta que hoy permite modificar el ADN de cualquier organismo con una eficacia sin precedentes. El investigador español reconoce que a él no se le había pasado por la cabeza esa aplicación. El 28 de mayo de 2015, el jurado del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica acordó por unanimidad conceder el galardón a la investigadora francesa Emmanuelle Charpentier y a la estadounidense Jennifer Doudna, por el desarrollo de la tecnología CRISPR. El jurado, formado por 18 españoles, ni siquiera mencionó en su acta el trabajo de Mojica.
“Ganar el Princesa de Asturias habría ayudado una barbaridad. No haberlo ganado puede convertirse ahora en un argumento para que el comité de los Nobel ni siquiera me tenga en cuenta. Pueden pensar que si no me premian en mi propio país…”, razona Mojica.
Hasta tres científicos pueden compartir un Nobel. Hay antecedentes de premios para un investigador que tuvo una idea primigenia y otros dos que la desarrollaron, como sería el caso de Mojica, Charpentier y Doudna. Por ejemplo, el Nobel de Medicina de 1978 lo ganó el microbiólogo suizo Werner Arber, por descubrir las enzimas de restricción, unas proteínas que dividen las cadenas de ADN. Lo compartió con los estadounidenses Daniel Nathans y Hamilton O. Smith, que confirmaron su descubrimiento y desarrollaron técnicas para cortar el ADN.
Mojica asegura que no espera ganar hoy el galardón. “Si me dan un premio por una tecnología que han desarrollado otros a partir de mi trabajo, será un regalo. Es cierto que sin mí no tendríamos la herramienta de modificación genética CRISPR, pero también es cierto que yo solo no habría llegado a ella. No es imposible que me den el Nobel, pero procuro no pensarlo”, reflexiona. Hoy a las 11:30 conocerá el desenlace en su despacho de la Universidad de Alicante. ¿Tiene Mojica champán preparado por si acaso? “En el frigorífico creo que tengo algo”.
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