La modelo Alba Galocha nos explica cómo fue su salto al cine
'El hombre de las mil caras' está ya en cartelera y cuenta la historia de Paco Paesa, exespía y embaucador profesional que se vio envuelto en la trama Roldán que engañó a todo un país
Mi primer día en el set, rodamos las secuencias dentro del banco. Estuve sola la mayor parte del tiempo y esto me sirvió de entrenamiento para no llegar en bragas a trabajar con actores de la talla de Eduard Fernández y José Coronado.
Durante la jornada, me enteré de qué significaban algunos términos que tuve que preguntar una y otra vez, pero que a estas alturas ya están bastante integrados en mi vocabulario. Pick up, por ejemplo.
Al tercer día, mientras fumaba un cigarro antes de vestirme, Eduard me preguntó si llevaba un sombrero tatuado en el tobillo (que en realidad es la boa de El principito). Ví en él la pérdida de inocencia de un personaje como Francisco Paesa y me di cuenta de que, para Beatriz, esto era un juego de niños. Un juego de niños por el que llevaba mucho tiempo esperando.
Cuando volamos a Singapur, Pepe, de Arte, se acercó a mí y me dijo que su equipaje de mano eran muchos billetes falsos y el pasaporte de Beatriz. Llevábamos papeles y burocracia que nos cubría las espaldas pero, ¿a quién no le gusta un poco de tensión en el aeropuerto?. Creo que esa sensación fue la que me visitó durante nuestro viaje de tres días a Singapur, en el que me sentí, por primera vez, parte de una familia del cine.
Thriller trilero
"Quiero el doble de lo que tenías pensado pagarme". Se lo suelta a su tío, sin titubear. Así se las gasta la sobrina de Francisco Paesa, que blanquea dinero en Singapur con pasmosa facilidad. Alba Galocha es Beatriz en El hombre de las mil caras, una película que Alberto Rodríguez ya quería rodar antes de La isla mínima.
Intrigas, traiciones, tramposos y embaucadores en una trama con verdades probadas (y algunas lagunas) que shockeó a la España de los 90. Luis Roldán, entonces director general de la Guardia Civil, se convirtió en el prófugo más buscado. Estuvo meses desaparecido con la ayuda de Paco Paesa, experto en moverse por las cloacas, al que pidió ocultar 1.500 millones de pesetas sustraídos de las arcas públicas. Son los protagonistas, a los que clavan Carlos Santos y Eduard Fernández, de una rocambolesca historia narrada con la voz de José Coronado como colaborador del antiguo agente secreto, otro trilero. Antes que Rato, Blesa o Bárcenas, estuvieron ellos.
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