El ‘no’ de Sánchez
A corto plazo, su estrategia se explica como única vía, si bien precaria, para mantener su posición
Pedro Sánchez mantiene una posición que parece insostenible, al cerrar al mismo tiempo la puerta al PP y a unas terceras elecciones sin abrirla a una alternativa determinada. Es cierto que el no triple es inaguantable a largo plazo, pero en el corto la estrategia se explica como única vía, si bien precaria, para mantener su posición.
Para empezar, Sánchez no sabe si sobreviviría a la abstención, pues una vez asuma el coste político de permitir a Rajoy formar Gobierno la oposición interna tendría argumentos para deshacerse de él. Pero aunque quisieran, sus enemigos tampoco parecen estar en disposición de matar a Sánchez, pues este cuenta con aliados (así sean circunstanciales) en autonomías y ciudades donde el entendimiento se hace hacia la izquierda y hacia la descentralización, y entre los militantes de base.
Además, las encuestas no apuntan a una debacle socialista en caso de repetición electoral. Se airean sondeos que indican que una mayoría de votantes socialistas preferirían el PP a terceros comicios, pero la minoría restante es grande y posiblemente está dispuesta a cambiar de bando. De ahí proviene el poder, ya ejercido en el pasado, de cortocircuitar la amenaza interna recurriendo a la base ideológica del partido.
Por último, la vía alternativa a Rajoy está dormida, pero no muerta: con el ala dura de Podemos debilitada tras la ausencia de sorpasso,explorar acuerdos debería ser más factible. Pero las experiencias pasadas y la dificultad de que otros se sumen amedrentan al líder del PSOE.
En definitiva, Sánchez cambiará su no si se cumplen tres condiciones: el coste de unas terceras elecciones debe parecerle superior al de permitir el Gobierno de la derecha; un mandato claro de su partido que le permita diluir las responsabilidades internamente, y un Gobierno alternativo ha de constatarse como imposible, obteniendo un no explícito de sus socios potenciales.
El estilo de Sánchez puede ser calificado de vuelo bajo, conservador. Pero le funciona en la incertidumbre: si el no le ha mantenido en su puesto hasta ahora, ¿por qué iba a buscar un viraje hacia el sí? @jorgegalindo
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