Trumposo
Se vende como hecho a sí mismo pero heredó su fortuna, miles de pisos en la Gran Manzana, de papá
Fascina oír cómo algún rico no tiene pelos en la lengua... y acierta. De “timador, demagogo peligroso e incendiario” ha tildado a Donald Trump el multimillonario exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, cuyo apellido huele a pantalla y cotizaciones.
Y con razones, porque el constructor “ha dejado atrás un historial bien documentado de bancarrotas, miles de pleitos, accionistas enfadados... dice que quiere gobernar este país como sus negocios; Dios nos ayude”. Don Michael se refiere a la quiebra del imperio Trump en 1991. No solo arruinó a bancos, también a bonistas y otros ahorradores modestos.
Paul Krugman lo califica de personaje ”ridículo e indignante”, por su xenofobia, su putinismo, por tener ayudantes como Al Baldasaro propaladores de que a Hillary Clinton “habría que fusilarla (sic) por traidora”. Y por su opaco currículo empresarial de impagos a proveedores, incumplimientos de contratos, ocultamiento de sus declaraciones de IRPF y negocios con oscuros plutócratas rusos.
Todo en Tramp (fonetizado al castellano) es tramposo. Se presenta como tipo responsable y ya a los 13 años le echaron de la escuela por mala conducta.
Se declara profeta de la antiglobalización y el antiestablishment y cuenta una fortuna de 8.700 millones de dólares (dice él) o 4.100 (según Forbes), amasada en la construcción, la explotación de tres casinos en Atlantic City, hoteles neoyorquinos como el legendario Plaza y compañías aéreas. Y gastada en caprichos como el yate más lujoso, comprado al entrañable traficante de armas Adnan Kashoggi. Casi todo bautizado Trump, esa megalomanía.
Se vende como hecho a sí mismo —el típico self-made man americano— mediante esfuerzo, coraje y perseverancia. Pero heredó su fortuna, miles de pisos en la Gran Manzana, de papá.
Milita contra la inmigración, propugna levantar un telón de acero en la frontera mexicana (y cargar su factura a los vecinos), deportar a 11 millones de inmigrantes y prohibir la entrada de musulmanes a EE UU, mientras pasa de puntillas el que mamá fuera escocesa; los papis de papá, alemanes; la primera esposa, Ivana, checa; y la tercera, Melania, eslovena. Trumposo.
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