Mugaritz hasta en la ropa
La creatividad de uno de los mejores restaurantes del mundo inspira una colección de moda de la marca Loreak Mendian
Helechos, tagetes, hierbas, pétalos... Pinceladas del mundo vegetal icono de la cocina de Mugaritz están impresas en vestidos, faldas, blusas, camisas, pantalones, camisetas, sudaderas... Platos del prestigioso restaurante de Andoni Luis Aduriz inspiran la colección primavera-verano de Loreak Mendian, prendas cómodas para el día a día, no para la pasarela. Las dos firmas vascas con proyección internacional unen gastronomía y moda, algo que faltaba en el abanico interdisciplinar de Mugaritz, donde la ciencia, el arte, el diseño, la música o el cine integran el menú creativo, siempre impregnado de experiencias sensoriales.
El asunto moda y cocina no es nuevo, pero a Aduriz no le convencen las colaboraciones coyunturales sin fondo detrás, "cuando buscas un encaje que no existe". El trabajo de Mugaritz (roble de la frontera, en castellano) y Loreak Mendian (flores de la montaña) "ha sido un ejercicio sincero de creatividad" a lo largo de un año, con el estudio de platos, recetas, ingredientes y "la filosofía detrás de cada elaboración".
Los platos inspiradores han sido Tagetes: algo muy ligero como los pétalos, minimalista. Malas hierbas: estampado colorista, informal. Helecho quemado: hojitas negras dispersas como gotas de lluvia en la ropa... Y siguiendo la línea naturalista del restaurante, las prendas, para hombre y mujer, son "orgánicas", con tejidos suaves (lino, algodón, chambray).
"Elegimos unos platos que tenían elementos formales comunes para hacer una línea de continuidad en los estampados, que pudiesen convivir. Cada plato es simbólico. Tagete, ligereza, delicadeza. Helecho quemado, un elemento sólido y Malas hierbas, una explosión de alegría. Hemos intentado, como hace Andoni, usar el entorno de forma que sea universal, que cualquiera lo entienda", dice Víctor Serna, diseñador de la línea de hombre de Loreak Mendian y cofundador de la marca. "Nos hemos empapado de la manera de trabajar de Mugaritz", afirma.
El equipo de Loreak, "es gente joven, alternativa. La gente que tiene su propia forma de estar en el mundo fuera de los patrones más convencionales siempre nos seduce", dice el cocinero guipuzcoano, quién recuerda "la emoción" de encontrar en Australia ropa de una marca donostiarra que empezó en 1995 como una pequeña empresa de amigos que imprimían camisetas. Hoy tienen 15 tiendas y distribuyen a nivel internacional en más de 300 establecimientos.
Mugaritz, con dos estrellas Michelin, tres soles Repsol y número 6 en la lista 50 Best, en cuyo podio de los 10 primeros está desde 2006, abrió en 1998, en la misma época que sus ahora aliados en la moda. Siempre con montón de proyectos, lo más inmediato de Andoni Luis Aduriz será la apertura en verano en la zona donostiarra de Gros del restaurante Topa (que significa, en guaraní y en vasco, punto de encuentro). Será "canalla, divertido, rico y económico" con fusión vascolatina: "Una cocina respetada en el mundo, la vasca, y una cocina en auge, la latinoamericana". "Hay 400 años de relación del País Vasco con Latinoamérica, pero nunca ha habido una cocina de contacto. Aunque cuando se habla de productos tradicionales de la gastronomía vasca te das cuenta de que los tomates son americanos, y las alubias, las guindillas, el talo es una versión de la tortilla americana... Buscando ese contacto haremos cosas como taco talo, de mijo y maíz, de un grano que emigró y de otro que llegó; o un tiradito de anchoa en vez de pejerrey, y la salsa al olivo, de mayonesa y aceituna negra, se vasquizará con aceite de oliva, aceituna verde y guindillas".
También este año Mugaritz exportará su esencia a un restaurante en Abu Dabi. Y en el horizonte, un establecimiento en Cuba "con implicaciones sociales" que Aduriz gestionará con otros grandes chefs: Joan Roca, Enrique Olvera y Massimo Bottura.
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