San Valentín: regalos que nunca deberías regalar (y otros que Sì)
Si crees que un peluche es una buena idea necesitas que te aconsejen. ¡Toma nota!
Amigo, este año no puedes meter la pata con el regalo de San Valentín. Tu pareja tiene unas expectativas que debes cumplir. Se merece un regalo de esos de presumir, de dar envidia al resto del mundo. Y eso, te elevará al olimpo de los seres humanos detallistas y observadores que conocen perfectamente a su pareja. No vale la excusa de no celebrar esta fecha tan señalada en la cual el festejo del amor a veces tiene forma de bombón, otras de fragancia e incluso de regalo hecho con las manos. Si quieres ir a lo seguro toma nota de las propuestas que te hacemos para este San Valentín.
¿Peluches? No
Un peluche está muy bien como trofeo en una feria, como regalo para un recién nacido o para un ser humano adolescente que forra carpetas con sus ídolos musicales. Aunque los ositos que sujetan con los bracitos un corazón te parezcan una monada no lo son. Así que tacha de tu lista cualquier tipo de objeto con forma de conejito, elefantito o de cualquier animal.
Un libro que forme parte de una saga. ¿Estás de broma? No
Si te sientes reconocido en este speech es que lo has estado haciendo muy mal, amigo: “Feliz San Valentin, mi amor. Como te quiero mucho he pensado que te gustaría tener Ender en el exilio. Es la duodécima entrega, pero estaba en la mesa de destacados de El Corte Inglés y no quería buscar más. Total, a ti te gusta la ciencia ficción y algo interesante contará en todas estas páginas, ¿no? Seguro que tampoco es tan importante saber exactamente qué ha pasado en las primeras entregas, eso lo puedes mirar en Wikipedia. Y si te gusta, el año que viene te regalo el siguiente”. Solo puedes regalar un libro de estas características si lo acompañas del obsequio de verdad. Como regalo-broma este libro está muy bien. Pero, en serio, omite como posibilidad real que esto sea un regalo romántico.
La fragancia de los momentos especiales: SÍ
La fórmula del éxito en San Valentín se resuelve encontrando un regalo irresistible y atemporal; características que, por cierto, suelen reunir las fragancias. Y quien cumple estos requisitos es Si, el perfume de Armani. Su aroma delicado, misterioso y emocionante será como la banda sonora de esa película que os encanta: os hará recordar vuestros momentos más especiales. Y es que en el frasco de SÍ convergen elegancia, luminosidad y sofisticación.
El pack de una serie: ¡No! (¿Qué será lo próximo? ¿Una manta eléctrica?)
Lo de meterse en vena capítulos y capítulos metiditos en la cama es justo lo que hacen las parejas que ya están un poco aburridas. Quizás le regales los DVD de su serie favorita para que tengáis horas de mantita y tele, pero tu pareja puede tomárselo como una señal de que las cosas no van bien. Lo pillas, ¿no? Así que tacha también de tu lista las siete temporadas de esa serie que os encanta.
Una (emotiva) cinta grabada: SÍ
¿te acuerdas cuando grababas las canciones de la radio? ¿O cuando te hiciste con ese grabador de CD’s y de golpe te convertiste en el rey de las listas de reproducción? Pues bien, ya es hora de que rememores tus momento de gloria en formato mp3 (o si eres un romántico y conservas un walkman, en casete) y selecciones para tu pareja vuestras canciones. Maldita sea, amigo: ¡todas las parejas tienen su canción! Así que, ponte al lío y selecciona las canciones más románticas, más hot y más épicas para compilar de una vez por todas la música de vuestro amor.
¿Qué tal un pijama abrigadito? Por supuesto que No
Tu pareja se pasa el día diciéndote que pongas la calefacción y por la noche se mete en la cama con los pies helados así que un pijama abrigadito (de esos que parecen un híbrido entre un pelucha y una batamante) parece el regalo idóneo. ¡Error! ¡Error! Por favor: ¿quién quiere vestirse por las noches de con un forro polar estampado con iconos generacionales tipo Hello Kitty? Ese pijama es una indirecta que tala cualquier posibilidad de ser sexy a la hora de dormir.
¿Una caja regalo? Mmmm… ¡No!
Esas cajas que ofrecen experiencias para compartir son a los planes románticos lo mismo que las piñatas de los cumpleaños infantiles: un objeto que puede dar más disgustos que alegrías. Si te quieres currar un fin de semana divertido haz un itinerario que incluya desde el desayuno hasta la siesta (práctica que, como todo el mundo sabe, es imprescindible para el correcto funcionamiento del amor) pasando por una comida que alimente pero que no provoque una desaforada somnolencia y una cena de picoteo en un bar con cierto encanto. Recuerda que el regalo de la caja suena a “me estás dando dinero para que me compre lo que yo quiera”.
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