Ötzi, el hombre de los hielos, tenía problemas de estómago
Encuentran presencia de la bacteria 'Helicobacter pylori' en los intestinos de un humano que murió violentamente en los Alpes hace 5.300 años
Hace unos 5.300 años, en la región de los Alpes que ahora ocupan Italia y Austria, murió un hombre de algo más de cuarenta años. El análisis de sus restos, encontrados bajo el hielo por dos alpinistas en 1991, sugiere que no tuvo una muerte plácida. En el hombro se halló una flecha de piedra, tenía un corte profundo en la mano y había recibido un fuerte golpe en el cráneo. Antes del probable enfrentamiento que acabó por matarlo ya lo estaba pasando mal. Los análisis de aquel hombre de hielo, bautizado como Ötzi, mostraban que tenía artritis y le dolerían las rodillas mientras ascendía hasta los más de 3.000 metros de altitud donde fue encontrado. El análisis de su genoma indicaba que sufría la enfermedad de Lyme, una infección bacteriana transmitida por garrapatas, y en su estómago se encontraron plantas medicinales empleadas para tratar dolor de estómago.
Ahora, un análisis de los microbios de su intestino muestra que, efectivamente, algo andaba mal. En un artículo que se publica hoy en la revista Science, un equipo de científicos liderado por Albert Zink, director del Instituto de Momias y del Hombre de Hielo de Bolzano (Italia), ha detectado una cepa de la bacteria Helicobacter pylori y moléculas que indican que ya podía estar fastidiando a Ötzi. No obstante, no se puede “decir cómo de severa era la infección”, explica Frank Maixner, coordinador del instituto y primer autor del trabajo.
Este microorganismo, culpable de úlceras y gastritis, lleva acompañando a los humanos durante al menos 100.000 años. Esa circunstancia convierte al patógeno en un buen aliado para conocer los movimientos migratorios humanos a través de las diferentes versiones de la bacteria desarrolladas en las distintas poblaciones humanas. El equipo que hoy publica sus resultados en Science descubrió que la cepa que sufría el desdichado hombre de hielo, además de un alto grado de cercanía a las cepas de los europeos modernos, era muy próxima a las cepas prehistóricas encontradas en la región de la India. Sin embargo, a diferencia de los humanos actuales de la región, solo contenía una leve presencia de cepas del Norte de África.
La información sugiere según Zink y sus colegas que las versiones norteafricanas de H. pylori llegaron a los estómagos de los europeos en migraciones recientes, posteriores a la época en que vivió y murió el hombre de los hielos.
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