Tormenta de ideas para cumplir las metas globales
El evento Social Good Summit reunió en Nueva York a filántropos, activistas y líderes mundiales para responder a una pregunta: ¿En qué tipo de mundo queremos vivir en 2030?
Nueva York, ciudad de la que dicen que nunca duerme, ha acogido durante la última semana de septiembre un sin fin de actos paralelos a la 70 Asamblea General de Naciones Unidas, en la que se han aprobado los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Uno de esos eventos fue el Social Good Summit, un ciclo de mini conferencias que tuvo lugar los días 27 y 28 de septiembre en Manhattan para examinar el impacto de la tecnología y de los nuevos medios a la hora de llevar a cabo iniciativas sociales. "Este es un tiempo de miedo y de tristeza, pero también es un tiempo de esperanza", dijo durante la inauguración el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Bajo esa premisa, se analizaron las necesidades y las herramientas con las que se puede contar.
Si el día anterior lo hicieron subidos a un escenario en Central Park, en esta ocasión la lista interminable de nombres y caras conocidas se paseó por el edificio Y92 de Manhattan: la ex secretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright, la actriz Charlize Theron, la artista Victoria Beckham, el premio Nobel de la Paz, Kailash Satyarthi… Otra vez, una reunión para debatir de qué manera lograr que en el año 2030 se cumplan todas las metas de desarrollo. Sin garantías de llegar a nada más que a unas buenas palabras, pero con la ilusión de quienes lo creen posible. Firmes propósitos para unos. Lavado de imagen para otros. Y unas horas intentando arreglar el mundo para todos.
No fue el primero, pues el Social Good Summit se realiza periódicamente en todo el mundo y ya ha pasado por 65 países (en España lo organizó Oxfam Intermon en 2014). “Social Good Summit une a una comunidad dinámica de líderes globales y activistas para discutir soluciones a los grandes retos de nuestra época”, describe en su web Mashable, una de las publicaciones de tecnología de referencia y organizadora del evento. En esta ocasión, había que responder a una pregunta: ¿En qué tipo de mundo quiero vivir en el año 2030? Las variopintas soluciones a tan peliagudo reto fueron debatidas durante dos días y reproducidas sin pausa con textos, fotos y vídeos en las redes sociales bajo varios hashtag. El propuesto por la organización, #2030NOW, sumó 700 millones de menciones y fue tendencia en Estados Unidos, dato que da una idea del interés que suscitó el evento, que contó con más de 50 conferencias con una duración media de 10 minutos durante seis horas ininterrumpidas cada día. Este ciclón de ideas inundó las redes sociales y se pudo seguir en directo desde países de todo el mundo, desde campos de refugiados en Líbano hasta otros Social Good Summit paralelos en Corea del Sur, por ejemplo, con los que se conectó en directo. Lo que sigue es un resumen de las más interesantes.
Lista de tareas del mundo: Metas para los próximos 15 años
Amina J. Mohammed (Asesora especial del Secretario General de la ONU sobre los ODS)
"El 2015 ha sido increíble para la acción global", afirmó Amina J. Mohamed durante su intervención. "Teníamos tres cosas que hacer y ya hemos cumplido dos: nos hemos dado un conjunto de metas, nos hemos dado el marco para cumplirlas y ahora sólo nos queda una pendiente: el acuerdo por el marco climático en diciembre". Como asesora de los ODS, Mohamed ha pasado los últimos tres años y medio a la cabeza de toda la campaña para dar a conocer las metas globales, sobre todo entre los más jóvenes. Suya es la idea de los 17 cuadros de colores con iconos fáciles de reconocer para señalar el fin del hambre o la conservación de la vida submarina, por ejemplo.
Su intención, ahora, es difundirlos entre la población mundial, algo que considera un esfuerzo colectivo. "No se hará solo. Hay problemas en todas partes que son, por tanto, problemas de todos: conflictos, desigualdad, pobreza... Son muchos objetivos, pero todos cuentan porque están ligados unos con otros", dijo Mohamed. Y remitió a la violencia terrorista de Boko Haram que sufre su país, Nigeria: "Esa inseguridad que vivimos no se queda dentro de nuestras fronteras; se traslada a todo el mundo".
Mujeres en crisis
Savannah Guthrie (periodista y moderadora), Sienna Miller (actriz y embajadora de la ONG International Medical Corps), Rebecca Milner (vicepresidenta de la ONG International Medical Corps)
Existen hoy en día 60 millones de personas desplazadas de sus hogares por culpa de conflictos, violencia o desastres naturales. De ellos, la mayoría son niños y mujeres. Las violaciones se utilizan como arma de guerra en muchas ocasiones y la violencia a la que se ven sometidas tiene un fuerte impacto a nivel psicológico. Esto es lo que denunció la actriz Sienna Miller, que ha sido testigo de las secuelas que deja la violencia sistémica contra las mujeres. Como embajadora especial de Medical Corps International visitó la República Democrática del Congo, de donde ofreció un testimonio pavoroso: “Conocí a niñas de dos años que habían sido violadas por grupos de hombres; el impacto de lo que se ve es completamente desgarrador, pero al mismo tiempo es un catalizador para darte cuenta de la necesidad que hay de prestar atención al mundo en el que vivimos", aseguró. Así se refirió a la violencia sexual arraigada en los conflictos y utilizada como arma de guerra. “Es un medio de destruir la dignidad de las mujeres y romper su humanidad, es destruirlas en su nivel más básico, más humano”.
“En el centro de todos los conflictos está la mujer, ella es un objetivo de guerra. Si la atacas, si la violas, destrozas a toda la familia y a toda la comunidad”, aseveró con elocuencia Rebecca Milner, vicepresidenta de International Medical Corps. “Las mujeres son líderes. Si cuidas de la salud de una mujer, cuidas de la salud de la comunidad”.
Las necesidades más acuciantes, según las entrevistadas, son el acceso a tratamientos médicos y educación. “Necesitan tener un sitio seguro donde dar a luz, suplementos nutricionales… Y un compromiso mundial con ellas” agregó Milner. La actriz Siena Miller, por su parte, no se fue sin recordar la relación de los crímenes brutales que se suceden a diario en Congo con la extracción de minerales para nuestros teléfonos móviles y exigió que los Estados se hagan responsables de la última crisis de refugiados. “No importa que las ONG estén haciendo grandes cosas; la comunidad internacional es la que debe dar un paso al frente”, reclamó.
Refugiados: La ruta al reasentamiento
Lara Logan (periodista), António Guterres (Alto Comisario de la Agencia de la ONU para los refugiados), Ger Duany (modelo y actor)
Madeleine Albright, descontenta
También se habló de refugiados durante la sesión El futuro de la ayuda humanitaria, que contó con la presencia de Madeleine Albright, ex secretaria de Estado de Estados Unidos. Esta se mostró decepcionada con su propio país. "Somos una nación generosa, con una buena reputación a la hora de dar la bienvenida a gente. Dado el número de refugiados que ahora existe y nuestra capacidad, creo que no estamos haciendo lo suficiente", criticó. También hizo pensar: "Ponte en la piel de alguien que tiene que dejarlo todo y cuando logra entrar en un país donde se puede ser libre, es tratado como un animal ", dijo.
"No hay suficientes jóvenes europeos para cuidar de los mayores. Europa necesita migrantes”. Así de explícito fue el alto comisario de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, durante su intervención en el Social Good Summit. Guterres llamó la atención sobre el hecho de que el número de refugiados se eleva más y más cada año, mientras que la comunidad internacionales les falla. Sentado junto a él, el modelo y actor sudanés Ger Duany contaba qué supuso para él empezar de nuevo, pues él llegó como asilado político a Estados Unidos con 15 años. "Los refugiados son parte de la humanidad, no podemos dejarlos atrás”, pidió el actor. Preguntado por la moderadora Lara Logan sobre cómo se sale adelante en una “tierra prometida” que luego no fue tal, el actos río levemente y respondió con dos palabras: “Con esperanza”, dijo.
Por su parte, el alto comisario proporcionó datos: criticó que un 86% de los desplazados están en países en vías de desarrollo y que los desarrollados solo acogen a uno de cada mil. Asímismo criticó la sugerencia de Australia de elegir a quién acoge por su religión. “Es hora de mostrar nuestra solidaridad con los que más están sufriendo, no de mostrar xenofobia”, reclamó, justo antes de recordar que lo que aportan estas personas a nivel económico, cultural y social etc es “bueno para nuestras sociedades, para prosperar”. Concluyó Duani : "Todos queremos lo mismo: vivir. Todos somos humanos".
Música como movimiento global: antes y ahora
Brian Hernandez (redactor del área de música de Mashable), Martin Jakobsen (músico en la banda Turning Tables), Jesse Paris Smith (música), Patti Smith (música)
"La tecnología bien usada es una importante herramienta para el activismo", afirmó la legendaria rockera Patti Smith, si bien reconoció que sabe poco de ella y que lo aprendido ha sido gracias a su hija, la también artista Jesse Paris Smith, presente en esta sesión. Para ejemplificar esta afirmación, puso un ejemplo con sabor español. Estuvo en Madrid durante unas elecciones autonómicas y admiró el entusiasmo de la juventud y su capacidad para usar las redes sociales aplicadas a su causa. "Se animaban unos a otros a votar y corrían la voz mediante las redes sociales. Me decían que si no cambiaba algo ya, las cosas empeorarían mucho", recordó la cantante.
Patti Smith escribió su éxito Radio Bagdad pensando en niños aterrorizados bajo los bombardeos, Quería calmarlos, consolarlos. Hoy sigue acordándose de quienes más sufren; es conocida por el contenido de protesta de sus trabajos, pues con ellos ha denunciado la ocupación israelí, se ha opuesto a la guerra de Irak y se ha unido al movimiento contra el Sida, entre otras batallas. Ahora se preocupa del medio ambiente. "Es muy poderoso ver a tanta gente distinta unirse con la música como voz común contra el cambio climático"; aseveró su hija. Ambas opinan que los músicos deberían usar su fama para difundir causas justas. "Dar conciertos no es suficiente, hay que promover el debate. Y nosotros podemos hacer música, pero pasar a la acción es responsabilidad de todos", recordó.
La generación que acabará con el sida
Charlize Theron (actriz y embajadora de ONUSIDA), Kweku Mandela (director de cine y cofundador de Africa Rising)
Quien a estas alturas piense que la actriz Charlize Theron es una despampanante y frívola rubia, está muy pasado de moda, pues la sudafricana ha consagrado a su vida a un asunto nada baladí: la lucha contra el sida. Experta en la materia, y optimista radical, no dudó en contar al público una profecía que, a sus ojos, es una realidad: "No bromeo cuando digo que nuestra generación puede ser la que acabe con el sida, creo en ello de verdad", afirmó en el Social Good Summit. De hecho, ese es el lema de su campaña, que mueve en redes sociales con el hashtag #GenEndIt
Embajadora de ONU Sida y conocedora de la situación que vive su país natal Sudáfrica, con 6,8 millones de infectados por VIH y 1,5 millones de huérfanos de padre y madre por culpa del sida, Charlize Theron reivindicó la importancia de las pequeñas organizaciones locales que luchan contra el virus y recordó con preocupación que 17 millones de personas aún no saben que lo tienen.
Erradicar la enfermedad, según la actriz, será posible gracias a múltiples factores, pero uno de ellos es la difusión de información, el conocimiento. "La información puede salvar vidas", dijo en un mensaje directo a los medios de comunicación. Y a los jóvenes, todo su ánimo: "Las nuevas generaciones sois los agentes del cambio, sed implacables con el sida".
El cambio climático y la lucha por la justicia
Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional
Fue una de las charlas más elocuentes, atrevidas y alabadas por un público que aplaudió como si en un concierto de Rock estuvieran. El director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, no se mordió la lengua al denunciar los atropellos medioambientales en los que vivimos y la pasividad de instituciones públicas y privadas. "Deberíamos preguntarnos por la calidad de la democracia en la que vivimos antes de comprometernos con el cambio climático", comenzó diciendo. También alertó de que se nos acaba el tiempo, pues la naturaleza no negocia; denunció lo injusto que resulta que los que menos culpa del cambio climático tienen sean quienes más lo paguen y advirtió: "Esto no va de salvar el planeta, él estará bien sin nosotros. Esto va de salvarnos nosotros".
Su discurso destacó por la crítica, pero también por el empeño en transmitir a la sociedad civil la necesidad de actuar. "Revertir el cambio climático es posible porque hay demasiada gente que ya cree en ello. Hay demasiadas personas que no permitirán a nuestros líderes que esto ocurra". Y apeló al coraje del auditorio: "El cambio depende de que la gente normal tenga la valentía de decir: 'Ya basta'. Se empieza con valentía, se empieza con cada uno de nosotros, empieza con vosotros":
Su charla terminó con una dosis de optimismo: El anuncio de que la petrolera Shell ya no seguirá perforando el Ártico en busca de petroleo después de al menos siete mil millones de euros invertidos y ni uno ganado con la venta de crudo de esta región; una lucha sin cuartel que Greenpeace ha librado con tenacidad durante los últimos años
Siguiente capítulo en educación global
Sarah Brown (Activista en asuntos de educación y salud), Kailash Satyarthi (premio Nobel de la Paz 2014), Keith Yamashita (fundador de la consultora SYPartners); Mariéme Jamme (activista, fundadora de Africa Gathering)
Kailash Satyarthi, activista indio y Premio Nobel de la Paz 2014 compartido con Malala Yousafzai, describió en el Social Good Summit por qué es tan importante el acceso a una educación de calidad. "Millones de niños están explotados laboral o sexualmente, no tienen futuro ni libertad; hay muchos niños que ni sueñan con poder jugar el futbol, hay miles de ellos en África que trabajan todo el dia produciendo cacao pero no pueden ni probar el chocolate. La educación es lo mas importante para acabar con esclavitud laboral infantil.
En todo el mundo hay casi 60 millones de niños que no han ido al colegio en un solo día. Ante esta premisa, lanzada por la moderadora Sarah Brown, los participantes en la charla Siguiente capítulo en la educación global apuntaron durante unos minutos algunas posibles soluciones innovadoras. Para Mariéme Jamme, activista en asuntos relacionados con la educación y la tecnología y fundadora de Africa Gathering, esta pasa por apoyar a la población más vulnerable a quedarse sin ella: las niñas. "Lo que realmente funciona es darles oportunidades a ellas, presionar para que todas accedan". Ella sabe de lo que habla, pues no pudo estudiar hasta los 16 años.
El desafío de dar educación a todos los niños y niñas del mundo es global, pero no es solo un problema de países en vías de desarrollo. Keith Yamashita aseguró que el actual modelo de educación secundaria no está adapatado a una sociedad cada vez más tecnológica, y sugirió que se haga algo al respecto.
Satyarthi, concluyó con sabiduría: "La educación es la única manera de asegurar que somos libres. Y no nos damos cuenta del valor de la gente; hay una poder tremendo y un entusiasmo tremendo, así que por eso tenemos que buscar una buena educación para todos. La tendremos cuando tengamos políticos honestos y una sociedad civil comprometida; la traerán los jóvenes, que son los que más pueden hacer por la sociedad. Están deséándolo", aseveró.
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