Solo un seguimiento riguroso garantizará cambios reales

Los Estados deben comprometerse de manera rigurosa a adoptar medidas de seguimiento e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para que realmente transformen las vidas de millones de niños y niñas.

El texto final de los ODS se somete esta semana a una revisión final en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y los negociadores ya han reforzado su compromiso en ámbitos como los derechos humanos, la protección social y el apoyo a personas con discapacidad o de colectivos vulnerables.

No obstante, los gobiernos todavía están a tiempo de comprometerse a realizar un seguimiento más riguroso de los progresos en varios de los objetivos, especialmente aquellos que incluyen la erradicación de la pobreza, el acceso universal a la educación para todos y todas y el fin de matrimonio infantil forzado.

Plan Internacional hace un llamamiento para conseguir un mayor reconocimiento del papel activo y central que los niños, las niñas y los jóvenes deben jugar en el seguimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los objetivos podrían transformar las vidas de los jóvenes más excluidos y marginados si se llevan a cabo de manera correcta durante los próximos 15 años.

Se debe exigir a los países una revisión a nivel nacional al menos cada cuatro años, el compromiso de asegurar una participación significativa de todos los sectores de la sociedad y mostrar de manera específica los progresos en las comunidades más marginadas.

Brechas en los objetivos

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán aprobados finalmente por los líderes mundiales en una cumbre que tendrá lugar en Nueva York en septiembre. Son mucho más ambiciosos y más amplios que sus predecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y ahora también incluyen aspectos económicos, medioambientales y sociales del desarrollo.

Los niños y niñas y jóvenes son una poderosa fuerza de cambio

Sin embargo, la falta de procesos claros de rendición de cuentas sobre el cumplimiento fue una de las razones clave por las que no se cumplieron todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Es fundamental que ahora no caigamos en el mismo error.

Plan Internacional espera que los ODS incluyan un reconocimiento explícito de la capacidad de los niños, niñas y jóvenes para generar cambios en sus propias comunidades.

Los derechos de los niños y de los jóvenes, incluido su derecho a participar en la toma de decisiones que les afectan, deben estar claros. Los niños y niñas y jóvenes son una poderosa fuerza de cambio y deben ser vistos como mucho más que receptores pasivos de los programas de desarrollo.

Si las niñas, niños y jóvenes van a heredar los beneficios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, deben ser consultados y debidamente informados, ya que ellos están en la mejor posición para explicar los retos a los que se enfrentan, así como el impacto específico de las leyes y las políticas en sus vidas.

Los niños y niñas, los adolescentes y los jóvenes también pueden ser líderes en sus comunidades, aportando ideas innovadoras e ímpetu para conseguir el cambio que transforme sus vidas.

No dejar a nadie atrás

Los fundamentales retos de garantizar sistemas de salud y educación de calidad e igualdad de género se abordan con más fuerza en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible declaran en varias ocasiones la importancia de “no dejar a nadie atrás”. Para Plan Internacional esto es algo fundamental en el esfuerzo para llegar a los niños y niñas y jóvenes más excluidos. La igualdad de género y la importancia del empoderamiento y la defensa de los derechos humanos de las niñas y las mujeres también tienen un papel esencial en los objetivos.

Los gobiernos todavía tienen que acordar indicadores robustos globales para medir los progresos, en un proceso de negociación que durará hasta marzo de 2016. Es un primer paso importante para asegurar que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son verdaderamente transformadores.

Unos indicadores fuertes conseguirán mejoras en las áreas prioritarias de trabajo de Plan Internacional, como los derechos de las niñas adolescentes. Si los indicadores de salud sexual y reproductiva solo miden los progresos entre mujeres mayores de 15 años, ignorarán las necesidades específicas de las adolescentes de entre 10 y 14 años en este período crítico de su vida.

Plan Internacional mantiene reuniones periódicas con los Estados miembro de Naciones Unidas y coaliciones de la sociedad civil para influir en el diseño de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Pero cuando acabemos de diseñarlos, tendremos que hacerlos realidad. Solo son palabras en un papel a menos que trabajemos con los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y todos los implicados para asegurarnos de que se llevan a la acción.

Nigel Chapman, CEO de Plan Internacional.