La moda ‘merman': teñirse de azul la barba y el pelo, ¿sí o no?
Los hombres se tintan el pelo y la barba de colores. Si está pensando sumarse a la moda, quizá debería saber antes sus ventajas e inconvenientes
Parece una broma, o una de esas campañas publicitarias como la que llevó hace unos años a los habitantes de un pueblo de Málaga a pintar sus casas de azul para promocionar una película de animación). Pero no, es solo una moda. O nada menos que una moda. En los últimos días, Instagram se ha llenado de selfies de hombres que se han teñido el pelo y/o la barba de azul, usando la etiqueta merman (hombre sirena) que ha servido para bautizar la tendencia. Algunos hasta se atreven a lucir esa imagen paseando por la playa. E incluso modelos la exhiben en la pasarela.
Desconocemos qué anima a estos hombres a querer mimetizarse con Lucía Bosé (famosa, entre otras cosas, por lucir por el mundo con orgullo su tinte azul), pero el caso es que sus fotos (alguna, reconozcámoslo, parece un burdo retoque de PhotoShop) andan pululando por la Red y ya sabemos que todo lo que cobra vida en Internet termina calando. Si se le está pasando por la cabeza pintársela de azul, quizá debería sopesar antes los pros y los contras de tan delicada decisión.
A favor: el azul mola
Es sinónimo de frescor y verano. ¿De qué color son las banderas que reconocen la calidad de una playa? Azul. El propio mar es azul (no lo es, pero lo parece). Una canción de Leño decía “píntate el pelo de azul”, así que toque rockero no le falta. Algunos psicólogos sostienen que el azul, si no es chillón, aporta quietud y relajación y ayuda a la meditación. Claro que esto a usted no le afectará, pues a menos que tenga un espejo delante no puede verse el pelo. Pero los que estén a su alrededor sí, así que irá sembrando sosiego a su alrededor.
En contra: aplicárselo bien no es tan fácil
El proceso es demasiado complejo como para pensar en hacérselo uno mismo. De entrada, solo es posible conseguir un azul aceptable si se aplica sobre un cabello blanco. “En los colores fantasía primero hay que decolorar el cabello hasta el blanco, en dos fases, pues tras la primera queda amarillo y luego hay que matizarlo con violeta para alcanzar el blanco. Sobre esa base se aplica el tinte, en este caso azul”, explica Rolando Poyatos, de Roland Salón (Madrid).
“Si no se realiza la decoloración, un tinte azul sobre un cabello natural nunca va a dar como resultado el tono deseado. En un pelo claro, puede quedar verdoso”, añade. En un pelo oscuro sin decolorar, el resultado puede ser indescriptible. La decoloración solo puede realizarla un profesional: cada zona del cabello se decolora a distinta velocidad. En un pelo corto, todo el proceso podría durar dos horas.
A favor: dura solo unos días
Porque no es cuestión de que llegue septiembre y con él la vuelta al trabajo, y aparecer de esta guisa en la oficina. En general, estos tintes de colores imposibles se consideran semipermanentes. “Tienen poca tenacidad, se agarran poco al cabello. Además, lo estamos aplicando a un pelo decolorado, más poroso, y el tinte se escapa muy fácilmente”, indica Rolando. Si quisiéramos mantenerlos más tiempo, habría que volver a la peluquería cada tres semanas a matizarlo.
En cualquier caso, quienes opten por hacérselo ellos mismos verán cómo su obra de arte se diluye día a día, adquiriendo gradualmente tonos aguados y pastel, aún más horribles por el sol y el agua del mar. “A los dos días si estás en la playa se pone verde porque no te lo has decolorado bien”, advierte Jaime Lucas, de la peluquería Lucasm36, de Madrid.
En contra: cuidado con los tintes y la barba
Ciertamente, las imágenes de estos tipos con la barba azul son muy divertidas, pero esa zona es especialmente sensible a los tintes de baja calidad. “Si pretende teñirse la barba, debe saber que es un cabello muy duro y la piel de la zona es diferente a la de la cabeza”, advierte Rolando. “Si no utilizas un producto bueno, puedes tener una irritación muy severa que se extienda hasta el cuello. Suele pasar con algunos tintes de supermercado: tienen una química distinta de los que tenemos en el salón, que son profesionales y dejan una textura en el pelo muy cosmética”.
A favor: ¡somos chicos!
La mayoría de los hombres lleva el pelo corto, lo cual es una suerte: cualquier locura que hagamos con nuestra cabellera puede subsanarse con un segado radical. El director de Roland Salón considera que es una gran ventaja: “En dos o tres cortes tienes un pelo completamente nuevo. Al fin y al cabo el pelo es algo que sigue creciendo y este tipo de trabajos son para divertirse: una oportunidad para probar cosas diferentes”. De modo que si sucumbe a esta moda y a los pocos días se arrepiente, o se cansa, no tiene más que esperar a que el pelo crezca unos centímetros para darse un buen corte y lucir nueva imagen.
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