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La genómica revoluciona los ensayos clínicos sobre cáncer

La Asociación Americana de Oncología pone en marcha su primer estudio basado en las mutaciones implicadas en vez del tejido afectado

El congreso anual de oncología se celebra estos días en Chicago.
El congreso anual de oncología se celebra estos días en Chicago.ASCO

La genómica aplicada a la oncología ha supuesto un cambio en los tratamientos y, a partir de ahora, en los ensayos clínicos sobre cáncer. La idea es que si una mutación en el gen HER2 del cáncer de mama se puede tratar con un medicamento, parece inteligente usarlo también en un cáncer de estómago que tenga esa mutación. Este abordaje lleva unos años aplicándose, pero el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) que se celebra en Chicago vivió el lunes su consagración y sistematización: por primera vez en su historia la asociación médica va a llevar a cabo su propio ensayo clínico, destinado a “aprender del mundo real” el resultado de “prescribir terapias personalizadas a pacientes con cánceres avanzados cuyos tumores incluyan una variante genética que se sepa que es la diana de un medicamento existente”, como dijo Richard Schilsky, jefe médico de ASCO.

Se trata de probar los fármacos basados en la biología del tumor, no en su origen anatómico”

“Se trata de probar los fármacos basados en la biología del tumor, no en su origen anatómico”, explicó Clifford Hudis, experto en cáncer de mama. Por ejemplo, se trata no en centrarse si la neoplasia es de estómago o de mama, sino de si tienen sobreexpresión del HER2 o no.

El cambio es una consecuencia lógica de los avances que han llevado a identificar genes asociados a un tumor en muchos otros. De hecho, solo en un caso de mieloma hay una relación biunívoca (un gen ligado únicamente a un tumor, que, a su vez, se debe exclusivamente a esa mutación), dijo Keith Flaherty, del Hospital General de Massachusetts. “De los 20.000 genes que tenemos las personas, 300 están asociados al cáncer, pero solo hay unos 200 tipos de esta enfermedad”, añadió Flaherty. Esto implica que hay más de una mutación por neoplasia, pero, además, se sabe que estas se repiten. Por ejemplo, el HER2, por seguir con el mismo ejemplo, está claramente relacionado con un tipo de cáncer de mama, pero aparece en proporciones menores en casi 70 más, expuso el oncólogo.

El ensayo TAPUR (siglas de Agente Dirigido y Registro del Perfil de Uso) ha sido una de las estrellas del congreso de ASCO, al que EL PAÍS ha acudido invitado por Janssen. De una manera general consiste en que cuando una persona haya agotado los tratamientos ya aprobados para su cáncer, se le hará un análisis genético y se verá si tiene alguna de las mutaciones para las que hay un medicamento –aprobado o en ensayos-, aunque sea para una neoplasia de otra localización. Entonces se le ofrecería, y los resultados se actualizarían en una base de datos para el uso posterior por otros médicos, laboratorios o instituciones. Con ello se beneficiará al paciente, que recibe un tratamiento más ajustado a su perfil genético; los facultativos, que tendrán más información y asesoramiento sobre opciones terapéuticas; la industria, que recibirá información sobre lo que puede considerarse el mejor de los ensayos clínicos porque es en el mundo real, y los reguladores, que tendrán datos sobre las aplicaciones de los productos, dijo Schilsky.

Salto de genes

En el continuo salto de genes de un tumor a otro, el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) ha presentado en ASCO un trabajo para determinar el papel del BRCA1 (tradicionalmente asociado al cáncer de mama) como predictor de respuesta al tratamiento en cáncer de pulmón. Según ha explicado Bartomeu Massuti, del Gepac y médico del Hospital General de Alicante, se trataba de ver si en algún caso se podía eliminar el tratamiento con cisplatino, uno de los estándares en recaídas de cáncer de pulmón de células no pequeñas (uno de los tipos de estas neoplasias, basado –aún- en su anatomía).

El trabajo tuvo un resultado bivalente. Por un lado, se demostró que, independientemente de la presencia de mutaciones del BRCA-1, el uso del cisplatino con docetaxel (un quimioterápico clásico) es mejor que eliminar el primero. Pero, por otro lado, se observó que, en cambio, en algunos casos podían eliminar los taxanos (otra familia de fármacos habitual en estas terapias).

Lógicamente, este tipo de ensayos requiere de gran control. El proceso será comenzar con ocho pacientes voluntarios que compartan la variante a la que se dirige el fármaco. Si los resultados (respuesta general, tiempo son progresión de la enfermedad, supervivencia, efectos adversos) al menos en uno de los ocho, se planteará ampliar el ensayo a 25 voluntarios. Si al menos cinco de ellos responden, se estudiará ampliar el ensayo.

A la vez que se anunciaba el ensayo TAPUR, ASCO presentó otro trabajo que puede considerarse complementario: una enorme aplicación, CancerLinQ que tendrá los datos de todos los pacientes atendidos en el país (inicialmente serán unos 500.000 de 15.000 médicos, dijo Alan Lichter), director ejecutivo de la sociedad americana.

El ensayo clínico sobre variantes genéticas y sus fármacos irá en paralelo con otro en la misma línea del Instituto Nacional del Cáncer de EE UU (NCI): el programa Match (coincidir o emparejar en inglés, pero también el acrónimo de Análisis Molecular para la Elección Terapéutica). Este trabajo creará perfiles genéticos que puedan predecir el efecto de una terapia personalizada (en inglés las llaman dirigidas porque es específica para un gen) en una variante según el tipo de tumor. Por ejemplo, Flaherty presentó gráficos que demuestran que el inhibidor del gen BRAF (el vemurafenib, de Daiichi Sankyo y Genentech) es mucho más eficaz en el melanoma con BRAF que en cáncer de colon con la misma mutación, lo que “llevaría a acelerar y mejorar” su uso en el primero de los tumores.

El resultado de estos cambios es una revolución en la manera de investigar en cáncer: se pone el foco en la genética y no en la anatomía, se acelera el acceso, se amplía la base de los ensayos y la información obtenida se comparte más rápidamente.

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