Internet más rápido pero no más libre
China promete agilizar la velocidad en la Red al tiempo que aumenta el control tecnológico
¿Un Internet más rápido en China? Es el sueño de muchos expatriados y no pocos ciudadanos nacionales. Desde ahora es una promesa oficial. El Gobierno ha desvelado un plan para invertir 169.000 millones de euros en tres años para agilizar unas conexiones actualmente irrisorias: en la capital la velocidad es de 4,17 megabytes/segundo —la mayor del país, solo por detrás de Shanghái—; en Londres, Nueva York o Seúl, es de 23,6 megabytes/segundo.
Aunque una cosa es prometer y otra, cumplir. Según los analistas, una de las grandes razones para esta lentitud es el llamado Great Firewall, el muro de censura que impide que la información “delicada” penetre las fronteras chinas, a menos que se cuente con una Red de Protocolo Virtual (VPN) o alguna otra herramienta similar.
Ello ha creado una suerte de Internet paralela, donde no existe Twitter sino su alternativa china, Weibo; frente a YouTube, YouKu; donde WhatsApp se desconoce y lo ubicuo es WeChat. Donde los medios oficiales proclaman que el libro de discursos de Xi Jinping, La gobernación y Administración de China, es éxito de ventas mundial, por mucho que Amazon.com coloque su versión inglesa en el puesto 243.093.
Y la censura no va a desaparecer. El diario oficial del Ejército Popular de Liberación ha llamado a una batalla ideológica contra “las fuerzas hostiles occidentales”. El presidente chino,Xi Jinping, ha instado a sus fieles a aproximarse a los intelectuales de “los nuevos medios” para que acepten el liderazgo del Partido Comunista y mantengan el ciberespacio libre de influencias perniciosas. Nuevas leyes buscan más control sobre el sector tecnológico y la inversión extranjera.
Es de temer que la gran perjudicada sea la capacidad de innovación china, pese a que el Gobierno haya lanzado otro plan multimillonario para promoverla. Pero, como declara el embajador alemán en Pekín, Michael Claus, al diario South China Morning Post, “si enfatizas demasiado la ciberseguridad, puede desaparecer la innovación, o al menos perjudicarla, lo que pone en peligro el crecimiento económico”.
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