Alberto de Mónaco reclama su derecho a tener vida privada
El pleito del príncipe con 'Paris Match' por publicar un reportaje sobre Alexander Eric, el niño que tuvo con la azafata Nicole Coste llega a Estrasburgo
Las andanzas amorosas de Alberto de Mónaco antes de casarse vuelven a la actualidad informativa. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo escuchó ayer a las partes para decidir sobre un pleito que dura ya diez años. La cuestión que se plantea a los jueces es si un jefe de Estado perteneciente a una dinastía hereditaria tiene derecho a que se respete su vida privada en relación a un hijo natural; lo que siempre podría afectar al orden jerárquico del Principado. El pleito se inició en 2005, cuando Alberto de Mónaco denunció a la revista francesa Paris Match por publicar una extensa entrevista con la entonces azafata de Togo Nicole Coste, que posaba con el hijo habido con el príncipe y hablaba de su larga relación amorosa con él. El tribunal decidirá dentro de unas semanas quién tiene la razón.
Paris Match publicó el amplio reportaje una vez que este ya había aparecido en el periódico inglés Daily Mail y el semanario alemán Bunte. En él, Nicole Coste mostraba a su hijo Alexander Eric, fruto de su relación de casi seis años con Alberto Grimaldi, y contaba detalles del noviazgo y de las conversaciones mantenidas acerca del hijo compartido. Un tribunal francés falló inmediatamente a favor del príncipe monegasco, fijando una multa de 50.000 euros a la revista, por considerar que el artículo atentaba contra la vida privada de Alberto de Mónaco. Meses después, y a pesar de que mientras tanto el príncipe había reconocido la paternidad de Alexander Eric, el tribunal de apelación francés confirmó la primera sentencia.
El pleito siguió, sin embargo, su curso ante el tribunal europeo, que en junio de 2014 dio la razón a la publicación francesa en virtud de su libertad de expresión. La audiencia habida ayer ante la gran sala se debe a la apelación hecha por el Gobierno francés para defender las decisiones tomadas por sus jueces. Géraud de Bergues, en representación del Estado galo, ha criticado duramente el artículo publicado en 2005, que apenas dedicaba ocho líneas al asunto de la posible repercusión en la línea dinástica de la familia Grimaldi y se explayaba, sin embargo, en detalles muy íntimos de la esfera privada de Alberto de Mónaco, incluida la noche en la que Nicole Coste cree haberse quedado embarazada. “Una interpretación demasiado extensa del interés general deja sin efecto el respeto a la vida privada de las personas públicas”, alegó De Bergues ante el tribunal, formado por 21 jueces.
La abogada de Paris Match, Marie-Christine de Percin, ha argumentado que no distinguir entre personajes públicos y anónimos es contrario a la jurisprudencia francesa, ha recordado que para cuando el semanario galo publicó el artículo la paternidad de Alberto de Mónaco ya era de dominio público y explicó que un asunto como este en una monarquía hereditaria es un acontecimiento social, pero también político.
En Alemania, Alberto de Mónaco perdió el pleito contra Bunte. Allí, los jueces estimaron que la descendencia masculina de una monarquía hereditaria tiene una importancia decisiva y que pertenece a la madre, y no al príncipe, que aún no lo había reconocido, decidir si revelar la existencia del niño caía o no en el dominio de la esfera privada.
Alberto de Mónaco, de 56 años, tiene dos hijos reconocidos fuera de su matrimonio celebrado en 2011 con la exnadadora Charlene Lynette Wittstock. Se trata de Jazmin Grace Grimaldi, nacida en marzo de 1992, y Alexander Eric, nacido en agosto de 2003, fruto de su relación con la azafata de Air France Nicole Coste, que ahora vive en el Reino Unido. Según las leyes de Mónaco, ninguno de los puede optar a la sucesión al trono, aunque sí a parte de los bienes de su padre. En cualquier caso, el nacimiento de los mellizos Jacques y Gabrielle, nacidos dentro del matrimonio con Charlene, el pasado mes de diciembre despeja toda duda sobre la línea dinástica.
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