“Tal vez veamos a la vez el eclipse de Sol y auroras en la islas Feroe”

El astrónomo español Miquel Serra-Ricart es un auténtico especialista en la observación de eclipses, en directo. El corazón de África, la Antártida o Siberia han sido algunos de sus destinos para presenciar esos espectaculares fenómenos astronómicos. En total, una docena de eclipses cumplirá el próximo viernes, tras la ocultación total del Sol que se verá desde el Atlántico Norte, mientras que en el resto de Europa, norte de África y una zona de Asia habrá que conformarse con parte del disco solar cubierto por la Luna interpuesta. Serra-Ricard (nacido en Barcelona hace 49 años), como viene haciendo desde 1998 con la asociación Shelios, no se quiere perder el gran acontecimiento del Sol negro esta semana y ha preparado, con su equipo y una buena de batería de telescopios, una expedición a las islas Feroe (entre Groenlandia y Noruega), el lugar donde el eclipse total será más largo (poco menos de tres minutos). La expedición, dirigida por este investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), estaba hoy aún en Islandia, lista para volar a las Feroe el miércoles y preparar todo antes del viernes. Desde allí, Serra-Ricart responde a las preguntas de EL PAÍS por correo electrónico. Otros cazadores de eclipses, como el astrónomo de la NASA Fred Espenak, también se han desplazado a ese archipiélago para no perderse el eclipse.

Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos de esta expedición del eclipse a las Feore?

Respuesta. La expedición se organiza bajo el proyecto GLORIA, una iniciativa europea para realizar ciencia ciudadana con una red de telescopios robóticos. El principal objetivo es la observación del eclipse total del 20 de marzo, desde las islas Feroe, para retransmitir en directo el acontecimiento y promover actividades educativas entre los escolares.

P. ¿Cuántas personas forman la expedición?

R. Somos un equipo multidisciplinar de 15 personas; el núcleo principal lo componen miembros del proyecto europeo GLORIA, que serán los encargados de retransmitir el fenómeno por internet y promover las actividades educativas.

P. ¿Qué tiene de especial el eclipse del próximo viernes?

R. Es un eclipse complicado porque solo tocará tierra en dos archipiélagos árticos (Feroe y Svalbard) y la probabilidad de tener cielos despejados está alrededor del 30%. Pero es especial porque se localiza en una zona de formación de auroras polares, en un momento de actividad solar alta y cerca del equinoccio. En esta ocasión hay una probabilidad –pequeña pero no nula- de presenciar simultáneamente auroras y la corona solar en el eclipse. Sería una imagen única porque nunca antes se ha conseguido.

P.- ¿Qué aportan, desde el punto de vista científico, las observaciones que ustedes hacen de los eclipses?

R.- Es difícil hacer ciencia desde lugares remotos que carecen de infraestructuras, pero en los últimos eclipses estamos realizando medidas sistemáticas de los parámetros atmosféricos para caracterizar tanto la caída de luz (radiación solar) como la inercia térmica atmosférica (diferencia entre la caída de la luz y la temperatura).

P. ¿El hecho de que el Sol esté ahora en un máximo de actividad de su ciclo, se notará de alguna manera?

R. Por supuesto. La morfología de la corona será simétrica, similar a la observada, por ejemplo, en el eclipse de Australia de 2012, y muy distinta a la del de Siberia de 2008, cuando el Sol se encontraba en un mínimo de actividad y la corona presentaba una asimetría muy acentuada. La actividad solar…. en Islandia, estos días, donde hemos estado probando equipos, hemos visto auroras espectaculares.

P. ¿Cómo se desarrollará el día del eclipse para la expedición?

R. Pues con mucha incertidumbre y muchos nervios. El jueves prepararemos toda la infraestructura (telescopios y cámaras) y lo más importante es que no llueva para poner mantener los telescopios alineados. A partir de ahí… pues cruzar los dedos para no tener nubes.

P. ¿Desde dónde van a presenciar y transmitir el eclipse?

R. Para tener asegurada la estabilidad de la conexión y la infraestructura vamos a realizar la observación/transmisión desde el Centro de Ciencias Marítimas de la Universidad de Feroe.

P. Usted ha recorrido el planeta a la caza de los eclipses de Sol.

R. Con este del 20 de marzo será ya una docena: océano Atlántico (1998), Turquía (1999), Zimbabue (2001), Sudáfrica (2002), Antártida (2003), Libia (2006), Siberia (2008), China (2009), Isla de Pascua (2010, Australia (2012) y Kenia (2013).

P. ¿Cuál ha sido el más raro y cuál el lugar más exótico?

R. Quizá el más raro fue el de la Antártida, cuando realizamos las observaciones a bordo de un avión. Y el más exótico, el que vivimos en la reserva de Mkanga de Zimbabue. El del lugar más complicado de llegar al lugar elegido y poder realizar las observaciones fue nuestro último eclipse, en 2013, cuando nos desplazamos al lago Turkana, en el Norte de Kenia: era una zona muy aislada, y luego la inseguridad porque, debido a la cercanía de la frontera etíope, estaba el peligro de los bandidos nómadas.