Un palacio qatarí en el corazón de Londres

La cantidad de residencias ostentosas y desorbitadamente caras que inundan Londres continúa en progresión ascendente. Por si no bastaran las mansiones de personajes como el empresario Román Abramóvich, la de los Beckham o las de la propia familia real británica, ahora llega la familia real de Qatar con un palacio valorado en 252 millones de euros que una vez inaugurado se convertirá en la residencia privada más cara del país. Según informaba este martes el diario británico The Times, los qatarís están embarcados en la remodelación de tres casas pertenecientes a la exclusiva calle Cornwall Terrace, frente a Regent’s Park, en su lado este, que una vez rehabilitadas se transformarán en un único palacio de más de 3.000 metros cuadrados y en cuyas habitaciones los suelos serán de mármol blanco de Carrara, uno de los más caros del mundo.

El palacio será lo suficientemente grande como para organizar recepciones con más de 1.000 invitados. Por ahora también han trascendido otros detalles del palacio: la niñera y el mayordomo tendrán suites personales con baño privado, habrá un piso solo para niños, túneles secretos, ascensores y todos los electrodomésticos más modernos del mercado, según el proyecto de obra que han presentado en su junta de distrito en Londres.

La encargada de dirigir la remodelación de estas tres casas fechadas entre 1821 y 1823 es la jequesa Mozah bint Nasser Al-Missned, madre del actual emir de Qatar y tercera esposa del jeque Hamad Bin Khalifa al Thani, quien fuera emir hasta el año pasado. Es una de las mujeres más admiradas y más poderosas de este pequeño país de apenas 1,5 millones de habitantes donde la renta per cápita es la más alta del mundo, con 71.000 euros anuales por persona. La jequesa y sus siete hijos se instalarán en el palacio una vez que las obras hayan concluido.

Aunque el palacio de Buckingham es 25 veces más grande que este, sin duda la familia real de Qatar parece estar haciendo toda una declaración de intenciones con una propiedad que parece servir de colofón al amplio portfolio inmobiliario que los qataríes han ido acumulando a lo largo de la última década. Entre sus propiedades londinenses más preciadas destacan los almacenes Harrod’s, una de esas marcas que siempre ha ido unida al inconfundible gusto inglés y que desde hace cuatro años es propiedad de los qataríes, que desembolsaron casi 2.000 millones de euros para este centro comercial de alta gama. Además, esta familia con docenas de miembros también compró la Villa Olímpica londinense, con sus 1.400 apartamentos, por 700 millones de euros en 2011. Otra de sus propiedades es el rascacielos The Shard, una de las grandes estrellas del nuevo skyline londinense y el edificio más alto de Europa. Los qataríes poseen el 95% de esta propiedad valorada en 3.000 millones de euros.

El palacio en el que residirá la sheikha le hará también la competencia a otra de las propiedades estrella de su familia: el complejo residencial One Hyde Park, del que poseen una gran parte del accionariado, compartido con los genios del mercado inmobiliario Christian y Nick Candy. Situado en el lujoso barrio de Knitsbridge, frente a Hyde Park, estos apartamentos, diseñados por el arquitecto británico Richard Rogers, eran considerados hasta ahora los más caros del mundo y aunque la propia familia qatarí poseía varios -junto al de Rinat Akhmetov, el hombre más rico de Ucrania, o el de Vladímir Doronin, exnovio de Naomi Campbell-, ahora será su palacio el lugar al que todos los ricos y famosos de Londres querrán ir.