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La deuda de la salud humana con los animales

Perros, gatos, ratones, primates… La experimentación con todos ellos ha permitido grandes avances científicos

Getty

“No hay que matar al perro, porque es importante desde el punto de vista científico”. Así se expresaba ayer en declaraciones a EL PAÍS, Eric Leroy, director general del Centro Internacional de Investigaciones Médicas de Franceville, en Gabón, en referencia a Excalibur, el perro de la auxiliar de enfermería infectada por ébola, Teresa Romero. De poco ha servido el consejo del experto, ya que, solo unas pocas horas más tarde, el animal era mandado a sacrificar a pesar de las protestas de numerosos vecinos y animalistas, que se manifestaban frente al piso de Teresa para evitar el sacrificio de Excalibur.

Leroy aseguraba: "Al perro de Madrid hay que aislarlo, hacerle un seguimiento, estudiar parámetros biológicos, ver si está infectado y averiguar si excreta virus. Es muy interesante desde el punto de vista científico, no sirve de nada matarlo”. Y lo más importante: “Conocer el papel de los canes en las epidemias de ébola es fundamental”.

Todo lo que les debemos

Los avances de la ciencia siempre han estado íntimamente relacionados con las investigaciones y estudios con animales. ¿Y si les diéramos las gracias? De hecho, tenemos mucho que agradecer al reino animal. Ratones, gatos, perros y monos han sido y son los indiscutibles protagonistas (involuntarios) de los grandes avances científicos de las últimas décadas. Según un análisis publicado en Public Library of Science (PLOS),  un 5 % de estos descubrimientos se ha materializado en soluciones prácticas para las personas diez años después.

Las investigaciones llevadas a cabo con ratones no solo han permitido el estudio del cáncer en las personas sin arriesgar vidas humanas, también han facilitado el desarrollo de tratamientos de fertilidad y de vacunas contra la gripe, la poliomelitis, la fiebre amarilla y la rabia, lo que ha reducido drásticamente el número de muertes debido a estas enfermedades.

La lucha contra el SIDA, una de las epidemias más letales que ha sufrido la humanidad en las últimas décadas, es uno de los frentes en el que la ayuda de los gatos podría ser fundamental. La razón la encontramos en el virus de la inmunodeficiencia felina, un virus que causa una enfermedad muy similar al SIDA en los humanos y que podría proporcionar pistas muy útiles para el desarrollo futuro de nuevos tratamientos. Así se desprende del estudio publicado en Nature Methods y realizado por un equipo de investigadores de la Clínica Mayo, en Minnesota (EE UU), cuyo objetivo era que los gatos desarrollaran inmunidad inherente al virus felino del SIDA, de modo que en un futuro pudiera contribuir a la investigación de nuevas terapias contra el VIH y otras enfermedades.

Así como los gatos son una parte fundamental en el camino hacia la curación del SIDA, los perros lo han sido en el ámbito del corazón. Gracias a los canes, los investigadores crearon la máquina cardiorrespiratoria, que es el aparato que permite mantener con vida al paciente mientras se realiza una operación de cirugía cardíaca. Más ejemplos de su contribución a la ciencia los encontramos en la cirugía de bypass coronario, la inserción artificial de la válvula del corazón o la implantación de los marcapasos, que fueron probados y estudiados en perros antes que en seres humanos.

Por otro lado, uno de los hitos más relevantes en relación con la diabetes tuvo lugar el año pasado y fue publicado por la revista Diabetes. Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), con la profesora Fàtima Bosch a la cabeza, demostraron por primera vez que es posible curar la diabetes en animales grandes (perros) con un solo tratamiento mediante terapia génica. Después de aplicarlo, los perros que participaron en el estudio recuperaron el buen estado de salud.

Otra de las especies que, sin duda, en mayor medida ha contribuido al desarrollo de la ciencia junto con los ratones, perros y gatos, es el primate no humano. Gran parte de los progresos sobre el conocimiento de cómo funciona el virus VIH se lo debemos a las investigaciones hechas con ellos, ya que algunas especies de primates son también portadoras del VIH, aunque no los mata. Uno de los últimos avances llegó hace unos meses de la mano de científicos de la Universidad de Sao Paulo, quienes presentaron los resultados positivos de una vacuna que podría ayudar a erradicar la enfermedad, después de haber sido probada con éxito con monos.

Otras investigaciones llevadas a cabo con babuinos han conducido al desarrollo de las técnicas de separación celular, que permiten que las células cancerosas en médula sean quitadas sin destruir las sanas. Por otro lado, enfermedades como la malaria, que mata a 2,3 millones de personas al año en todo el mundo, podrían ser vencidas gracias a las investigaciones basadas en la creación de la vacuna de la enfermedad, que se está desarrollando mediante pruebas en estos animales.

Restablecer los músculos y miembros paralizados de los pacientes de Alzheimer, controlar el peso en los casos de obesidad o acabar con la arteriosclerosis, principal causa de muerte en el mundo occidental, son otros de los objetivos en los que la ciencia está trabajando y en los que, de un modo otro, participan primates.

Ciencia sin víctimas

A la vista de los resultados de las investigaciones y los avances científicos, se podría pensar en la existencia de una satisfacción unánime de la sociedad al respecto. Sin embargo, los medios utilizados para este fin, es decir, los animales, son un escollo ético insalvable para organizaciones como DefensAnimal.org. Según Carol Pino, una de sus portavoces, la razón reside en lo siguiente: “Es injusto seguir utilizando a ratones, peces, moscas… Porque ellos y ellas también son seres vivos, que como nosotros disponen de sistema nervioso y, por lo tanto, tienen la capacidad de sentir dolor, placer, estrés o miedo. Esto conlleva que tengan intereses que merecen ser respetados, del mismo modo que ocurre con los humanos".

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