Una aldea para salvar bebés
Shodhgram nació como un reto de mano de dos investigadores, los Bang. Hoy es un modelo mundial de supervivencia y salud.
Los doctores Abhay y Rani Bang y su equipo de Search viven y trabajan en Shodhgram, una aldea rodeada de bosques en el centro de la India. No hay asfalto ni grandes edificios, nadie lleva batas blancas, no hay laboratorios sofisticados. Aun así, Sohdgram, que significa "poblado para la búsqueda", se ha convertido en lugar de peregrinaje para investigadores médicos. Porque fue aquí donde Abhay y Rani encontraron cómo reducir las muertes de bebés en el mundo en desarrollo.
Shodhgram es muy diferente a las aldeas de su alrededor. En otras, vacas y bueyes pasean perezosamente por caminos polvorientos en los que van dejando sus excrementos. También gallinas y cabras pasan apresurados entre la gente. En Shodhgram, que es lugar rigurosamente vegetariano, no hay animales, excepto unos pocos perros, y los caminos están obsesivamente limpios. Hay muchísimos árboles, algo que es rareza. Las casas y edificios son humildes pero cuentan con electricidad y, al contrario que en las demás aldeas, saneamientos y agua corriente. El silencio y la calma reinante en Shodhgram también contrasta con el jaleo, el ruido y el alboroto en los pueblos de alrededor.
¿Cómo llegaron los Bang a fundar Shodhgram? ¿Y a influir desde aquí en la agenda mundial de la salud? El camino fue largo y, antes de los éxitos, también hubo fracasos.
Shodhgram está parcialmente construido a imagen de Sevagram, donde en 1936 se estableció Mahatma Gandhi. El propio Abhay Bang, que tiene 64 años, nació en aquella región y acudía a la escuela en Sevagram, que significa "poblado para el servicio". Abhay creció en ese ambiente gandhiano y ahora cuenta que siempre fue un estudiante destacado y accedió a la universidad con la mejor nota de su promoción, algo relevante en un entorno muy competitivo.
Pero ese curso había ocurrido algo extraño: había dos números uno, ya que el año anterior la estudiante en el primer puesto no había podido empezar la universidad porque no tenía la edad mínima, 17 años. El primer día, Abhay recuerda que estaban diseccionando cadáveres cuando un compañero señaló a esta chica y le advirtió que ahí estaba su competidora, la otra número uno. "Y esa chica era Rani", dice Abhay con una sonrisa.
Ambos procedían de comunidades muy distintas. Él se había criado en la filosofía de Gandhi y en un estado de pobreza voluntaria. Y ella era la hija más joven de una familia extremadamente rica. Uno de sus abuelos había sido diputado y ella había crecido en una mansión llena de sirvientes.
En un principio, según cuentan ambos, eran poco más que conocidos y hasta el posgrado no empezaron a tener más relación. "Entonces fue cuando me di cuenta de que [Abhay] era un tipo diferente de persona y de que tenía unas ideas diferentes", recuerda Rani. "No sé qué vio ella en mí, pero a mí me llamó la atención que esta chica, aunque venía de una familia muy elitista, por alguna razón no estaba nada interesada en el dinero ni en las cosas materiales. Era muy buena persona, brillante y muy inteligente, y compartía muchos de mis valores", confiesa Abhay.
Los padres de Rani querían que, tras obtener su posgrado, siguiera estudiando en Estados Unidos o en el Reino Unido: "Pero después de ver a Abhay y de conocerlo, pensé: ‘No, esto también es un reto’, porque él siempre hablaba de ir y trabajar en los poblados rurales".
Decidieron dejar la universidad y casarse, a lo que se oponían los padres de Rani, también porque ellos pertenecían a la casta superior, la de los brahmanes, mientras que la familia de Abhay pertenece a la tercera de las cuatro castas, la de comerciantes y agricultores. Los padres de Rani tuvieron que aceptar y propusieron una gran boda, pero Rani y Abhay quisieron una ceremonia sencilla y sin regalos.
Aprender de las derrotas
Se casaron en 1977 y se mudaron al distrito de Wardha, donde estaba Sevagram y vivía la familia de Abhay, dedicada al trabajo social. Los recién casados se lanzaron a trabajar en los poblados, donde organizaban clínicas rurales y ofrecían servicios médicos. Abhay insiste en que su objetivo último era y es "Aarogye Swaraj", que en hindi significa "autonomía de la salud". “¿Podríamos conseguir que cada poblado indio, cada familia india, cada persona en India fuera autosuficiente y pudiera manejar sus propios asuntos de salud? Eso es 'Aarogye Swaraj", resume. Su objetivo era llegar a la gente a través de la salud y, más tarde, introducir cambios sociales y económicos en línea con la filosofía gandhiana.
Al principio las cosas no salieron como esperaban. Cuando llevaban ya dos años trabajando, convocaron una reunión para movilizar a los habitantes de un poblado y que exigieran una compensación para un jornalero que había perdido un brazo en un accidente laboral. No acudió nadie y, cuando los Bang salieron con un megáfono, la gente los apedreó. "Ése fue uno de los peores días de nuestras vidas", rememora Abhay. "En cuanto hablamos de justicia social, de algo que no era medicina, la gente nos empezó a tirar piedras".
Entonces Abhay dejó de lado sus esfuerzos médicos y durante dos años trató de organizar políticamente a los agricultores para que pudieran obtener más ingresos, pero esto tampoco dio resultados. Hasta que, en diciembre de 1981, publicó un breve estudio en el que estimaba que el salario mínimo adecuado en la zona, calculado según las necesidades calóricas de la población, debería ser al menos 12 rupias diarias (15 céntimos de euro en precios actuales) y no las cuatro rupias que eran entonces. Tal estudio tuvo un impacto enorme. Y un año después, el Estado de Maharashtra aumentó el sueldo mínimo a 12 rupias.
"Pensé que me había pasado dos años intentando organizar a 5.000 agricultores y jornaleros, y había conseguido que sus salarios pasaran de tres a cuatro rupias. Y luego realizo este pequeño estudio, que quizá me llevó tres meses, y con él pude triplicar los salarios de seis millones de personas en todo Maharashtra, incluyendo sitios en donde yo no había estado pero adonde también llegaban los beneficios", narra Abhay. "Ése fue el momento en el que me di cuenta del poder de la investigación académica, científica, de la investigación original y de calidad".
Estudios locales con impacto global
Estas experiencias llevaron a los Bang a pensar que debían estudiar más para realizar una investigación médica en salud pública. No encontraron ningún programa adecuado en India y se decidieron por la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos. Ambos consiguieron becas, pero el dinero lo recibirían ya en Estados Unidos, así que tuvieron que vender parte de sus pertenencias para comprar los billetes de avión. Entonces ganaban unas 400 rupias al mes en su propia ONG (algo menos de cinco euros en precios actuales) y ya tenían un hijo del que ocuparse.
Finalmente se marcharon a Estados Unidos en 1983 y regresaron a India y a Wardha el año siguiente. Pero este distrito estaba comparativamente más desarrollado que otros, en parte debido a que Gandhi había vivido allí, así que en 1985 crearon la organización Search y decidieron trasladarse a Gadchiroli, entonces un distrito recién creado en la zona más pobre de Maharashtra, donde se instalaron un año después.
De inmediato comenzaron a trabajar en los proyectos que habían ido preparando en Estados Unidos. En 1989 publicaron en The Lancet el estudio liderado por Rani sobre la prevalencia de problemas ginecológicos en las zonas rurales. El año siguiente publicaron su trabajo sobre la reducción de muertes infantiles por pulmonía. Ambos estudios tuvieron gran efecto y cambiaron el modo en que la comunidad médica y académica internacional enfocaba estas cuestiones. La apuesta de los Bang por la investigación local con influencia global parecía funcionar.
Shodhgram aún no existía. Desde su llegada a Gadchiroli, Abhay y Rani habían ofrecido asistencia médica desde sus oficinas en la capital del distrito. Pero uno de sus objetivos era llegar a las comunidades tribales, que constituían el 40% de los habitantes de Gadchiroli y vivían algo aislados en sus propias aldeas, en las que mantenían sus costumbres y creencias. Según el censo de 2011, en la India hay más de 104 millones de personas tribales, que suponen el 8,6% de la población.
Los tribales, sin embargo, eran reacios a salir de sus aldeas, y para gran parte de la población rural también era difícil y costoso acudir a la pequeña ciudad de Gadchiroli. Como Search no podía establecerse en uno de estos pueblecitos porque necesitaba unas instalaciones adecuadas, los Bang decidieron que construirían su propio poblado situado entre las zonas rurales y las aldeas tribales. "Había aprendido por mis experiencias pasadas en Wardha que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, no podemos realmente desclasificarnos y convertirnos literalmente en parte de la población rural y pobre", comenta el doctor Bang.
Así nació Shodhgram, cuya construcción tuvo lugar entre 1991 y 1993 en unos 45 acres de extensión (equivalente a unos 25 campos de fútbol) que Search adquirió en una zona boscosa cerca de aldeas tribales. El traslado contribuía también a la realización de otro de los pilares de la filosofía de Abhay Bang. "Ve a la gente. Vive entre ellos. Ámalos. Escúchalos. Aprende de ellos. Empieza con lo que ya conocen. Construye sobre lo que ya tienen", según recita a menudo citando el Dào Dé Jing, el texto fundacional del taoísmo.
Y fue, ya establecidos en Shodhgram, que al principio apenas contaba con unas pocas viviendas y oficinas y un hospital, donde Abhay y Rani Bang y su equipo trabajaron en el estudio sobre la reducción de muertes neonatales en la zona. Su éxito hizo que el modelo Bang se acabara adoptando en toda India y también en países en desarrollo de otros continentes, y además situó Shodhgram en el mapa de las agencias internacionales de salud. Desde entonces, su relajada vida, este oasis de orden y tranquilidad en Gadchiroli, la investigación científica y el trabajo médico de los Bang y su equipo atraen a gente desde otras partes de India y el mundo.
Pero otro de los objetivos clave de Shodhgram era alojar un hospital que fuera adecuado para la población tribal, a quienes no les gusta salir de sus aldeas, y aún menos acudir a hospitales convencionales, para ellos laberintos misteriosos y llenos de gente incomprensible. Los Bang se preguntaban qué tipo de centro podían construir para que la población tribal no temiera acudir a él. ¿Y quién mejor para responder a esta cuestión que la propia gente de estas aldeas?
Ese es el cuarto de una serie de seis capítulos titulada "¿Está la respuesta a la mortalidad infantil en un poblado de la India?". Cada martes publicaremos una nueva entrega.
Los gastos de realización de este trabajo ha sido cubiertos gracias a una subvención del European Journalism Centre, financiada por la Bill & Melinda Gates Foundation. Los reportajes han sido elaborados con completa independencia editorial.
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