Cruzando fronteras con los bolsillos vacíos
Un colectivo de artistas africanos viaja por carretera de Nigeria a Bosnia para reflexionar sobre el significado de las divisiones entre países Los imprevistos del viaje les obligan a pedir ayuda económica en redes sociales
Los nueve artistas que forman el colectivo Invisible Borders llevan 54 días de viaje por carretera. Su proyecto de cruzar 22 países entre Lagos (Nigeria) y Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) para predicar a través del arte que las fronteras solo existen en nuestras mentes sigue viva. Han cruzado cinco puntos fronterizos, varios puestos de control, han trabajado en siete ciudades africanas con numerosos artistas y se han sumergido en el conocimiento, la investigación y el intercambio con varias comunidades locales.
Ahora, Invisible Borders necesita apoyo económico para continuar su viaje, así que han hecho un llamamiento a través de las redes sociales para pedir financiación a sus seguidores. “Nos hemos enfrentado a gastos imprevistos que han dejado un déficit dramático en nuestro presupuesto”, explican en la página de micromecenazgo que han habilitado. Una avería imprevista del vehículo en el que viajan, la compra de visados adicionales, retrasos en las fronteras que les han hecho pagar noches de alojamiento no planeadas y alteraciones importantes en su ruta inicial les han obligado a cambiar la forma en la que viven y trabajan.
Para lograr su objetivo, necesitan recaudar 34.000 dólares que les permitirán viajar desde Dakar, donde se encuentran en estos días, hasta la capital bosnia, un peregrinaje que durará 71 días más, según sus cálculos. De momento, han obtenido 4.000, y tienen hasta el 2 de agosto para conseguir el resto.
En los últimos cuatro años, Invisible Borders ha recorrido miles de kilómetros conduciendo a través de África con el fin de abordar una reflexión sobre las separaciones fronterizas y soberanía territorial. Este año se enfrentan a su mayor desafío: realizar su viaje más amplio pasando por una de las rutas migratorias más controvertidas del mundo, que es la frontera entre Marruecos y España. Después, continuar hacia Europa. La expansión del proyecto, que hasta ahora se había quedado siempre en África, presenta al grupo nuevos desafíos y plantea una serie de reflexiones sobre la movilidad entre continentes y entre la Europa del Este y del Oeste que estos artistas pretenden abordar mediante manifestaciones artísticas en disciplinas como literatura, fotografía, vídeo o grafiti.
Durante las últimas semanas, el minibús de Invisible Borders ha viajado desde Accra (Ghana) hasta Dakar, capital de Senegal. Por el camino han continuado aportando material audiovisual a su blog. Fotografías, vídeos y textos conforman un diario de viaje donde siempre se encuentran caras y experiencias nuevas. Un vídeo sobre el tráfico de Lagos, unas jornadas de fotografía documental en la isla senegalesa de Goree o los retratos de conductores que se van cruzando por su camino son algunos ejemplos de su febril actividad.
Los artistas han seguido teniendo problemas burocráticos en las fronteras. El autodenominado artista visual Dawit L. relata en una entrada del blog los problemas a la hora de entrar en Costa de Marfil. “El rencor de los agentes fronterizos se ve agravado por las múltiples visas en mi pasaporte expedidas por otros países africanos. Esto fue interpretado como una afrenta consciente y maliciosa a la soberanía de Costa de Costa de Marfil. Ninguna réplica lógica podía refutar este sentimiento por lo que ninguna ofrecí. Mi pasaporte fue retenido. Se me notificó que el siguiente domingo por la mañana sería escoltado hacia la frontera con Ghana, desde donde podría solicitar formalmente un visado de entrada”.
En otro texto, Hijack Paranoia, la escritora Lindokuhle relata su paso por una carretera “infame” sobre la que se han oído terribles historias sobre secuestros. “La solución es simple: no estés en la carretera después de que oscurezca”, escribe.
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