¿Para qué me pasó esto a mí?

Hola, me llamo Jineth Bedoya y soy periodista. El 25 de mayo de 2000 mientras hacia mi trabajo fui secuestrada y durante 16 horas me torturaron y tres hombres me violaron mientras me apuntaban en la cabeza con una pistola. Después de eso quise morir pero elegí vivir y volcarme en mi trabajo, guardando mi dolor y mis recuerdos en un cajón. Seguí trabajando en resolver mi caso legamente pero discretamente. Cuando se iban a cumplir 10 años del aniversario de mi secuestro, Alejandro Matos, director de Oxfam Intermón en Colombia, me vino a ver al periódico. “Vamos a presentar un informe sobre la violencia contra la mujeres en Colombia en el marco del conflicto armado. Pero no podemos hacerlo sin contar con una víctima que humanice el contenido.” Primero dije que no pero luego pensé que quizás era el momento de enfrentarme con lo que me había pasado y ayudar a otras mujeres con mi testimonio.

Jineth es menuda. Esa menudez se hace todavía más patente cuando accede a su carro blindado con la ayuda de una de sus 5 guardaespaldas.

A veces pienso que porqué hago tantas cosas al mismo tiempo. Es por que sé que solo tengo mi presente. No sé cuánto tiempo me queda aquí de modo que no tengo un minuto que perder.

¿Nunca has pensando en irte?

Yo siempre digo que prefiero morir de un balazo en Colombia, luchando, que de una depresión en un hotel de Europa.

Jineth es activista, como varios de los periodistas que he conocido aquí. A través de su trabajo lucha activamente por la paz, por la justicia, para acabar con la impunidad y por los derechos de las mujeres. Jinet hace periodismo de investigación y crónica en su estado más puro. Su último trabajo ha sido sobre explotación sexual infantil en las minas de Medellín. Un trabajo de muchos meses que ha dado lugar a todo un caso documentado que Jineth presentó en un foro que organizó con la ayuda de varios organismos internacionales en el museo de Antioquia de la misma ciudad. Mientras trabajaba en este caso, Jineth también preparaba el aniversario de su “secuestro”.

Al principio, cuando decidí hablar, lo que necesitaba era compartir mi historia. Fue muy importante poder compartirla con otras mujeres que como yo habían sido víctimas y sentir que no estaba sola. Ahora siento que ese momento ya pasó. Siempre somos las mismas mujeres que nos encontramos en los foros públicos, ya no nos escuchan como antes. Pensé que teníamos que cambiar el modo de comunicar. Para celebrar mi aniversario este año quería hacer mucho ruido y llamar la atención especialmente de los hombres. Así que pensé en el fútbol.

Tuvo que remover Roma con Santiago y armarse de paciencia y cuando menos se lo esperaba recibió la ansiada llamada de Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Todo fueron facilidades y el fin de semana del 25 de mayo los todos estadios de Colombia “se vistieron de mujer” con la campaña “No es hora de callar”.

Jineth se sigue emocionando cuando te cuenta su historia. Confiesa que no duerme apenas y que ha renunciado a tener vida personal, que no tendrá hijos y tampoco se casará. Pese a todo, Jineth no inspira compasión sino más bien admiración, simpatía y fuerza. Ella lo explica perfectamente, pasó del ¿Por qué me pasó esto a mi? Al ¿Para qué me pasó esto a mi? Es el paso de victima a líder, es la razón de su existencia, es un gran acto de generosidad.

Si quieren oír a Jineth, les recomiendo esta entrevista maravillosa de 5 minutos en Caracol Radio, dónde habla tanto del caso de la explotación de mujeres en Medellín como de su campaña "no es hora de callar".

Nota de la autora:

Esta es la tercera entrada de un monográfico sobre el viaje que estoy realizando a Colombia en estas dos próximas semanas con la organizaciónOxfam Intermon.

El primero es:Mujeres que superan el conflicto armado

El segundo: Las víctimas