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Pistorius contrata forenses para demostrar que no quiso matar a su novia

El trabajo de los estadounidenses se centrará en tratar de probar que la madrugada del 14 de febrero, el atleta disparó a su Reeva Steenkamp confundiéndola con un ladrón El juicio está fijado para el 3 de marzo

Oscar Pistorius, con sus hermanos.
Oscar Pistorius, con sus hermanos.CORDON

Seis meses tiene por delante Oscar Pistorius antes de sentarse en el banquillo de acusados para hacer frente a la acusación de asesinar premeditadamente a su novia, la modelo Reeva Steenkamp. El juicio está previsto que empiece el próximo 3 de marzo de 2014 pero los abogados del paralímpico sudafricano trabajan ya a fondo en su defensa. La portavoz de Pistorius, Anneliese Burgess, ha confirmado que se ha contratado a un equipo de investigadores forenses de Estados Unidos para que ayuden a desmontar la hipótesis de la fiscalía de que el velocista disparó sabiendo que la joven se encontraba encerrada en el lavabo de su lujosa casa de Pretoria.

Los forenses ya han visitado esta semana a Pistorius, de 26 años, con el que se han reunido en el domicilio de su tío Arnold, donde reside desde que el juez le concedió la libertad bajo una fianza de unos 80.000 euros. Burgess se ha limitado a señalar que “contratar a expertos es una práctica habitual para preparar un juicio” al tiempo que ha rechazado entrar en más detalles.

El trabajo de los estadounidenses se centrará en tratar de probar que la madrugada del 14 de febrero, Pistorius disparó a su novia confundiéndola con un ladrón y que lo hizo sin calzarse las prótesis de titanio, respondiendo a un ataque de pánico al creer que un extraño había irrumpido en el apartamento. Para ello tendrán que examinar con lupa la altura y dirección de los impactos de bala. La fiscalía sostiene que el paralímpico planeó el asesinato y que tras discutir con la modelo ésta se encerró en el baño y Pistorius fue a su habitación a ponerse las piernas ortopédicas.

La investigación tiene otro punto clave. Se trata de los teléfonos de Pistorius y Steenkamp para saber las llamadas y mensajes que la pareja realizó la noche del crimen. La policía considera que la pareja tuvo una discusión violenta y que incluso vecinos alejados del piso pudieron escuchar gritos, por lo que sospechan que Reeva se refugió en el cuarto de baño con un teléfono para dar la voz de alarma. De momento, no ha trascendido el contenido de los registros y, de hecho, hace un par de meses, los investigadores sudafricanos admitieron que no habían tenido acceso porque no tenían los números secretos y Pistorius había olvidado sus claves.

La Policía sudafricana lleva una ventaja de seis meses pero en las vistas por la fianza, en el mes de febrero, se revelaron algunos fallos importantes en la investigación del caso la noche del crimen. El inspector jefe, Hilton Botha, presentó un informe preliminar en el que Reeva había recibido tan sólo tres balas y no cuatro como presentaba el cadáver y admitió haber pisado la escena sin protección en los zapatos. Tan sólo 24 horas de haber declarado ante el juez, el agente fue apartado del caso al conocerse que estaba pendiente de un juicio por siete asesinatos en grado de tentativa cuando estando de servicio y borracho supuestamente disparó contra un mini autobús lleno de pasajeros para que se detuviera. Poco después, en marzo, abandonó el cuerpo de Policía argumentando que no podía soportar tanta “presión”.

La última aparición pública de Pistorius fue el pasado 19 de agosto. En aquella ocasión se presentó ante el juez para escuchar de viva voz el día de aseñalamiento de su juicio. El atleta estuvo en la sala apenas media hora y, mientras esperaba el inicio de la vistilla, se le vio arropado por sus hermanos, Aimée y Carl, que cogidos de las manos rezaron durante unos 20 minutos.

Desde que salió en libertad, Pistorius se ha alejado totalmente de la vida social y, según su familia, se pasa el tiempo en la mansión de su tío Arnold con su pensamiento puesto en Reeva y su familia. Sin embargo, la prensa local sudafricana ha dado cuenta de alguna salida nocturna en salas de fiestas de Johannesburgo y, a principios de agosto, fue cazado mientras practicaba kayak con unos amigos en Hermanus, localidad turística cerca de Ciudad del Cabo.

El juicio está llamado a ser el gran acontecimiento judicial sudafricano y se espera incluso que coincidiendo con el inicio aparezcan publicados libros sobre la noche del crimen y el carácter de Pistorius, firmados por periodistas conocidos en Sudáfrica. La trama tiene todos los ingredientes para estar no sólo en letra impresa sino también para que se escriba una película con el sello de Hollywood. Los protagonistas son guapos, famosos, ricos y tienen un final trágico.

Durante las tres semanas en las que se prevé que dure el juicio, el fiscal llamará a declarar a un centenar de testigos, entre los que además de los peritos y policías, destacan los vecinos de su edificio donde ocurrieron los hechos, su hermana, su tío Arnold y una antigua novia que, supuestamente, explicará el mal carácter del atleta.

La defensa no ha dado a conocer aún su lista de testigos pero en cualquier caso tratará de ofrecer una imagen diferente de Pistorius y su novia. Ya durante la vistilla de la fianza, amigos de la pareja relataron que ambos se mostraban cariñosos y contentos de haberse conocido, descartando gestos de violencia del atleta.

Pistorius tiene una segunda vía judicial abierta y por lo civil trata de llegar a un acuerdo con los padres de Steenkamp para indemnizarlos por la muerte de su hija. El matrimonio reclama dinero porque la chica colaboraba en el pago de la casa familiar y de otras necesidades, por lo que ahora aseguran que están en banca rota.

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