Nuevos requisitos en becas de excelencia

Aunque sé que la presente reflexión no tendrá relevancia alguna para quien debería sentirse responsable, me he sentido con la suficiente legitimidad moral como para proceder a su redacción. Tengo 20 años y soy alumno de 4º grado de Derecho. El año pasado obtuve una calificación media superior al 9,4, en una de las facultades más prestigiosas del país, lo que, al menos, imagino que prueba que desempeñé mis estudios con esfuerzo, convicción y afán de superación. No obstante, y a pesar de tanto esfuerzo, conforme a los nuevos requisitos de las becas de excelencia de la Comunidad de Madrid fijados por el Gobierno regional, no gozo de la oportunidad de acceder a ellas, ya que no obtuve la precitada para el primer curso de universidad, requisito absolutamente arbitrario que solo puede tener como fin el recortar partidas que son excesivamente sensibles.

Sin ánimo de llevar a cabo ningún juicio de corte ideológico o político, creo que con medidas como esta se está castigando la meritocracia, lo que, sin duda alguna, contribuirá a la desmoralización y a la falta de expectativas de aquellos alumnos que son precisamente los que más están dispuestos a “tirar del carro” en esta coyuntura tan precaria. Resulta cínico que los responsables de este tipo de medidas de recorte se lamenten ante la continua “fuga de cerebros” españoles hacia otros países, que no hacen sino beneficiarse del talento de alumnos, cuyo país de origen no quiso invertir en ellos. También resulta irónico que aquellos que se consideran los adalides defensores de la excelencia académica lleven a cabo medidas como estas de forma insidiosa.

Sé que no soy el único alumno afectado por la medida, pero sí quiero reflejar el malestar de un colectivo de alumnos, del que soy parte, y que ve cómo se les quita el premio a su esfuerzo.— Gabriel López Samanes.