Zeta-Jones retoma su vida tras su ingreso hospitalario
La actriz estrena película y prepara proyectos, pero seguirá en tratamiento
Catherine Zeta-Jones ha retomado las riendas de su vida. Así lo demuestran las primeras fotos de la intérprete galesa de 43 años nada más salir de la clínica en la que ingresó hace un mes para controlar la bipolaridad que padece. Con gesto relajado, pelo recogido en un moño y recuperando el día a día, Zeta-Jones fue fotografiada mientras conducía por Nueva York para recoger a su hija del colegio. Un momento de normalidad de los muchos que está dispuesta a recuperar. “Lo lleva muy bien”, declaró a la prensa esta semana un orgulloso Michael Douglas sobre la recuperación de su esposa. La actriz concluyó así su ingreso voluntario en una clínica de desintoxicación y problemas mentales donde durante un mes buscó el equilibrio que su enfermedad le roba. La actriz reconoció en 2011 que sufre de bipolaridad II, menos extrema que la propia de los maniacos depresivos pero que igualmente desequilibra sus estados de ánimo.
Zeta-Jones tuvo en los últimos años suficientes motivos para la depresión. El avanzado cáncer de garganta que le diagnosticaron a su esposo hace escasamente tres años (del que se ha recuperado) y la continua batalla legal de la familia Douglas por culpa de la drogadicción de Cameron, primogénito de un anterior matrimonio de su marido, son momentos que deprimirían a cualquiera, lejos del retrato idílico que la llevó a formar parte de la realeza de Hollywood cuando en 2000 contrajo matrimonio con Michael Douglas, 25 años mayor que ella.
Su carrera también está alejada de la fama que le dio El Zorro o del Oscar que obtuvo con Chicago, sufriendo la misma falta de papeles que padecen otras actrices de su edad, jubiladas a los 40.
Pero el año promete cambios en la vida de esta actriz. Zeta-Jones tiene pendiente de estreno Red 2 donde se reunió con Bruce Willis, Anthony Hopkins, Helen Mirren y John Malkovich. Y entre sus múltiples proyectos están Cleo, musical centrado en Cleopatra; ese otro que titulado Greek Fire la convertiría en una nueva María Callas o el Dalí, que lleva tiempo preparando Antonio Banderas. Además se vislumbra un año de éxito para Douglas, cuyo retrato de Liberace en Behind the Candelabra puede proporcionarle satisfacciones profesionales esquivas en los últimos años y que llevarían al matrimonio a intensas jornadas de escrutinio público en diferentes alfombras rojas. Mucha tensión de la que Zeta-Jones y su familia son conscientes. Por eso, ella ha decidido pasar por la clínica y prepararse para todos estos acontecimientos. De ahí que su representante, Cece Yorke, no descarte futuros ingresos voluntarios para controlar su salud “de la forma más óptima”.
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