“Tengo la esperanza de que el hombre bueno no se haya perdido”

El Gran Wyoming. Muy bien traído el nombre del disco ‘La increíble historia de un hombre bueno’ en estos tiempos… es visionario. ¿Por qué se lo has puesto?

Jairo Zavala. Si tienes un mínimo de sensibilidad, eres permeable. Me encantaría utilizar el humor para poder aligerar el tema, aunque no es panfletario.

P: ¿Jairo es un hombre bueno?

R: No va por ahí. Hablo de un personaje del que tengo la esperanza que no se haya perdido del todo.

P: ¿Eres autodidacta total con la guitarra?

R: Autodidacta. Pero hice un par de años clase con Chema Saiz. Y ya está… Igual que tú.

P: Pero a mí de niño no me dejaban hacer nada… y yo quería una guitarra para taparme.

R: A veces a mí me sirve para vencer un poco el miedo escénico, eso me ayuda.

P: Ahora sobre todo se castiga al músico. Si vendes mucho, eres dios; si no, te echan de la compañía.

R: A mí me gusta tener un discurso positivo. La gente tiene mucho talento, y la informática ha hecho que alguien que tenga talento y el cerebro bien amueblado pueda hacer algo increíble.

P: Yo me refiero a que se niega al músico la posibilidad de hacer de su música un oficio, lo que reivindico.

R: En este país no hay sensibilidad para la cultura. Cuando llevaba ya 15 años girando y me preguntaban de qué trabajaba y decía “soy músico”, la respuesta era: “¿Pero en qué trabajas?”. ¡Pero hablemos de cosas alegres!

P: En este espacio de lío, ¿cómo te mueves, macho?

R: Soy un afortunado. He roto esa barrera que te permite ser escuchado. En eso me ha ayudado mucho mi colaboración con el grupo Calexico.

P: ¿Eludes cosas que te suenan?

R: Me voy quitando capas y artificios para buscar una voz propia, y al final lo que queda es Depedro.

P: ¿Cómo abordas la guitarra?

R: Para componer no tengo un método. Me gustan mucho los accidentes, que de repente me salga algo, o te veo por la tele y me das una línea para una canción.

P: ¿A quién has acompañado que te haya llamado la atención?

R: Me acuerdo que en la tele acompañamos a Kiko Veneno, ¡y alguien trajo un percusionista que era ruso para tocar rumba! [Risas] Con Depedro me pasan cosas asombrosas, como tocar con héroes míos como Calexico, Tony Allen o Bernard Fanning. ¡O El Gran Wyoming!

El Gran Wyoming: Es cierto, tocamos juntos a la guitarra ‘Dirty love’, de Frank Zappa, para cerrar ‘El club de la comedia’.