Continúa el ‘viacrucis’ de Enrique de Inglaterra por sus fotos desnudo

El famoso dicho de que Lo que ocurre en Las Vegas se queda en Las Vegas quedó en evidencia tras la publicación de las imágenes del príncipe Enrique de Inglaterra desnudo durante una fiesta en un hotel de la ciudad a finales de agosto. Este lunes, las declaraciones de una joven, que supuestamente participó en la juerga, relatando lo que pasó esa noche vuelven a desafiar la vigencia de la frase, al menos en lo que al nieto de la reina Isabel se refiere. Los nuevos datos se publican justo el mismo día en que éste ha hecho su primera aparición pública tras el escándalo en una entrega de premios de la institución WellChild, de la que él es patrono.

Carrie Reichert, una “rubia explosiva” de 32 años de San Diego, pero nacida en Gran Bretaña, ha relatado al tabloide británico The People cómo varios de los acompañantes del Príncipe le preguntaron a ella y a sus amigas si querían pasarse por la fiesta de Enrique de Inglaterra. Reichert no precisa a quién se le ocurrió la idea de desnudarse, quién tomó las fotos o la identidad de la joven que aparecía junto a él en las imágenes -los datos que más interesan a la prensa amarilla británica-, porque cuando ella llegó, aquél y varios de los presentes ya estaban desnudos. “No era una orgía, era más bien un grupo de gente sexy desnuda, como un juego. Enrique trataba de convencer a todo el mundo de que se quitara la ropa, por eso mismo él se la había quitado primero”, explica.

Más allá de los pormenores de su “noche salvaje”, lo más relevante es que ni ella ni sus amigas pasaron por ningún control de seguridad antes de entrar a la habitación del tercer heredero en la sucesión al trono de Inglaterra

Lo que sí detalla Reichert, que trabaja en una tienda de belleza, es el encuentro, a solas, que asegura que ambos tuvieron. Al parecer, se trató de 20 minutos de besos y palabras sobre Inglaterra. “Cuando descubrió que había nacido en su país se empeñó en que podíamos ser familia”, cuenta. “Fue todo un caballero, aunque estaba un poco bebido” explica, para puntualizar que “no fue romántico, solo divertido”. Más allá de los pormenores de su “noche salvaje”, como titula la publicación, lo más relevante -o preocupante-, es que ni ella ni sus amigas pasaron por ningún control de seguridad previo ni nadie revisó sus pertenencias antes de entrar a la habitación del tercer heredero en la sucesión al trono de Inglaterra.

El daño que las revelaciones de Reichert puedan infligir en la imagen del príncipe Enrique se antoja ínfimo en comparación con la mella que han ocasionado sus fotografías desnudo. A lo largo de los últimos años, el hijo de Lady Di se ha esforzado por desprenderse del lastre que para su reputación habían supuesto otros escándalos pasados a los que tenía acostumbrados a la prensa de su país. Este lunes, con su presencia en Londres en la gala de WellChild, el joven de 27 años ha comenzado su enésima redención. Enrique de Inglaterra entregó un premio a Alex Logan un joven de seis años enfermo de leucemia. Horas antes de la gala, el niño declaró a ITV News que cuando recibiera el galardón tenía pensado decirle: “¡Me alegra que esta vez lleves ropa encima!”. El nieto de la reina Isabel acudió con un traje azul y una corbata con motivos rosas.