El error Posada y la mezquindad de la derecha
¿Dejará el PSOE de ser el chivo expiatorio de todos los males?
Los presidentes del Congreso desde Álvarez de Miranda y Landelino Lavilla de UCD, hasta Manuel Marín del PSOE pasando por los demás socialistas que han presidido la Cámara Baja, desde Félix Pons y yo mismo, y los del PP, Federico Trillo y Luisa Fernanda Rudí, siempre han sido moderados, abiertos y tolerantes y han apoyado a las minorías y protegido a la oposición. Conocí al actual presidente, a Jesús Posada cuando fue presidente de Castilla y León y su comportamiento me pareció siempre que coincidió con ese talante conciliador. Por eso sorprende su anómalo y excesivo comportamiento con el busto del presidente Azaña, excesivo y humillante para la principal figura de la izquierda española de todos los tiempos, como político, como escritor y como hombre de Estado. Su explicación de que juntó a Azaña con otros políticos de la Segunda República expresa una falta de sensibilidad y de tacto que representa un error grave y que debe ser reparado. Su predecesor, el presidente Marín, lo colocó en un lugar de honor cerca del hemiciclo y no parece que fuera prudente rectificar esa medida con un gesto de desprecio y de ignorancia, que suponen una ceguera que enturbia una presidencia que rompe con la tradición y los usos de los presidentes anteriores. De sabios es modificar su errónea medida y si Posada no lo hiciera, y persistiera en su torpeza, demostraría que es un presidente partidista, sectario y lleno de prejuicios. Nos hemos equivocado los que confiamos en su sentido de equidad y de justicia. El apoyo del PP y de CiU expresaron la peor faz de la derecha española, la que quiso eliminar a toda la izquierda liquidando físicamente desde la Cruzada a sus representantes. Hoy ya no pueden ya repetir la hazaña. Son otros tiempos, pero si pueden vengarse en su figura más representativa: Manuel Azaña, arrinconando su busto cerca de los lavabos de un edificio administrativo.
¿Hasta cuándo la culpa?
Con casi siete meses de gobierno, Rajoy y su gobierno siguen culpando al PSOE de todos los males de este país. Los hechos son tozudos y persisten en demostrarlo. El gobierno anterior de Rodríguez Zapatero, siempre preservó y protegió la educación, la sanidad y los servicios sociales. El nuevo gobierno y sus aliados de la derecha catalana apoyada por el PP dice que en esos campos todo sigue igual, pero es una gran mentira y un gran engaño. La Sanidad y la Educación se encarecen, el copago se acerca y la protección social disminuye en España y en el apoyo a la cooperación extranjera. Solo las comunidades gobernadas por los socialistas, es decir Andalucía y Asturias, con el apoyo de IU mantienen los compromisos anteriores. En Extremadura parece que IU, es como el PP que enmascara su apoyo al gobierno conservador con algunas medidas que ocultan algo difícil de explicar. La peor IU, la heredera de aquellos sectores del PC que querían en los años veinte y durante la República acabar con los socialistas. También tuvieron la ilusión de superarnos cuando volvió la democracia en 1977. Hoy, felizmente, se impone salvo en Extremadura una colaboración que nunca debió romperse. Los andaluces saben lo que hubiera sido un gobierno de los señoritos y también lo saben los asturianos. IU de Extremadura ¿aprenderá alguna vez la lección? ¿Dejará el PSOE de ser el chivo expiatorio de todos los males? El tiempo de las excusas se acaba para el PP.
En defensa de los mineros
Convertir el problema minero en un problema de orden público es enquistarlo
La profesión de minero es muy dura. Sufren la posibilidad de graves enfermedades y tienen que dejar de trabajar siendo aún jóvenes y siempre la democracia ha sido comprensiva y generosa con sus problemas. Todos los gobiernos excepto el actual de Mariano Rajoy se han ocupado de asegurarles su vejez con unas ayudas suficientes que ayudasen a superar sus limitaciones. En consecuencia, sus pensiones han estado siempre a la altura de sus necesidades y de sus carencias. Resulta incomprensible que el PP de Rajoy quiera ahorrar a la costa de una profesión modesta y esforzada mientras que hay dinero para otras y cuando se contempla en silencio y con su complicidad indemnizaciones millonarias y sueldos excesivos en empresas casi quebradas. Se entiende que hubiera dinero si la necesitase para el Banco Santander, aunque creo que no lo necesita, porque gasta mucho en universidades y en miles de becas para estudiantes. Nada de eso, sin embargo, puede ser ahorrando de los mineros y de sus pensiones. Es lógico que protesten y que no se conformen ni se conformen con la marginación y el desamparo que les quieren atribuir. Convertir el problema minero en un problema de orden público y cerrar los ojos ante su realidad, el “mantenella y no enmendalla”, tan propia de las políticas autoritarias, es enquistar el problema y negar la realidad. Los mineros son muy tozudos porque defienden un derecho consolidado del que depende su propia subsistencia. El “a ver quién aguanta más” es una mala política, sobre todo cuando saben y conocen los despilfarros y los fastos de muchos a los que España no debe tanto como a los mineros.
Florentino Pérez no ha acertado con Vicente del Bosque y no le ha valorado como se merece
Vicente del Bosque
España tiene un seleccionador de lujo, un caballero que procede de la clase trabajadora, con una tradición sindical ugetista en la familia. Su modestia es compatible con su gran competencia y con su acierto en el trabajo. No le conozco muy a fondo, pero sí puedo dar fe de su sensatez, de su amable trato y de su valor profesional. Tuve ocasión de compartir con él un viaje Madrid-Sevilla y disfruté de su conversación, de su experiencia, y de su aguda valoración de la realidad. Es culto, con amplias lecturas y conocedor de la realidad social, cultural y política. Ahora está al servicio de todos los españoles seguidores de la “Roja” aunque siempre con ideas abiertas y progresistas y desde luego un “madridista” de toda la vida, aunque es muy objetivo como seleccionador. Creo que en el Madrid no le hemos correspondido como se merece. Florentino Pérez que es un gran presidente y un dirigente muy adecuado para la grandeza del Real Madrid, creo que no ha acertado con Vicente del Bosque y no le ha valorado como se merece. Como viejo madridista que soy, me gustaría que acabase esa incomunicación y que ambos se pudiesen abrazar olvidando agravios, perdonando del Bosque el mal trato recibido y nuestro presidente reconociendo que se ha equivocado. Para dos grandes madridistas no es mucho pedir.
Gregorio Peces-Barba Martínez es catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III Madrid.
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