Froilanear
En este país abandonamos a su suerte a los lorquinos mientras se aprueba, por ejemplo, un plan tan delirante como el de dar clases de caza en los colegios públicos a los niños entre 7 y 12 años
El próximo viernes se cumplirá un año del terremoto de Lorca. Recuerdo la emoción y la conmoción que nos embargó a todos con la catástrofe; la solidaridad, las grandilocuentes promesas de reconstrucción de los políticos. Hoy me escribe José Alberto Lario, portavoz de la Asamblea de Vecinos Afectados por el Seísmo. Y me habla desde el olvido y el abandono: “Aún hay 7.000 personas desplazadas de sus hogares; han demolido 1.200 viviendas y 160 edificios siguen en estado de indefinición, sin saberse si los tirarán. Dos Institutos de Enseñanza Secundaria y un centro sanitario están derruidos sin que haya un proyecto real de reconstrucción, de modo que hay cerca de 1.200 alumnos desplazados y un tercio de la comunidad recibe asistencia sanitaria fuera de su centro habitual. Un 30% de los comercios no han vuelto a abrir sus puertas y la población, en suma, vive una situación agónica porque ha tenido que hacer frente desde el primer momento a todos los gastos, soportando el abandono institucional y el acoso de las entidades financieras, que han demostrado una falta de sensibilidad rayana en el insulto”. Que quede dicho esto para compensar el trompeteo triunfal que quizá se organice en torno al aniversario.
Y sí, ya sé que son tiempos malos y que los presupuestos no son de chicle. Pero no entiendo que en este país en el que abandonamos a su suerte a los lorquinos se pacte, por ejemplo, un convenio tan delirante como el de la Junta de Castilla y León, que piensa destinar 303.000 euros para, entre otras cosas, dar clases de caza en los colegios públicos a los niños entre 7 y 12 años de edad. Eso, eso, enseñémosles a pegarse tiros en los pies, que es una cosa muy fina. Froilanear: nuevo término para definir el olvido de los problemas reales y la toma de medidas políticas disparatadas, retrógradas, despilfarradoras y ridículas.
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