La primera sesión de fotos de Isabel II
Kenneth Clayton recibió el encargo de fotografiar a la reina de Inglaterra. La fotografía sirvió como base para el primer retrato oficial de la pintora Margaret L. William. Los Windsor aprovecharon la sesión para tomar imágenes familiares.
Abril de 1952. La reina está de luto por la muerte de su padre, Jorge VI, fallecido el 6 de febrero. Kenneth L. Clayton, fotógrafo de la BBC, es llamado al palacio de Buckingham. La pintora Margaret Lindsay William necesita fotos de Isabel II para realizar el primer retrato oficial. Los Windsor quieren la máxima discreción y la garantía de que las imágenes no van a hacerse públicas, ya que la monarca está oficialmente de luto. El fotógrafo promete que, mientras él viva, la sesión no la va a ver el vulgo.
Sus herederos han esperado 12 años después de su muerte para hacer públicas las fotos de aquella sesión privada. Dicen que es un homenaje a Isabel II, con motivo de su 60 aniversario.
En los pocos meses que llevaba en el trono, Isabel II no había posado para ningún fotógrafo profesional. En el retrato hecho público ahora, la reina de los británicos aparece sentada, con un vestido de gala y un colgante de perlas. No puede portar aún los atributos de la regalía, ya que tiene que pasar un año hasta su coronación. Sin embargo la pintora Margaret Lindsay William retrata a la reina ya tocada con la corona.
“Mi abuelo estaba muy orgulloso del trabajo que hizo y nos hablaba de su encuentro con la reina siempre que tenía ocasión”, cuenta su nieto Daniel Clayton al Daily Mail.
Los Windsor aprovecharon la presencia de un fotógrafo en palacio para alimentar su álbum familiar. Los príncipes Guillermo y Ana, de tres años y 20 meses cada uno, aparecen abrazándose; el Duque de Edimburgo posa con talante serio, vestido con el uniforme de la Armada.
De todas las imágenes hechas públicas por la familia del fotógrafo llama especialmente la atención una, en la que Clayton ha colocado la cámara de placas frente a un espejo, flanqueado a un lado por el príncipe Guillermo y al otro por la princesa Ana, a la que tiene cogida de la mano. El severo protocolo británico establecía que no se podía tocar en público a ningún miembro de la familia real. “Fue un poco descarado por su parte, pero creía que su familia no le iba a creer, y con esa imagen tenía la prueba para demostrar que los retrató”, cuenta el nieto a The Telegraph.
Unos meses más tarde, un empleado del Palacio de Buckingham escribe una misiva en nombre de Isabel II al fotógrafo, para agradecer el envío de un álbum. “La reina está muy emocionada con el hecho de que las haya reunido en un álbum y se lo haya enviado”, se puede leer en la carta. “Tengo el encargo de enviarle una expresión de gratitud de la reina por su amable detalle y por el registro fotográfico de sus hijos que su majestad está muy feliz de poseer”, concluye.
En sus 60 años de reinado, Isabel de Inglaterra ha sido retratada por fotógrafos como Cecile Beaton (que actuó como una suerte de fotógrafo de cámara) , Annie Leibovitz, Polly Borland o Chris Levine (que se atrevió a sacarla con los ojos cerrados) , sin manifestar nunca su desacuerdo por el resultado.
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